Capítulo 16

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Narra Nathaniel

Hoy en la mañana Elizabeth se encontraba más hermosa de lo normal, al marcarla sus facciones cobraron más vida, se realzaron, su piel ahora es más suave, tendrá algunos cambios en su cuerpo los próximos días, ahora tiene mi olor, nadie podrá acercarse a ella, sabrán que me pertenece, pero si a alguien se le ocurre tocarla, sufrirá las consecuencias y me veré obligado a matarlo si es necesario.
Esta noche la presentaré oficialmente como mi luna. Todas las manadas vecinas estarán presentes, mi beta estará al tanto del evento, se encargará de organizar cada detalle. Elizabeth como sea, debe comportarse, quiera o no, es la noche más importante que un alpha pueda tener, es la presentación ante la sociedad, la aceptación del pueblo y de la familia, debe dejar a un lado su actitud de "no me toques" y ser madura.

Mi madre le acompañará a ver un vestido de gala, y bueno, la ayudará a prepararse, mientras tanto yo me encargaré de visitar a los alphas más importantes e invitarlos personalmente.

Y con respecto a lo qué pasó ayer... puedo decir que fue la mejor noche de mi vida, seguro que también lo fue para Elizabeth, espero que cuando me vea se aferre a mi. Con mi marca debe estar loca por mi o al menos se desespera por verme o alguna cosa, pero algo bueno debe sentir por mi, pero conociendo su actitud, tratará de ignorar ese sentimiento, y probablemente estará enojada conmigo, eso si se acuerda lo qué pasó claro, pero bueno, mejor esperaré a la noche para verla en la presentación y saber su reacción.
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Narra Elizabeth

- Luna, ¿me permite pasar?, soy Lucía, ¿puedo?- escuché un par de golpes en la puerta, despertándome por completo. Mi cabeza iba a explotar en cualquier momento, no deja de punzarme el lado izquierdo, tal vez me golpee anoche en algún lado, no recuerdo.

- Sí Lucy, adelante - tome impulso y logré sentarme en la cama para atender a Lu. Lucía entró con una bandeja repleta de comida, había de todo, un desayuno completo y para mi solita al parecer

- Espero que sea de su agrado Luna, lo preparé con mucho cariño - dijo Lucy dejando los platos en el mueble que estaba a un lado de la cama

- Por favor Lucy, en que quedamos? dime Eli o Elizabeth, tenme confianza, no me gusta que me digan Luna, y enserio gracias por esto, se ve muy rico todo - le mostré una sonrisa sincera y tome la ensalada de frutas que me hacía ojitos

- Está bien mi Luna - la mire con gracia- perdón perdón, Eli- dijo riéndose un poco por su error

- Ya te acostumbrarás Lu- comí la fruta en un dos por tres, para luego seguir con el otro plato... por cierto, donde estará Nathaniel? No lo he visto desde ayer en la tarde, desde que uno de sus hombres me dejó en un cuarto rojo

- Lucy, dónde está Nathaniel? no lo he visto por mucho - Lu se puso pálida, parecía confundida, abría y cerraba la boca, parecía que se arrepentía cada vez que se proponía a hablar, pero a la final solo me dijo que no lo sabía, y se retiró de la habitación, ¿Qué estará pasando? reaccionó muy raro y me dejó pensando, no sabía cómo tomar tal reacción.

Después de desayunar, quise tomar una ducha, pero al momento de levantarme sentí una punzada en mi parte baja, se me dificultó levantarme, di pasos lentos hasta llegar al baño, el dolor era horrible pero lo podía soportar, no entiendo qué me pasó, me saqué la camiseta de Nathaniel para quedar completamente desnuda. Vi mi rostro en el espejo, me veo diferente, me siento diferente a decir verdad, me observé minuciosamente y noté algo extraño en mi cuello, tenía dos profundas perforaciones, ahora si me estoy asustando, no entiendo las razones por las que me duele la cabeza, mi vientre y mi parte baja, y se suma otro dolor que es el de mi cuello, trato de recordar pero no puedo.

Hay un lapso que no está en mi mente, ahora que lo pienso, no sé cómo llegué a esta habitación, no recuerdo haber caminado por mi cuenta y también no sé qué ocurrió después de estar en el cuarto rojo.
Dejando a un lado mis pensamientos, me dirijo hacia la tina para relajarme y me sumerjo en el agua tibia. No puedo hacer más que esperar para recordar lo que pasó ayer...

- Eli, ¿te demoras en salir? Alguien te está esperando - la voz de Lucía corto mi trance

- En un momento salgo Lu, dame cinco minutos- me envolví en la toalla que Lucía me sabe dejar en las mañanas y me apresuré a vestir con lo primero que encontré, unos jeans, una camiseta de Nathan y unos tenis. Bajé con cuidado las escaleras, encontrándome con una señora de mediana edad, era guapa, rubia y tenía facciones fuertes, que la hacían ver prepotente.

- Hola linda, ¿Tú eres Elizabeth?- dijo la señora con cierta dulzura

- Si, soy... s...oy yo, perdón, ¿la conozco?- como siempre soné torpe y atropellada

- Perdóname tú a mi linda por no presentarme, soy Elena, la mamá de Nathaniel, vengo a recogerte para ver tú vestido y para después arreglarnos querida, quita esa carita, en el camino te explico todo, debemos apresurarnos que se nos hace tarde- me tomó de la mano con toda confianza y me arrastró al patio, donde estaba estacionado un carro negro. Se le veía contenta a la señora, pero por mi parte me encontraba anonada, no sabía qué decir ni qué hacer

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Después de no sé cuántas horas en el centro comercial de la ciudad, la mamá de Nathan escogió mi vestido, era uno vino, corto y pegado, algo que ni loca me pondría, pero Elena no me dio de otra, dijo que debía estar reluciente para esta noche, que los ojos de todos se pondrán en mi y en su hijo, porque sería mi presentación ante todos, la verdad no entendí nada, lo único que sé es que tengo miedo, las únicas palabras que le decía a Elena eran si, no, tal vez y una que otra frase insignificante, porque no sabía cómo actuar ante la madre de mi secuestrador, era muy raro, no le pregunte nada acerca de su hijo, ni acerca de los lobos, trate de hablar lo necesario. Después me llevó a la peluquería, salí de ese lugar con un hermoso maquillaje y unas lindas ondulaciones, no me reconocía, nunca me había hecho nada de esto en toda mi vida

- Estás preciosa Elizabeth, le dejarás sin palabras a mi hijo, ya verás- Elena me alagaba todo el tiempo, solo me limite a sonreírle y a decirle gracias

- Listo, ya no hay tiempo, súbete rápido al carro linda, que solo nos están esperando a las dos para comenzar...

No estoy lista para verlo, pero quiero verlo, necesito verlo, ¿QUÉ?! ¿Pero que estoy diciendo?, NO, NO y NO, no quiero nada de él.

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Hola mis amores, enserio les pido perdón por no publicar por mucho tiempo, he pasado por problemas personales, por lo que no tenía cabeza para escribir, y por cierto en toda la novela hay una que otra faltita ortográfica, perdón por eso también, trato de corregir la mayoría

#Brunagohu

Eres mía mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora