Kanda & Allen

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En el preciso momento en que Allen le pidió que se quedara Kanda sintió que acababa de entrar en el paraíso.

Mientras que una sensación placentera se instalaba en su corazón al descubrir que Allen lo aceptaba, que la hermosa criatura frente a él anhelaba estar a su lado tanto como él lo hacía.

Pero no tenía tiempo para quedarse abrumado ante esa revelación.

Tenía planes mucho más seductores en aquel momento.

Atrayendo al albino a él, no dudo ni un segundo en tomar aquellos labios que había estado deseando saborear desde la última vez que tuvo el honor de hacerlo.

Con cuidado, comenzó pasando lentamente su lengua sobre los dulces labios del británico, logrando obtener pequeños jadeos del objeto de sus más profundos sentimientos.

Pero Allen no quería quedarse atrás, ágilmente quito la banda elástica que mantenía atado el cabello de Kanda, enterrando las yemas de sus dedos entre las suaves hebras azul noche, colisionando sus labios con los del japonés.

No había ningún patrón que seguir mientras movían sus labios ansiosamente contra los del otro, sintiendo como se estremecían en los brazos del otro por tan simples toques.

Impulsado por la respuesta de Allen a su toque Kanda rápidamente movió su ataque de los labios del menor a la nívea piel de su cuello, ansioso por marcar como suyo a aquel magnífico ser humano.

—Kanda...

—¿Hmmm?

—Y-yo... ¿Estas... ¡Ah!... s-seguro de... Oh Dios...

Mordiendo delicadamente la piel de su amado Kanda volví a la altura de su rostro, solo para encontrarse con los ojos cromados que tanto amaba llenos de deseo y lujuria, combinados con algo de miedo y confusión.

Realmente, estar enamorado de alguien tan obtuso era sumamente difícil, y siendo Kanda la paciencia para tratar con ello era increíblemente mínima.

—Ya te lo dije Moya-... Allen. El único que tendría que dudar eres tú, ya te dije que si me aceptabas no habría vuelta atrás.

"Aunque aún estas a tiempo..." pero esas palabras no escaparon de la boca del japonés demasiado egoísta como para siquiera darle oportunidad de escapar al albino.

Demasiado temeroso de perderlo.

—Pero ¿Por qué elegirme a mí teniendo a opciones tan maravillosas como Alma? ¿Por qué escoger a quién eventualmente todo el mundo abandona?

Y una luz de compresión se prendió en el cerebro de Kanda, entendiendo, aunque fuera ligeramente, las preocupaciones de su amado peli blanco.

Sus padres al ver los defectos de su recién nacido, Mana sin quererlo realmente después de aquel accidente, incluso Neah que había sido su amante pero ya no más. Sobre todo él mismo, Kanda Yuu, deshaciéndose del británico cuando finalmente consiguió la atención deseada de la persona que creía amar.

Si Allen le temía a algo era a ser abandonado, sobre todo después de conocer aquellos sentimientos tan abrumadores y sublimes recorrer su cuerpo y alma.

Kanda lo entendía, sobre todo ahora que él también se sentía horrorizado antes la idea de no tener al menor a su lado.

Allen, para Kanda, era casi un ser divino, una creación pura y perfecta en varios sentidos, demasiado hermoso para pertenecer entre sus brazos y demasiado adictivo como para dejarlo ir, demasiado dulce y amable, e ingenuo. Demasiado de muchas cosas que Kanda odiaba y sin embargo amaba cuando venían de Allen Walker.

Hold Me Tight or Don't | D-Gray Man | YAOI | TERMINADO Where stories live. Discover now