Capítulo 17

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Ciertamente, la fiesta no había estado tan mal después de todo. Ares logró perderse entre la multitud luego de mi estruendoso portazo, salvo alguna que otra vez en la que le veía bebiendo y conversando con chicas en despampanantes vestidos. Pues, de todas maneras, no era ninguna sorpresa.

Gracias a la simpatía de Carol, y su interminable lista de conocidos, se me había presentado una posible oportunidad que no estaba en mis planes ignorar.
Y por último, por supuesto que las chicas habían festejado apenas supieron que estarían invitadas al cumpleaños de Utah, dándoles así la oportunidad de disfrutar del "hermoso paisaje"; o al menos así habían hecho referencia al anfitrión de la fiesta y a sus amigos.

- ¿Qué tal este?- Sophie muestra un vestido color rojo intenso colgado en una percha, y para mi sorpresa, sacado de mi armario.
Sentía que se repetía exactamente la misma historia; Sophie luchando por encajar y sobresaltar en la vista de Ares, y yo, en cambio, luchando por no convertirme en la aburrida, aguafiestas y bajonera del grupo.
Sin embargo, definitivamente lo era. Nadie tenía dudas de que en estas tres semanas había concurrido a más fiestas y eventos que en toda mi vida.
Aún así, ninguna decía nada; Alexa y Cris se dejaban llevar por la emoción de "el camino hacia la popularidad", lo que les generaba ignorar con facilidad la persistencia de Sophie en cuanto a Ares y su apariencia.
Desgraciadamente, no era mi caso.

Sí, por mi parte todo resultaba pésimo. Por mucho que las chicas reclamasen desde hoy en la mañana lo deseosas que estaban de ocupar mi lugar; aquella fotografía junto a Carol en la página 3 del periódico, y en varias redes sociales, no me causaba simpatía alguna.
Me había negado a leer la nota, por supuesto, pues no tenía ningún interés en recorrer el codiciado camino hacia la popularidad.
Claro estaba, además, de que no existía mucho de lo que pudiesen hablar. Y era por esa misma razón que no lograba entender como una simple foto causaba tal alboroto.

- ¿De dónde has sacado tanta ropa?- pregunta Alexa con asombro mientras mueve de un lado a otro las perchas de mi armario.
- No lo sé, no me había dado cuenta hasta el día de hoy. Seguramente Carol me la haya regalado.- suspiro. Lo único que hacía hace semanas era agradecerle, y aún así, no sentía que fuese suficiente.

Mientras los minutos pasaban, se me ocurrían excusas de todos los rubros para no ir a otra patética fiesta; pero la verdad era que prefería ir, antes que quedarme absolutamente sola. Dado que Louis, Carol y Sam debieron partir con apuro hacia Canadá por un maravilloso trato que se le presentó a la empresa, no había más que puro silencio en la casa desde hoy a la mañana.

- Mira, Aurora.- Cris llama mi atención y muestra un vestido un vestido color crema satén. Sonríe, expectante.
- Te quedaría bonito. Pruébatelo.- le respondo con simpatía.
- Es para ti, a mi no me encaja.- dice, dejándolo sobre la cama junto con un par de sandalias negras.
Sin variedad de opciones, me pruebo el vestido. Era bonito; caía con delicadeza, y terminaba justo por arriba de mis rodillas.
- No lo sé.- suspira Alexa. Se para a mi lado, observando el vestido en el espejo.- Es demasiado largo.
- Yo creo que está bien, me gusta.- me encojo de hombros, indiferente. La verdad es que el largo me hacía sentir más segura. Me paso algo de rímel y brillo labial, para luego guardarlos en una pequeña cartera.- Estoy lista.

- ¿Te parece que me veo bien?- Sophie pregunta una vez dentro de la camioneta. Afortunadamente, yo iba sentada en el asiento del copiloto junto a Joe, y no era a mi a quien le tocaba responder esa pregunta.
Me limito a quedarme en silencio mientras las chicas conversan con ánimo en los asientos de atrás. Sin duda, ellas estaban emocionadas por esta fiesta.

