SOBREVIVIENDO

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Al día siguiente desperté empapado en sudor, había soñado otra vez con Oliver, el me decía con voz lastimera que tenga cuidado

-Pero estás muerto!- le decía - es imposible que estés aquí

Y el solo respondía cada vez más desesperado:

- solo ten cuidado -

Luego de desayunar, y todavía pensando en que podía significar el sueño, decidí que debía fabricar algún tipo de defensa para mí campamento, así como también un arma para defenderme de las fieras, y, si existían, de los nativos, ya que sabía que en el área en la que me encontraba, existían tribus de salvajes caníbales

Con el cuchillo fabrique unas estacas que clave alrededor de la caverna, estás no me protegerían de ningún primitivo caníbal, pero podrían evitar que entren animales salvajes de un tamaño mediano.

Luego con unas piedras cree un hacha, me sirvió para agrandar bastante la caverna, así como para cortar un par de árboles pequeños, con los que hice una lanza.
Luego reuní mis pertenencias, tenía dos lanzas, el cuchillo, bastante carne ahumada, y mucha fruta (del saco que nos dieron los piratas), además había mucha fruta en los árboles a mi alrededor, pero note que no tenía mucha agua. Entonces salí a buscar más
Caminé durante un par de horas, con una lanza en la mano y el cuchillo en el cinturón de mi pantalón, así en caso de un ataque estaría preparado.

Iba caminando por la playa, suponiendo que si existía algún arroyo o río tendría que desembocar en el mar.
Estaba sediento
De repente me frené en seco, había escuchado algo, era un sonido muy tenue y no podía identificar muy bien de dónde provenía pero me alegró gigantescamente: era el sonido de una cascada. Corrí hacia el agua como un loco oyendola cada vez más cerca. Cuando por fin llegué me arroje al agua nadando y tomándola al mismo tiempo, le di gracias a Dios por ese momento y luego de recuperado, quise buscar algo para poder llevar agua a mi campamento.
Grande fue mi desesperación cuando me di cuenta que con la emoción de haber encontrado agua me había desorientado ¡Estaba perdido!
Maldije y me senté en una roca, tratando de reconocer algo que me dijese hacia donde estaba la playa.
Después de unos minutos, y, todavía indeciso, me dirigí hacia donde yo creía estaba la playa.
Esa noche fue larga, ya que no sé si me desorienté en el camino a la playa o si elegí mal el camino, la cosa es que estuve vagando toda la noche en esa maldita selva, espantado por cada sonido de la noche. Cuando por fin llegué a la playa estaba exhausto, en ese momento reconocí mis huellas en la arena y pude orientarme a mi campamento, cuando llegue ya había amanecido, pero estaba tan cansado que me dormí despertando cuando el sol se estaba poniendo. Allí me di cuenta que necesitaba un medio para marcar mi camino y no perderme, al menos hasta que conociera mejor la isla.
Entonces busque lianas y las uní hasta que me quedo una larga cuerda que podía llevar ocupando todo mi brazo.
Fuí hasta donde había escuchado la cascada y até la liana a un árbol, después caminé hasta que llegue hasta la fuente de agua y até mi cuerda a otro árbol, ahora tenía una guía para no perderme.
Junté toda el agua que pude y me puse en marcha hacia mi casa
Cuando llegue, guarde todas mis cosas y me dispuse a dormir.

Todo iba bien

Me desperté súbitamente cuando oí un agudo grito que provenía de la playa me acerqué sigilosamente y lo que vi me llenó de terror: unos indígenas habían llegado a la isla
Ellos eran 6 y traían a otros dos atados, en ese momento supe que lo que iba a suceder no sería agradable, eran caníbales.
Uno de los salvajes parecía ser el jefe de los demás, encendieron un fuego y después de pronunciar unas palabras en un idioma que no conocía, destruyó la cabeza de uno de los prisioneros con una maza de piedra que llevaba, los demás saltaron encima del cadáver con afiliados cuchillos de piedra lo descuartizaron, cocinando la carne mientras reían y se bañaban con la sangre del difunto.

