-¿Qué?- pregunté levantándome.- ¿Lo habías hecho antes?-

-No-

-¡Eres una...- no pude terminar mis palabras porque mi teléfono empezó a sonar. Tomé la llamada.

-Lauren, debemos irnos.- habló Miller molesto.- Mathew golpeó a Alexander y nos sacaron de la fiesta.-

-¡Carajo!- solté preocupada. –Estoy saliendo.-

-Te espero en el auto.- dijo finalizando la llamada.

-Debo irme. Disfruta de la fiesta, Camila-

-¿Me dejaras?- preguntó interponiéndose en la puerta.

-Si.- quise moverla pero ella permaneció inmóvil.

-Dijiste que me sacarías de aquí.-

-Y tú que quitarías el olor a licor. Algunas cosas simplemente no suceden.- respondí elevando los hombros.

-Lauren….- suplicó.

-Debo irme.- hice otro intento por alcanzar la perilla.

-Lauren, por favor- pidió y realmente parecía preocupada.

Tenía unos hermosos ojos color chocolate.

-Bien.- cedí. –No tengo tiempo para seguir discutiendo contigo.-

-¡Sí!- dijo feliz mientras se movía de la puerta permitiéndome abrirla.

-¿Viniste acompañada?- le pregunté mientras caminábamos por el pasillo.

-Sí, mi novio y mi mejor amiga están aquí. Será mejor que no me vean.-

-¿Tu novio?- me detuve pero ella continuó caminando.- ¿Simplemente lo dejarás aquí?-

-Si.- respondió bajando las escaleras. La música volvió a escucharse con intensidad y el número de personas se multiplicó. El primer piso estaba completamente repleto de gente.

Camila caminó con rapidez para salir del lugar y agachó la mirada para evitar ser vista. Yo la seguí de cerca. Caminamos hasta el jardín principal y antes de llegar al auto le dije:

-Si ellos preguntan, diles que debes volver a casa cuanto antes y nadie más puede ayudarte.-

-¿Por qué he de mentir?-

-Porque ellos me advirtieron sobre ti.- dije sincera caminando entre los autos- dijeron que eres increíblemente arrogante y que estás loca. Debí escucharlos.- dije sonriendo.

Ella me miró y me regaló una hermosa sonrisa.

-Debiste escucharlos.-

-Lo se.- dije abriendo la puerta del auto para mirar como todos ahí dentro me miraban desconcertados.

-Hola.- saludó la morena entrando en el vehículo.

-¿Camila?- preguntó Keana como si no lo creyera.

-Hola.- volvió a repetir para la chica.- ¿tu mano se encuentra bien?- le preguntó a Mathew que ahora estaba en asiento del copiloto. Subí al auto y Miller manejo de regreso.

-Lo está.- dijo sujetando su muñeca. Sus nudillos estaban raspados e increíblemente enrojecidos. -¿Ustedes van bien allá tras?- íbamos cuatro en la parte de atrás. No había mucho espacio.

-Estoy un poco incomoda.- respondió Dinah con una sonrisa malvada. Sabía sus intenciones. Me miró –Lauren ¿Camila podría sentarse en tus piernas?- me preguntó inocente. Vi como Mathew intentó ocultar una sonrisa.

-¿Te molestaría?- preguntó Camila de inmediato.

-No… claro que no.- respondí dudosa mientras fulminaba a mi mejor amiga con la mirada.

Camila se levantó y yo me moví para que ella pudiera sentarse en mi regazo. Su cercanía me permitió disfrutar de su adictivo aroma. Suavemente coloque una mano en su cintura y la otra sobre sus piernas. Ella me miró pero traté de ignorarla.

-¿Me puedes explicar que sucedió?- le pregunté al chico de cabello negro.

-Mathew es un idiota.- respondió Keana por él.

-¿Lo soy?- preguntó su hermano enojado. –El idiota es Alex por tratar de llevarte a su habitación.-

-No te vengas de santo que no te da-

-Él no tenía derecho de…-

-¿Acostarse conmigo?- completó Keana por el.- ¿Dime cuantas veces te he encontrado en tu habitación con alguna zorra?-

-¡No intentes compararnos!-

-¡Eres un machista!-

-¡Intento cuidarte, Keana!

-¿Esto podría resultar peligroso?- me preguntó Camila en un susurro. Aunque intentaba ignorarlo su cercanía me causaba escalofríos.

-Con Keana molesta, todo es un riesgo-

Le respondí con una pequeña sonrisa antes de volver la mirada a los dos hermanos que estaban a punto de asesinarse.

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now