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el asunto había pasado el sábado. hoy era jueves y tyler había pasado a buscar a su amigo, que no lo había llamado hace días.
primero pasó por su casa. vio por su ventana, y todo el cuarto de joshua se veía tal y como lo habían dejado el sábado.
no se iba a rendir tan fácilmente.
caminó un poco más adelante, quedando al frente de la iglesia.

–¿¡josh!?

–¡tyler!– gritó el mayor desde alguna parte de la iglesia que el menor no pudo reconocer.

él no quería entrar. había dejado de ir desde que había escuchado en un sermón que los homosexuales estaban enfermos, y él como "enfermo" no quería ir a contagiar a los demás.

pero entró. quebró sus principios por su mejor amigo.

–¿william?

–aquí estoy.

tyler siguió los gritos de josh, que lo guiaron hasta el cuarto de limpieza.
trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada.
agarró una porteña que ocupaba a veces en el pelo, por eso siempre la guardaba en su bolsillo.
y abrió la puerta.

el cuarto estaba oscuro. no habían ventanas, olía a productos de limpieza.
y ahí estaba josh.
estaba totalmente pálido, estaba seguro de que los huesos en su cara se notaban más de lo que se podían ver antes. en sus mejillas habían lágrimas, su nariz estaba roja y sus ojos hinchados y también rojizos.

–¿qu–

–mi padre– calló joshua a ty.

–ese monstruo.

–no es un monstruo.

–joshua, cualquier persona que te mantenga días encerrado sin comida, agua o ventanas es un monstruo, no me interesa quién sea o qué haga.

el mayor trató de levantarse, pero sus piernas no respondían. tyler no quiso mirar eso.

–te voy a llevar al médico ya mismo.

//

–está deshidratado, desnutrido y su piel está un poco débil, porque no ha tenido contacto con el sol en días. deberá quedarse por unos cinco días para curarse.

luego el doctor salió de la sala.

josh estaba inconsciente en la cama del hospital con la bata mientras tyler lo miraba lleno de tristeza.

–de verdad lo quieres, ¿cierto?– preguntó su madre. a la cual el castaño había llamado después de encontrar a josh.

–lo quiero bastante.

–creo que mi esposo está equivocado– dijo la madre del pelinegro –yo he visto la manera en la que joshua habla sobre vos, y él también te quiere. ni yo ni mi esposo somos alguien para quejarnos o decir que el amor es incorrecto.

el castaño sonrió. por lo menos la madre de josh no estaba loca como su padre.

–gracias señora dun.

–dime laura.

–racias laura– dijo el castaño para luego mirar a la señora que tenía en frente, recibiendo un asentimiento de la misma.

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⏰ Last updated: Dec 09, 2017 ⏰

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church boy; joshlerWhere stories live. Discover now