Capítulo 8

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Narra Elizabeth

Y así, sin más se fue, dejándome con muchas inseguridades, preguntas y miedos, que por ahora debo tenerlos guardados en mi interior, hoy volví a tener ese sueño, que me atormenta cada vez más y no se la razón de su constancia, siempre es el mismo sueño, a la misma hora y todos los días no sé que me ocurre, tampoco sé que le ocurre a este hombre, no sé por qué me tiene aquí,  no sé por qué me besó y me robo el aliento, no sé por qué no hice nada, y no sé por qué de cierta forma me gusto su beso, me dio seguridad, amor, necesidad y paz, pero a pesar de eso yo no puedo quedarme aquí,  mi vida esta con mi padre y el pueblo, si no desafíe a este chico en la mañana fue por miedo a su rabia incontrolable, yo debo mantenerme al margen y actuar por unos días y así irme sin dificultad, escaparme del hombre lobo que aún desconozco su nombre y me mira con autoridad y posesión

Me levanto de la cama y voy hacia el baño para darme una ducha, y es cuando me doy cuenta que no llevo mi ropa de ayer, solo llevo mis bragas y una camiseta enorme que me llaga hasta la mitad de los muslos que supongo que es de Él !

No puedo creerlo, quién se cree que es como para tratarme de muñeca de trapo  y desvestirme cuando se le da la gana, nadie a visto mi cuerpo, ya que solo al casarme mi marido podrá verme como Dios me trajo al mundo, como decía mi padre,pero ahora siento que he fallado a mi padre, siento que ya no soy pura, cómo este hombre vino y le dio una vuelta a mi mundo, como si él fuera dueño de todo lo que me pase, o deje de pasarme, él no tiene ningún derecho

Y sin darme cuenta, lágrimas silenciosas brotaban de mis ojos, las retiro con el dorso de mi mano y me entro en la ducha para tratar de relajarme y borrar sus manos sobre mi cuerpo de mi mente
...

Después de unos minutos salgo y me dirijo al armario a ver que puedo usar, necesito algo que se acerque a mi tamaño, pero lo raro fue encontrar todo a la medida, y era ropa de mujer, empecé a ver toda la ropa y TODA no se adecuaba a mi forma de vestir y a cómo debo vestir, encontré desde escotes, minis y todo lo indecente en una ropa femenina, decidí usar unos jeans que estaban demasiado ajustados, pero era lo que había y busqué ropa en el closet de a lado suponiendo que es de él para ponerme algo en la parte de arriba, encontré una camiseta gris clara de un material delgado me la puse e  hice un nudo en la parte delantera,  ya que me llegaba un poco más arriba de las rodillas, me puse unas zapatillas nike negras que me quedaban un poco grandes, eran una talla más que la mía,  pero debía conformarme, cepille mi cabello y salí de la habitación

Estaba buscando al hombre que me capturo para que me diera algo de comer, y no lo encontraba en ninguna parte, cómo quisiera estar en este momento con mi padre, no lo soporto, se me escaparon  unas lagrimillas, pero al instante se secaron ya que corrí al otro extremo de la casa (mansión) ya que me pareció ver a alguien

Corrí, y pude ver una silueta femenina vestida de sirvienta, el típico traje azul y delantal blanco amarrado a la cintura

- Hey disculpeeee señora - dije con mi respiración entrecortada y tocando el hombro de la dama con mi mano izquierda y con la otra tocando mi pecho para calmar mi agitación

- Luna, disculpe, que se le ofrece - dijo haciendo una pequeña reverencia y mirándome detenidamente con admiración

¿Luna?, otra vez esa palabra

-Mi nombre no es Luna, es Elizabeth- dije esbozando una pequeña sonrisa tímida, ella solo río bajito y asintió con la cabeza -Disculpe, ¿dónde puedo encontrar a un chico alto, con cara de enojo y autoridad, de ojos...

No me dejo teminar y dijo -El alpha se encuentra en su despacho, mire luna suba las escaleras y tome a mano derecha, la última puerta color negra ¿si? - dijo con una ceja levantada

Eres mía mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora