Parte 36 - Calentura

9.5K 521 678
                                    


Me quedé quieta delante de la puerta. No había sacado la mano del bolsillo desde que había salido del hotel por miedo a perder el móvil. Si lo dejaba olvidado por ahí, Zabdiel estaría más que perdido. Cogí aire, metí la llave en la cerradura, giré y empujé la puerta con el hombro. El ruido de la televisión perturbó por un instante el silencio del pasillo. Cerré tras de mí y dirigí mis pasos hacia la habitación donde mi hermana seguía tal y como la dejé, tumbada en la cama, con el móvil entre las manos y la mirada perdida en la pantalla.

-Ya estoy aquí -dije a media voz, intentando disimular mi nerviosismo-. ¿Cómo estás?

-Mejor -contestó alzando la vista hacia mí durante un instante.

-Me alegro -le dediqué una media sonrisa y me dirigí hacia la cama.

Tras quitarme los zapatos, me senté en el borde y me quedé allí plantada, observando el perfil de Lara, intentando buscar las palabras exactas para explicarle lo que giraba entre mis dedos. ¿Cómo iba a reaccionar? ¿Quería escucharlo? Probablemente no... o tal vez sí. Solo había una manera de averiguarlo.

-¿Cómo están? -Escuché la voz de Lara pronunciar aquellas palabras.

Alcé la cabeza hacia ella. Tendría que esperar un poco más.

-Cansados. En cuanto terminaron el concierto se vinieron para acá -suspiré con fuerza como si hubiera sido yo la que había viajado tantas horas en tan poco tiempo y estuviera cansada-. Ahora iban a ducharse y a comer algo. Han tenido los M&G esta mañana y se les notaba cansados, pero bueno, ya sabes que ellos lo aguantan -me encogí de hombros.

-Pobres -dijo soltando el móvil e incorporándose un poco-. Y... ¿cómo está él...? -Preguntó en apenas un susurró, con la vista clavada en sus rodillas.

Me sorprendió que preguntara por Zabdiel después de lo cabreada que había estado con él. Tal vez ese era el momento perfecto para mostrarle lo que guardaba en mi bolsillo.

-Estaba triste, la verdad -dije con total sinceridad. Mi hermana alzó la cabeza hacia mí-. Estaba preocupado por ti. Me preguntó cómo estabas y me dio una cosa para ti -vi cómo fruncía el ceño al escuchar aquellas palabras-. Quiere que le perdones, que sepas que no fue su intención herirte...

-Lo sé -agregó mi hermana entre dientes para mi sorpresa-. Si realmente no me molesta mucho lo que pasó, que también. Lo que me molestó fue que no me dijera nada. Hablamos por Whatsapp antes de que vinieran aquí, podría habérmelo dicho antes, por lo menos que lo supiera.

-¿Y si te lo hubiera dicho por Whatsapp habrías ido a verlo a Sevilla o te habrías enfadado tanto que no hubieras querido saber de él? -Lara se quedó callada, bajó la mirada y se quedó contemplando el suelo de la habitación-. Mira, no sé qué hubiera pasado, pero ya está todo hecho, solo queda que lo perdones y ya está.

-¿Y por qué tendría que perdonarlo? Me mintió -alzó la cabeza hacia mí; sus ojos reflejaban la rabia que contenía en su interior-. ¿Y si Chris no nos lo hubiera contado? ¿Lo habría hecho él? ¿Me hubiera dicho la verdad por su cuenta o no? Eso es lo que no sé y lo que me cabrea. Quizá si Chris no hubiera empezado a contarnos el plan, tal vez Zabdiel ni me lo hubiera dicho. O, ¿y si no hubiera sido ningún plan? ¿Y si una fan se cuela en su habitación un día y pasa algo y no me lo dice? ¿Ahora cómo puedo confiar de nuevo en él?

-Eso es cosa tuya -dije sin miramientos-. Solo te queda creer en su palabra y decidir si merece la pena seguir confiando o no -me encogí de hombros-. Nunca sabremos qué pasa allá donde van. Antes iba con ellos a todas partes y, aun así, había noches en las que no estaban solos y ni me enteraba. Ahora he estado dos meses sin saber de ellos, solo lo que hablábamos por mensajes y quién sabe si Chris ha estado con alguien o no. Nunca lo sabré -suspiré con fuerza-. Pero no me preocupa porque después de lo que pasó, confío más en él. No puedo estar comiéndome la cabeza cada dos por tres pensando qué estará haciendo, con quién y dónde -me golpeé la sien derecha con el dedo índice-. Desconfié una vez y la cagué. Quizá me equivoque, pero es algo que nunca sabré. Por ahora confío en él y, mientras no me demuestre lo contrario, lo seguiré haciendo.

CNCO - Más que un sueño [COMPLETA]Where stories live. Discover now