|| « C h a p t e r XXV » ||

329 28 3
                                    

Miami, Florida

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Miami, Florida. Viernes 16 de Mayo de 2014.

Algunas veces amar puede doler. Algunas veces amar a alguien se vuelve realmente tóxico y no nos damos cuenta, o tal vez sí, pero decidimos ignorarlo. Pero en algunas ocasiones, algunas personas son afortunadas y podemos decir que tenemos la dicha de amar a alguien sin sufrir. Sí. Amo a un par de mujeres, Arlet. Amo a dos mujeres que lo son todo para mí, aunque nunca se los he dicho directamente, creo que lo he demostrado. Yo las amo verdaderamente.

Vivo aquí, en esta gran casa desde los 4 años, y déjame decirte con certeza que fue hasta que Ruth llegó que me pude sentir de alguna manera importante. Todavía lo recuerdo perfectamente: esa pequeña niña pelinegra de 7 años con ojos cafés, tan tierna e inocente; se veía tan llena de vida. Desde el primer momento que la ví supe que mi vida iba a cambiar drásticamente, ¿y como no?, si nunca estuve bajo el mismo techo con una presencia femenina. Si la hubieras conocido en ese entonces, te aseguro que te sorprenderías. Ruth tenía 7 años y yo 12 y déjame decirte que le tenía más miedo a ella que al mismo diablo. Porque aunque pareciera un ángel indefenso, era todo lo contrario, sí, era un ángel pero con la valentía, seguridad y fuerza de toda una guerrera. Ella desde pequeña sabía defenderse y darse a respetar, desde niña ella sabía perfectamente todo lo que valía y se los dejaba muy en claro a todos, incluyéndome.

Después llegaste tú, y créeme cuando te digo que llegue incluso a imaginar que sería peligroso vivir en una casa con dos almas femeninas, que en esa casa se formaría la tercera guerra mundial, pero afortunadamente resultó ser que no eras tan hiperactiva como ella, eso lo agradezco infinitamente, porque no sé qué hubiera sido de mí o del clan de haber sido todo lo contrario.

El primer día que te ví —justamente un mes antes de que te unieras a nosotros, porque sí, recuerdo perfectamente ese día—, supe que había algo diferente en ti. Y al fin hoy puedo decir qué era eso que tenías de diferente. Era tu felicidad, irradiabas una felicidad inimaginable, una felicidad que nunca se la he visto a otra persona, tu felicidad era y sigue siendo la más grande que he visto, que he presenciado. En ese entonces, tampoco podía entender cómo era posible, cómo podía existir una persona tan feliz, tan alegre, yo no lo podía comprender. Pero ahora entiendo el por qué. Eras feliz porque tenías a una familia, tenías a tus padres que se preocupaban por ti y que te brindaban todo su amor. Tenías todo lo que una persona pudiera desear, tenías una familia, y te puedo asegurar que tú, eras dichosa.

A ti te gustan las motocicletas de una manera totalmente diferente a todos nosotros: porque a ti te gustan por pasión, por puro gusto. Mientras que nosotros sólo lo hacemos para olvidarnos por unos instantes del mundo, de nuestros problemas. Nosotros nunca llegamos a sentir esa pasión que tú sientes, y esa es la única razón por la cual tú eres la mejor de todos.

Se que hoy es un día muy difícil para ti, Arlet. Hoy se cumple un año de aquel trágico accidente que te arrebató a toda tu familia. Pero también quiero recordarte que hoy precisamente cumples un año más de vida. Cumples 17 años Arlet, y 17 años se cumplen solo una vez en la vida, tienes que disfrutarlos. Yo no trato de decirte por ningún motivo que te olvides de que tus familiares murieron, yo más bien trato de decirte que salgas adelante, porque la vida para ti aún sigue y eso es lo que te tiene que impulsar, no puedes quedarte estancada en el pasado, no arruines con el dolor del pasado el presente ni el futuro, tienes que hacer que tu vida valga la pena, porque realmente lo vale, tú vales mucho más de lo que te imaginas, por eso sigues aquí, con vida, porque nadie más puede seguir adelante a pesar de todo lo que te ha pasado más que tú misma, y eso lo dice todo, así que tienes que seguir, sé que no es fácil, pero tampoco es imposible. Porque si yo logré aceptar la muerte de mis padres a los 4 años, con más razón tú lo podrás hacer. Yo confío plenamente en que lo puedes hacer, que lo puedes lograr. Yo creo en ti, Arlet.

Bellator ( LIBRO I ) [Completa] [Trilogía Blessed]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora