-Sí, claro –dijo el rubio.

-Jimin... ¿Tienes un rato? Te veo poco y siempre acompañado –dijo el castaño.

-Sí –dijo el rubio.

-Pero... ¿No íbamos a ir al cine? –preguntó la chica.

-Podemos ir mañana o más tarde –dijo Jimin.

-Oppa...

-Si quieres quedamos otro día –dijo Hoseok.

-No.

La chica miró a Jimin enfadada y luego se fue dejándolos solos. Pensó que el rubio la seguiría, pero no fue así, se quedó con el castaño. Ellos se miraron y, gracias a la primera sonrisa del ángel, los dos se sonrieron.

-Tienes una novia un poco celosa y algo joven –comentó Hoseok.

-No es mi novia. Es una amiga...

-¿Y ella lo sabe?

Los dos rieron ante el comentario y Jimin dejó un suave empujón en su hombro, pero no muy fuerte.

Caminaron alejándose un poco hasta llegar a sentarse en uno de los bancos, a pesar de que hacía algo de frío.

-Ahora dime... ¿Cómo has estado realmente? ¿De qué conoces a esa chica? ¿Me vas a dar algún día tu número de teléfono?

-Bien, la conozco del trabajo y no, pero te aseguro que si realmente me necesitas lo voy a saber y acudiré corriendo contigo –respondió Jimin.

-¿Y cómo lo vas a saber? ¿Tienes un sentido paranormal?

-Solo lo digo.

-¿Dónde trabajas? –preguntó Hoseok cambiando de tema ya que no quería responderle a lo del número de teléfono.

-En una cafetería.

-Oh... ¿Y en cuál?

-Averígualo –dijo Jimin sonriendo.

No quería darle mucha información sobre él. Le gustaba su compañía, le agradaba físicamente y sobretodo lo poco que conocía sobre él le había encantado, pero eso era un problema para un ángel como él.

-¿Por qué nunca me dices nada? Tú sabes dónde vivo y dónde trabajo.

-Pero lo averigüé, tú nunca me lo dijiste –comentó el rubio encogiéndose de hombros, sonriendo.

Ciertamente aquel rostro no podía enfadarle, su sonrisa era la más bonita que había visto y terminó por callarse y dejar escapar una suave carcajada que llamó la atención del rubio. Hubo un silencio, pero no tenso.

-¿Por qué siempre que me ves con alguien me preguntas si es mi pareja...? ¿No has tenido amigos? –preguntó Jimin.

-¿Eh? No, bueno... Tu amigo el de la otra vez parecía algo celoso y como que quería marcar territorio... ¿No le gustas?

-No, no le gusto. ¿Y ella? ¿Por qué pensaste eso de ella?

-La escuché diciendo que te iba a rajar la camiseta hace un rato.

Jimin se había acostumbrado a recibir aquellas bromas por parte de la menor, comprendía que era una adolescente con las hormonas revolucionadas, pero aquello saliendo de la boca del castaño le hizo sonreír nervioso mientras agachaba su cara algo sonrojada.

-Bueno es que... es... es pequeña...

-¿Estás rojo? –preguntó Hoseok, le causaba ternura.

-No, es la luz. Pero además ella no me gusta nada.

Wings [Hopemin]Where stories live. Discover now