౨ৎ .ᐟ 𝘀𝘁𝘂𝗳𝗳 : 𝐝𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 𝐛𝐚𝐥𝐥

ONE SHOT ━━━━ ° GOHAN

TÍTULO ❱ Un día en la playa

PAREJA ❱ Gohan x Lectora

ADVERTENCIAS ❱ Ninguna

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Caminabas por la orilla en busca de tu novio, ya que hacía unos momentos lo habías perdido de vista. No era que te preocupase, él era un Saiyajin y podía cuidarse solo; sin embargo habían a la playa a pasar un buen momento juntos, y lo que menos querías es que haya surgido un problema mayor por el cual te tenga que abandonar para ir a pelear. Así era él, y ya te había pasado varias veces.

Pero esas ideas se esfumaron cuando lo viste asomarse más en la profundidad de la bahía, con un brazo levantado llamando tu atención. Ése joven era un aficionado por el agua, caso contrario tú que ni siquiera habías metido un pie en todo el día.

—¡Ven! ¡quiero que veas esto! —te llamó, y no pudiste responderle pues se volvió a sumergir.

Tragaste saliva mirando hacia dónde él se sumergió. Tú y el mar no eran buenos amigos, eso estaba muy claro. No desde que ocurrió ese trágico accidente cuando eras una niña y... Tras eso desarrollaste un extremo miedo a las profundidades. Tampoco sabías nadar para defenderte, y eso te hizo temblar de pies a cabeza.

Sin embargo tu novio parecía estar divirtiéndose, y no querías arruinarle su felicidad. Te sentías estúpida por dejar que tu miedo arruinara un lindo momento en el que ambos podrían disfrutar. Debías intentarlo, aunque sea por Gohan, debías superar tus miedos.

Decidida, empezaste a caminar más a lo profundo. El agua estaba llegándote al pecho y sabías que en cualquier momento te cubriría por completo. Tu miedo casi te paraliza cuando una ola estuvo a punto de golpearte. Miraste a tu alrededor: frente a ti se extendía el inmenso mar del cual no podías ver mas de quince metros a la redonda, y atrás tuyo la playa había quedado alejada y no podrían verte si te encuentras en problemas. Ibas a regresar a tierra, no era una propuesta, de verdad ibas a hacerlo.

Sin embargo, no contaste con una ola que superaba tu tamaño que se dirigía hacía ti. No pudiste siquiera gritar cuando recibiste el impacto que te arrastró más a lo profundo, donde tus pies ya no tocaban la arena. Desesperada trataste de mover tu cuerpo tratando de que Kami te envíe sabiduría y puedas siquiera flotar en la superficie, pero solo habías conseguido hundirte más de lo que ya estabas.

Creíste que ibas a morir ahogada pues ya no tenías fuerzas para seguir insistiendo, cuando unos brazos te rodean por la cintura y comienza a arrastrarte hacia arriba. Cuando tu cabeza asomó a la superficie comenzaste a dar grandes bocanadas de aire con desesperación. Estabas temblando cual gelatina y eso alarmó a tu recatista, que no era nada menos que tu novio Gohan.

— ¡____! —Habías abrazado a tu novio con todas tus fuerzas, una por el terror a volver a hundirte y otra por la horrible experiencia que habías pasado hace unos instantes de la cual habías empezado a sollozar—. Tranquila, ya estás a salvo.

—G... Gohan... Es que yo... No sé... —En aquellos instantes la vergüenza había sido superada por tu miedo—. Yo no sé nadar.

Creíste que te iba a mirar con decepción debido a tu inmensa estupidez, pero un gesto tierno compasivo adornaba su semblante.

—¿Por qué no me lo habías dicho antes? —te preguntó, usando aquel gesto paternal que te transmitía calidez y seguridad.

—B... Bueno... No quería arruinar tu entusiasmo y tu felicidad por una tontería. —Escondiste tu rostro en su cuello, esta vez sí avergonzada— . Es un trauma, ocurrió cuando era una niña, y desde entonces no he querido tener ninguna relación con el mar.

—¿Trauma? —repitió tus palabras—. ¿Qué fue lo que ocurrió?

Tú suspiraste.

—Habíamos salido en yate con mi primo mayor cuando él decidió salir a nadar —comenzaste a relatar—. Sin embargo... No vio una ola enorme lo que lo cubrió e hizo que se hundiera. Pasaron unos minutos en los que él no salía, así que me arrojé al agua para buscarlo. No era muy buena nadando, pero estaba desesperada, así que me sumergí lo más posible hasta casi tocar la tierra, y no podía ver a mi primo. Pero el aire ya se me había agotado y...

Habías empezado a llorar. Gohan trató de consolarte, con una mano acariciando tu mejilla y con la otra sosteniéndote de la cintura.

—Cuando desperté en el hospital me dijeron que no encontraron el cuerpo —retomaste la anécdota— . El océano es un lugar tan enorme que me aterra, Gohan.

Tú novio permaneció unos minutos abrazándote para intentar calmar tu llanto.

—Ahora estoy contigo y no dejaré que te pase nada malo. —Gohan se veía preocupado por tu estado emocional, así que rodeó sus brazos en tu cintura y besó tu frente con cariño—. Confía en mí y verás que el océano es más pequeño de lo que parece.

Él te envolvió en sus brazos y estampó un beso en tus labios. Sabías que tu novio no era de expresar su amor de esa forma, así que esta ocasión debía ser muy especial para él.

Reparaste en que la marea había empezado a subir bruscamente, en consecuencia había formado unas olas gigantes que se acercaban hacia los dos. Abrazaste con mas fuerza el cuerpo de tu novio, el cual se dió cuenta de aquello.

—Abrázame y no te sueltes —te ordenó.

Un aura de energía dorada lo iluminó. Múltiples descargas eléctricas recorrían su cuerpo dando a entender la transformación que pretendía iniciar. De pronto su cabello se tornó dorado y sus ojos adquirieron ese tono turqueza característico. Se había transformado en un Super Saiyajin y con su poder hizo una onda de choque que desapareció a todas las olas que podías llegar a ver, haciendo que el mar quedara libre de turbulencias.

—Creo que ahora sí podrás aprender a nadar y vencer tu miedo —te dijo, regresando a su estado normal—. Ten por seguro que no dejaré que te hundas nunca más.

Habías quedado impresionada respecto a lo ocurrido. Gohan era muy especial y siempre predispuesto a ayudar a los otros, cualidad que amabas de su persona. Él no sólo que se mostraba preocupado por tus problemas, sino que a su vez se esforzaba para ayudarte a resolverlos.

Con él, y solo con él, tu miedo no volvería a tomar control de tu cuerpo, pues él era tu mayor seguridad.