Las lujosas casas del barrio se veían siempre impecables. Que más daba, era un vecindario bellísimo. Los faroles en fila alumbraban la calle, ya se había vuelto completamente de noche.
- Llegamos, señoritas.- avisa. Las chicas bajan con emoción y rapidez del coche, riendo y murmurando cosas sin sentido.
- Gracias, Joe.- sonrío, y luego me bajo.
No cabía duda que la casa frente a mis ojos era la más bonita de la cuadra. Los autos estaban estacionados en una rotonda, con una fuente justo en el centro.
Era una casa moderna, a diferencia de la de Carol. Tenía al menos dos pisos, y desde aquí se veía un precioso balcón de piedra.
La entrada principal estaba a varios metros, pues había que atravesar el precioso frente primero.
Según lo que tenía entendido, hoy era una simple fiesta con amigos; sin embargo, desde aquí parecía todo menos simple.
Una vez en la entrada, seguridad nos deja pasar sin problema.
La casa por dentro era aún más bonita que por fuera. Las paredes eran de color gris y los muebles de madera oscura.
Y sí, posiblemente era la única persona que admiraba la decoración de la casa apenas llegaba a una fiesta.
El living era amplísimo, había mesas con vasos y bebidas, aunque no demasiada gente.

Una enorme puerta corrediza dejaba ver el patio. A unos metros de la piscina, se veía una tarima color marrón donde se encontraba el Dj. Este alentaba a la gente mientras pasaba de su música, y para mi sorpresa, todos gritaban; incluso aquellos dentro de la piscina con inflables de toda forma y color.
Era un patio espacioso, con mesas y gente por doquier. El servicio del catering ofrecía todo tipo de cócteles, y por supuesto, nada de refrescos.
- ¡Aurora! Viniste.- Utah se aproxima a mí con una sonrisa, su pelo estaba mojado y vestía un traje de baño con una simple remera blanca.
- ¡Feliz cumpleaños!- le felicito.
- Gracias, gracias.- agradece con simpleza.- Mira, ven.- al instante agarra mi mano y le sigo por detrás.- Me he acordado, aquí tienes.
Muestra una pequeña heladera blanca, del otro lado de la barra, llena de refrescos.
- ¡Utah!- respondo con gracia.- No era necesario.- hago un esfuerzo al decir por arriba de la música.
- Ya déjalo, agarra lo que quieras y disfruta.- contesta, y se une a un grupo de chicos.
Vuelvo junto a mis amigas con una coca cola en mano.

- Dios mío, ¿tú has visto lo que son estos chicos?- exclama Alexa.- ¡Y por qué no nos has dicho que debíamos traer bikini!
- Lo siento, no lo sabía.- digo con una mueca.
- Chicas, ¿alguna ve a Ares?
- Soph, por Dios santo. Mira a tu alrededor, hay chicos de todas las clases. Rubios, morochos, castaños, altos, bajos, rellenitos, musculosos... ¿en serio seguirás preguntando por Ares? Ten.- Cris le pasa una lata de cerveza y continúa.- Haz como Aurora, apártate de los chicos. Al menos por un tiempo, te hará bien.

Ya, porque eso a mi me estaba resultando genial, pienso.
- Tienes razón.- responde, dándole un largo trago a su bebida.- Hoy nos divertiremos.

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Nota de la autora:
¡Buenas a todos! Capítulo cortito, lo sé, preferí cortarlo aquí y hacer una segunda parte en el Capítulo 17. Muero de emoción por qué lo lean, aunque spoiler, tampoco tiene un final cerrado.

Algo que tengo muchas ganas de preguntarles hace tiempo es: ¿qué opinan sobre la portada?
Una llamativa y bonita, que dé buena impresión, es suuuuper importante para las lecturas. Pueden enviarme su opinión a través de mensajes privados o comentar aquí abajo. ¡Gracias! Cuídense mucho,
f

PausaWhere stories live. Discover now