Los jóvenes aventureros siguieron su recorrido hacia su hospedaje ya que una familia les había ofrecido asilo por esa noche. Aang no dejaba de pensar en aquella pelirroja, juraba y perjuraba que la había visto no en un lugar si no en varios.
Sokka había convencido a los demás para explorar el mercado del pueblo para comprar baratijas.

Ari de igual manera necesitaba comprar algunas provisiones para su futuro viaje, no planeaba quedarse cerca de Aang su objetivo era el príncipe pero el destino ya tenía sus planes.
Ambos jóvenes sin querer chocaron frente a frente cayendo al piso.

—Discúlpame, no era mi intención.— Dijo apenado el Avatar juntando las verduras que habían caído de la bolsa.— Un momento... ¡Tu eres la chica de hace rato!

Ari no necesito más palabras para salir corriendo sin imaginar que ambos chicos la seguirían. 

—¡Detente! ¡Solo queremos conversar!.—Gritó Aang en su esfera de aire.

—¡No nos obligues a usar la fuerza!.—Gritó Sokka sacando su boomerang.

"Idiotas"

Pensó sin mirar hacia atrás, no sabía con exactitud hacia donde iba pero no pensaba parar. Aunque de nuevo choco con un duro pecho haciéndola caer. Soltó un gruñido de frustración, hoy estaba más torpe de lo normal. Alzó su mirada para encontrarse con su amado príncipe que la miraba curioso ofreciéndole su mano para ayudarla.

—¡Espe...— El nómada interrumpió la frase al ver a su perseguidor.— Aléjate de ella, Zuko.

El azabache prestó atención al niño de tatuajes con una sonrisa en sus labios.

—Parece que hoy estoy de suerte.

Ambos se pusieron en guardia con la chica de por medio. Zuko lanzó una extensa llamarada hacia el niño de ojos grises pero Ari logro desviarla lanzando una llamarada impulsada con sus pies poniéndose en guardia.

—Te arrepentirás de ponerte en mi camino.—Gruñó Zuko hacia la chica de misteriosa de la capucha negra.

Una lucha entre ambos maestros comenzó, ella era tan ágil que por un momento le recordó a su hermano Azula al ver su mirada con llena de odio y las grandes llamas que salían de sus manos y pies.

—¡Genial! Una maestra fuego de nuestro lado.—Gritó Sokka cuando una llama pasó a lado de su cuerpo haciendo que soltara un chillido.— O quizás no.

—Debo detenerlos o quemarán todo el lugar.

Ari logro derribar a Zuko con una patada en su abdomen quien se levantó con duras penas.

—¡Traidora!.—Gritó con furia hacia la chica.

—Mira quién habla.—Bufó—. Toda tu familia son traidores, son unos seres viles y despreciables.  Al momento de comenzar su dictadura traicionaron a su pueblo sometiéndolos a guerras interminables.


Aang lanzó una ráfaga de aire tumbandolos a los dos al instante se puso en medio de ellos.

—¡No la quieres a ella! Me quieres a mi.

—Realmente no planeaba tener este encuentro contigo, Zusu pero parece que destino me sonríe. 

Zuko maldijo por lo bajo al escuchar aquel apodo ridículo lanzando grande llamas alimentadas por furia. Pero dentro de su interior había algo que llamaba la atención en esa particular voz.

Hidden |Zuko| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora