Telepatía - Nicolas

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El día estaba hecho para no hacer más que comer pizza y ver los Simpson, era mi hobbie favorito para boludear.

Estaba acostado viendo un episodio pero a la vez pensando en mil cosas que no dejaban mi mente tranquila. Pronto entraré a la universidad, solo me quedaba un año para terminar secundaria y pensaba que todo sería como una nueva vida para mi. Nuevas metas y cambios, muchos cambios. El pensar en todo eso me emocionaba y a la vez me aterraba, me aterraba el fracaso, debía hacer bien las cosas, debía salir adelante por mi, por mi familia. Dejé en pausa el episodio de los Simpson y prendí mi mp3, la primera canción que se reprodujo fue perfect de Ed Sheeran. Al escuchar esta canción mi primer pensamiento fue Noah, ¿y por qué? No lo sé, de hecho, casi todas las canciones del pelirrojo me hacían recordarla y en como la conocí.

El primer día que vi a Noah me pareció una chica bonita, tímida pero a la vez llena de mucha alegría, su buena vibra y su ternura contagiaba a todos, eso me llamaba mucho la atención.

Notaba que ella se maquillaba siempre, me preguntaba cómo se vería sin una gota de maquillaje.

Era dulce, de cabello castaño oscuro, lacio y suave como la seda, de sonrisa tierna y coqueta. Tenía unos hoyuelos super bonitos que adornaban su rostro, de baja estatura, tez blanca, ojos cafés llamativos y labios de una mezcla café y rojizos.

Me decidí por hablarle, quería conocerla, al igual que yo, ella era tímida pero no me ganaba en eso. A mí me costaba hablar, era callado, aunque tenía mis amigos. Me gustaba dibujar en las horas de clases cuando ya de plano me aburría.

Cuando sucedió lo de mi accidente (me lastimé el tobillo) estaba muy asustado realmente odio y detesto los hospitales y les tengo pavor a las agujas. Unos días después del accidente me comentaron que Noah había llegado a buscarme a mi casa. Tremenda sorpresa me llevé, pues ella estaba muy preocupada por mí y el que ella me haya buscado realmente me hacía sentir  especial.

Luego de un tiempo de ser amigo de Noah y conocerla, poco a poco me di cuenta que esa niña loca y rara me empezaba a gustar, pero no sabía cómo decírselo, pensaba en como reaccionaría. ¿Y si quizá no gusto de ella? No lo sé, temía por eso así que decidí callarlo.

Hasta que...

— ¿Oye quisiera decirte algo?— Noah me observa detenidamente.

—Amm ¿sí? Dime. — estaba muerto de la curiosidad.

Noah parecía tener una lucha interna, pues intentaba hablar y las palabras no salían de su boca. Después de unos minutos soltó toda la sopa.

—¡Creo que me gustas!— Dijo un poco nerviosa y a la vez exaltada . —¡Bueno, en realidad me gustas Nico!— soltó una bocanada de aire.

En ese momento me quedé en shock. ¡Vaya! Era correspondido.

— ¡Oye di algo!— Se cruzó de brazos. Sus ojos marrones me analizaban con profundidad, me sentía atrapado por ellos y asustado.

Me había tomado por sorpresa, me sentía genial y a la vez nervioso. Prácticamente también tenía una lucha interna con mis pensamientos.

— Noah tu a mí me gustas también. —Sonreí tomándola de la mano.

¡Uff! Que alivio.— Pensé. La peor parte ya había pasado o eso creí.

— Oh, ¿en serio?— Estaba muy sorprendida. Noté que sus mejillas empezaban a ruborizarse. 

— Si Noah, me gustas. — Volví a confirmarlo.  

 — ¡¿Y?!— preguntó con mucho interés .

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