Una extraña figura es escabulló a la sala principal, pues toda la atención de la reportera se centró cuando dio clic en el primer archivo enviado que estaba acompañado por una nota personal de su contacto.

—Vamos, se que mi contacto en la policía debe de tener algo...

Ágil y rápido un ente alargado se movía entre las sillas, flotando como un suspiro.

"Nada en este asunto tiene sentido, ese comisionado solo esta ganando tiempo. No cree que le podamos ayudar solo espera que le demos tiempo, pero porque molestarse en jugar con nosotros de esa manera"

La sorpresa y el enojo invadió a Abbie que, sin notarlo, había permitido que el extraño se posicionara en un punto ciego, entre los escritorios de sus compañeros.

—¡Ese anciano es un...! —comenzó a gritar.

Pero fue entonces cuando levantó la mirada furiosa que observó a la extraña figura en medio de los aparatos su cuello anormal se asomó por encima de las hojas, sus brazos alargados y su anatomía que recordaba a medusa logró petrificarla por un instante.

Asustada se levantó sin denotar sus emociones, cerró su computadora extrayendo la memoria en donde había guardado sus archivos además de tomar el pisapapeles de antes, una gran nube oscureció la escena dándole un lúgubre ambiente que acompañado del incremento de la velocidad del viento que parecía más un silbido agonizante.

Dio unos pasos de forma tranquila, sus pies hicieron eco en medio de la solitaria editorial que con la luz tan tenue hacía parecer desaparecer al ente que la espiaba. Sin embargo, el ser se movió a velocidades vertiginosas hacia ella, su reptante caminar y sus colores opacos fueron iluminados por puntos amarillos, Abigail se apresuró hacia la oficina de su jefe inmediato, pero sabía que sería inútil así decidió tomar la pokéball de su compañera solo una leve distracción de flash para poder escapar por las escaleras de emergencia de la editorial, para cuando volteó estando de espaldas a la puerta levantó su mano en señal de la batalla que se desataría.

Para su desgracia la puerta de la oficina de abrió dando lugar una persona alta de gran fuerza, que aprisionó la mano de la reportera y le impidió moverla, las descargas de dolor y miedo perforaron la mente de Abbie, casi podía ver la aterradora figura de Hypno detrás de ella respirando cerca de su cuello de manera obscena para aprisionarla y condenarla a un destino horrible e incierto.

Con su otra mano que sostenía firme la rosa artificial, por instinto reunió sus fuerzas multiplicadas por la desesperación y la impactó contra la presencia detrás suyo.

Un quejido humano se desató en el lugar, la nube pasó y la luz cubrió la escena mostrando a un eelektross que se detuvo en seco ante la tal acción, se alistaba con un característico ataque eléctrico pues la energía había comenzado a salir de su cuerpo.

—¡Detente! —ordenó la voz desde atrás—No pensé que tuvieras tantas agallas.

Un herido Adachi soltó a Abigail para que se apartara de él y tomará una distancia prudente para ambos.

—En cualquier otro caso, como mínimo dejaría que eelektross te calcinara, pero tienes suerte.

—¿Qué rayos estás haciendo aquí? —interrogó confundida.

—Mi trabajo—respondió fríamente el policía.

Adachi se agachó para calmar a su pokémon pues se encontraba furioso con la joven chica que se había alejado de ellos.

—Me espiabas.

—Bien deducido, señorita detective—el agente de cabello rojo se incorporó—pero hay cosas más importantes de las que preocuparse.

Pokémon: Sweet and Bitter StepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora