|One-shots Mirio Togata|

- Pesadilla -

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Mirio tiene una pesadilla por la noche. Por suerte puede hablar con una de sus compañeras.

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Mirio se despertó con la respiración entrecortada y sudoroso. Tardó un rato en tranquilizarse y dejar que las grotescas imágenes salieran de su cabeza.

Salió de la habitación rumbo al baño, donde se pudo duchar. Después se cambió de pijama.

Pero aún así supo que no iba a poder dormir. Por suerte el día siguiente era sabado y no tenía que ir a trabajar con Nighteye.

Miró el reloj digital que estaba en la mesita de noche: las cuatro.

Suspiró antes de irse de la habitación. Se dirigió al ala de las chicas. No había nadie por los pasillos y hacia algo de frío debido a la época del año en la que se encontraban.

Llegó a la puerta que quería, dudo un momento antes de tocar con los nudillos.

(Tn) siempre tenía un sueño ligero por lo que se despertaba al menor ruido posible.

Poco tiempo después, la puerta se abrió revelando a una chica que parecía que acabase de despertar, lo cuál era cierto.

-Mirio...-susurró frotándose el ojo con su mano derecha.-¿Qué haces aquí a estas horas de la madrugada?

-Perdona que te despierte...-dijo algo inseguro, cosa muy extraña en él.-Es sólo que tuve una pesadilla y...

(Tn) pareció estar más atenta después de oír aquello.

-¿Estas bien?-cuestionó pasando la mano por la mejilla del chico.-Entra, afuera hace demasiado frío.

Mirio dejó que la chica lo guiará por su habitación, al final le pidió que se sentará en la cama antes de poner una manta sobre sus hombros. Esa acción hizo que el chico alzará una ceja desconcertado.

-¿Tu también tienes pesadillas?-cuestionó su compañero.

Un silencio llegó tras esa pregunta.

-En varias ocasiones. Al fin y al cabo trabajamos en la agencia de Nighteye. Allí se encargan de los villanos más peligrosos que pueden haber.

Mirio asintió estando de acuerdo observando como preparaba dos tazas de chocolate.

-Siempre con el chocolate, ¿eh?-cuestionó riéndose.

-¿Qué esperabas de mi?-preguntó metiendo dos trozos de chocolate, un fuego salió de sus manos y derritio el contenido.-Listo-declaró entregandole una.

Mirio la agradeció antes de beber de la taza.

-Lamentó si te he despertado-se excusó el chico con una sonrisa algo tímida.

-No te preocupes, pero como Midnight te vea por aquí no te dejará en paz el resto del curso-habló sentándose a su lado.-Ni a ti, ni a mi.

-Tienes razón-se rió recordando a su profesora.

(Tn) encendió la televisión, poniendo un programa de superhéroes. Se sentó al lado del chico tomando de su propio taza.

Se sumieron en un silencio relajante, de repente sintió que la cabeza de (Tn) estaba apoyada en su hombro. La chica se había dormido.

Agarró las dos tazas vacías y las dejó en la mesa con cuidado. Luego metió a (Tn) en la cama.

X

(Tn) se despertó lentamente, desconcertada se levantó y caminó por su habitación.

Recordaba que Mirio había ido aquella madrugada para hablar con ella.

La prueba de ello: dos razas que estaban en la mesa con una nota.

Gracias por todo (Tn).

Realmente su compañero era increíble. Su móvil se iluminó indicando que tenía un nuevo mensaje.

Y por parte de Mirio.

¿Qué tal si salimos a desayunar juntos, (Tn)? Invito yo.

(Tn) sonrió respondiendo al instante.

Claro.