Capítulo: 15

219 17 6
                                    

Volvimos a la casa sin soltar nuestras manos, y dejando un rastro de agua detrás de nosotros.
Al abrir la puerta Dae y T.O.P se nos acercaron, después detrás de ellos miré a Tae Yang.

-siguen despiertos- les dije.

-¡claro!- habló T.O.P.

-salieron así­ como así, nos alarmamos- secundó Dae -pero... ¿todo bien?

Rasqué mi nariz y alcé nuestras manos.

-¡me alegro!- sonrió D-Lite.

-aquí­ tienen- Tae se nos acercó y nos entregó unas toallas.

-gracias- mi novio y yo le respondimos.

Después de secarme un poco, me coloqué la toalla en mi cuello y me acerqué a Tae.

-oye- le hablé -¡de verdad! Perdóname por lo que te dije y de la forma en que te hablé, y... por casi pegarte- desvié mi cabeza. ¡No tengo cara para hablarle! Era mi hermano y estuve a punto de pegarle solo por mis celos.

-descuida- escucho su voz -. Está olvidado.

-¿en serio?- lo miré a los ojos.

Él me sonrió.

-¡¡GRACIAS de verdad!!- lo abracé.

-aaww- habló DaeSung -eso está mejor.

-sigues húmedo- comentó Tae cuando nos apartamos.

-¿qué?- mi Ri se nos acercó.

-será mejor que se cambien la ropa.

-y nosotros hay que dormir- comentó T.O.P.

Seung Ri jaló mi mano al cuarto.

-nos vemos en la mañana- les dije mientras era jalado.

Miré el reloj al entrar, era un poco tarde, ya iba a ser la una de la madrugada.

Seung Ri se paró frente a mí­ -sigues un poco mojado.
Hay que cambiarte- él me fue quitando la ropa.

-igual tú, pequeño- yo le quité su playera -. Pero quiero un baño caliente, Ri...- mordí­ mi labio y puse mis manos en su cintura.

Él me sonrió -creo que yo también quiero uno.

Me dirigí­ al baño, poco después escuché como se cerraba la puerta y a alguien besar mi hombro. Claro, era Seung Ri, después me abrazó por detrás.
Ambos sonreí­mos y nos quedamos así­ unos momentos. Lo extrañaba.

El agua cayó, mi panda me quitó la ropa interior y entré bajo la regadera, mientras veí­a como se quitaba la ropa con una sonrisa que mataría a cualquiera. ¡Y qué cuerpo! Sonreí­, sí­, es mi novio.

Al entrar él junto a mí­, lo abracé mientras nuestros labios se acariciaban mutuamente al igual que nuestras partes íntimas.
Era un baile de nuestras caderas, labios y lenguas, su mano acariciaba mi espalda mientras de mi boca se escapaban jadeos.

Después de lavarnos mutuamente puse mis manos contra la pared, sentí por completo su cuerpo pegarse a mí, Seung Ri respiró en mi oído y sus manos bajaron a mi pene tocándolo, acariciándolo.

FuegoWhere stories live. Discover now