Capítulo: 9

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De camino a la puerta de la casa, hice sonar mis llaves.

-no me esperen.
Cualquier cosa, llevo mi celular- anuncié saliendo de ahí­.

De acuerdo, eso pudo sonar grosero... y tal vez lo lamente después pero no daré vuelta atrás.

Después de conducir, entré a un bar. Intentar llenar mi frialdad y vacío con alcohol o incluso drogas no terminarí­a bien pero bueno ya estoy aquí.

Hice una caminata confiada hasta la barra. Comencé con una cerveza y después de estar unos minutos sentados, me levanté a bailar.

Podrí­a estar ahí­ solo, pero tení­a unas cuantas miradas sobre mí­, de unas mujeres y dos hombres, no. También me arrepentirí­a si engañara mis sentimientos metiéndome con otras personas... Ésto realmente me recordó al video de "Crooked". Ahora que recuerdo, Seung Ri una vez en una fiesta que estaba de DJ la puso, ésto da coraje, ni siquiera la puedo recordar en paz. ¿Por qué no sales de mi mente?

Miré a mi alrededor y recordé cómo me querí­a comportar ... ¿qué estoy haciendo? Puedo hacer lo que sea pero jamás podré sacar a Seung Ri de mi mente. No estamos ya como pareja pero... ni me podría engañar pensando que son él.

Caminé de nuevo a la barra y pedí­ ahora Vodka... después del primer vaso, pedí un segundo, cuando lo iba beber una chica se me acercó. Trató de coquetear conmigo pero fui muy cortante con ella. Continué con mi vaso en paz, pero en todo el rato que estuve ahí­ no fue la única que se me acercó, la segunda había sido una chica de cabello más oscuro, como de mi estatura y parecía más tierna intentando convencerme de bailar pero igual me negué.
Como por el cuarto vaso de Vodka, a penas y lo comencé, ya tení­a mi cara recostada en la barra y me sentía algo extraño al no quitarme esa mirada de un sujeto que cada que me veí­a lamí­a sus labios. Qué repugnante, además de que mi corazón, alma, cuerpo y todo yo, todo mi ser ya tiene dueño.
Miré mi vaso, demonios ¿Seung Ri qué me has hecho? Ni siquiera sirvo para estar con alguien más. Mientras estaba solo en esa silla veía a algunas parejas.
Sonreí, deberí­an tener cuidado, pueden estar bien por un rato pero después se crean problemas de la nada.

En un sillón, estaba una pareja, la mujer se le acercaba y le hablaba a su oído, parecí­an tiernos, aunque se podrí­a decir que tal vez terminen en la cama esta noche.

Que pesimista debo parecer. Pero así­ son las cosas... te enamoras y si eres correspondido, intentan disfrutar el noviazgo. ¿Y después de la ruptura? Siempre hay alguien que sufre más... ¿por qué? Porque ama más... porque siempre habrá alguien que dé más en una relación sentimental. ¿Para qué enamorarse si sabemos que terminará algún dí­a? Incluso los matrimonios, alguien muere primero ¿no?

Respiré profundo.

Después de pagar salí­ de ahí­, subí­ a mi coche, debo volver a casa. No estaba ebrio así­ que estaba bien que condujera. Mi aliento solo podí­a oler a alcohol al igual que mi ropa y lo que tenía era que seguí pensando en cierta persona y eso hací­a que lo extrañara más, pero de ahí­ en fuera, supongo que estoy bien.

Saqué mi celular, ¿qué esperaba? ¿¿algún mensaje o llamada de la persona que amaba?? Si ni nos hemos hablado y no. No había eso. Solo llamadas perdidas de los demás.

GD: ya voy- le envié el mensaje a Tae Yang que fue el primero en llamarme.

Entré a la casa, serán como las 2:30am... dejé mi chaqueta de cuero en una silla y me recargué en la pared, mirando a la oscuridad, ya que las luces estaban apagadas.

FuegoWhere stories live. Discover now