El otro prisionero estaba aterrorizado y cuando el jefe de los caníbales le dió una orden el comenzó a llorar y a hablar con tono suplicante
Después de observar impasible este acto el jefe lo puso de rodillas y poniendose detrás del prisionero lo degolló con un cuchillo de piedra, el prisionero no murió al instante y después de retorcerse unos minutos cayó muerto en la arena.
Lo que siguió me sorprendió enormemente, ya que apenas vieron que había dejado de moverse, los caníbales juntaron rápidamente sus cosas y se fueron de la isla, dejando el cadáver sobre la arena.
Repugnado por lo que acababa de ver salí corriendo a mi campamento y una vez mas tranquilo me di cuenta de que no podía seguir teniendo mi campamento allí, ya que si los salvajes volvían y se adentraban un poco en la jungla era obvio que yo no sobreviviría.
Juntando todas mis cosas tomé rumbo a el otro lado de la isla, que era desconocido para mi, tarde más de lo que pensé en llegar ya que mi isla no era circular, sino que tenía forma de "B" encontrándome yo inicialmente en el círculo más pequeño de mi imaginaria letra.
Cuando llegue estaba anocheciendo y pensé que debía buscar un lugar para establecer mi nuevo campamento, al final encontré una especie de pequeña meseta en la que establecí mi campamento clavando las estacas que había llevado en la única "rampa" que permitía subir fácilmente esa colina. Exhausto física y mentalmente me dormí sobre la tierra
Esa noche soñé que estaba en el bote con dos marinos, uno era Oliver , el otro no daba a conocer su rostro, pero mi camarada parecía temerle
Me desperté al amanecer y aproveché el tiempo para ordenar mejor mi campamento, luego hize más estacas, logrando hacer una verdadera empalizada alrededor del campamento, que podía llegar a detener a unos cuantos salvajes.
Luego de terminar de organizar mi campamento decidí explorar un poco esa parte de la isla. Descubrí que será muy diferente a el otro lado, ya que mientras el primer lugar donde me detuve, era mayormente selva, el nuevo campamento estaba ubicado en un bosquejo muy parecido a una quinta, con muchos árboles frutales y un clima menos húmedo que en la selva
Me preocupo un poco encontrar una fuente de agua, pero supe pronto que no sería un problema, ya que a unos 100 metros de mi campamento había un manantial que formaba un pequeño lago.
De este lado de la isla también note que había mucha más actividad animal que en la otra parte, sin embargo me fue imposible capturar uno de esos animales (parecidos a una comadreja), ya que eran muy rápidos.
Entonces idee una trampa ocupando lianas y unas estacas de madera, inicialmente hice una con un pedazo de alambre que encontré en la ropa de Oliver, pero note que podía ser más útil luego
Entonces puse las 2 trampas de liana cerca del manantial, esperando que si iban a beber, quedaran atrapadas.
La trampa de alambre la puse en el bosque, cerca de un árbol frutal.
Esa noche pensé en la posibilidad de que si había más animales, también podría haber fieras más peligrosas, que las depredaran. Pasé la noche en vilo, con los sentidos al máximo y esa idea en la cabeza, sin embargo el sueño me venció luego de unas horas.

Cuando desperté, ya era casi el mediodía, y, como sentía hambre decidí revisar mis trampas.
No conseguí nada en las de lianas, pero me intrigó mucho ver que en la trampa de alambre, este había sido cortado.
Era imposible que el animal lo cortara con los dientes, ya que se trataba de un alambre muy grueso... Entonces ... Alguien debía haber cortado el alambre, quizás seria otro náufrago como yo el que me robó la presa y el alambre...
Confundido decidí regresar a mi campamento, para poder llegar más rápido, decidí ir caminando por la playa, en ese momento vi algo que sobresalía en la arena, era una tabla, me dirijo a ella con la intención de tomarla y descubrí que había muchas en esa área, seguramente serían de un bote que naufragó como el mío, de ser así quizás el náufrago estaría cerca, pero ya estaba anocheciendo, por lo cual decidí regresar a mi campamento.
Cuando levanté la vista de las tablas, me pareció ver un pequeño punto de luz unos metros más adelante en la playa, ¿Sería lo que yo pensaba?.
Caminé hacia el con prisa, casi corriendo y al acercarme más confirme mis sospechas: era una fogata. Al acercarme más descubrí que había una especie de catre hecho a mano, con madera recién cortada. Me pregunté si la persona que lo había hecho, tendría las herramientas para hacer un trabajo como ese.

Estaba sumido en esos pensamientos cuando sentí un golpe en la cabeza, caí a la arena y vi a una nebulosa figura parada frente a mi, antes de caer inconsciente

La Bestia de la islaWhere stories live. Discover now