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Aullidos, después de varios días, resonaban entre las paredes del cuarto donde el lobo estaba siendo tratado

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Aullidos, después de varios días, resonaban entre las paredes del cuarto donde el lobo estaba siendo tratado.

HyungSik daba todo por imposible. Aunque poco a poco estuviese sanando, el animal lloraba por las noches. No era por dolor físico, pues se aseguró de ponerle en un lugar cómodo, y cuando empezó a cojear, y a ser consciente de su entorno, con sumo cuidado se las arregló para no recibir mordiscos o que el animal intentase escapar. Había algo más allá, que no creía que fuese posible. El lobo estaba triste. El lobo deseaba dejar de existir antes de seguir con su vida. Preferiría haberse quedado en el bosque y que algún otro depredador le hubiese devorado, antes de seguir sufriendo de aquel modo.

Entonces, pensó en un detalle que se le había pasado por alto.

Estaba solo.

¿Cómo podía suceder? Por mucho que buscase, esa era la posibilidad que más se acercaba a la realidad. Le habían abandonado, y él no quería. Echaba de menos a su manada, familia, grupo, clan, comoquisiera que se llamase en lo que había estado, y necesitaba estar de vuelta. Su estado no se lo permitió, y se estaba sintiendo mal.

Por eso, poco a poco, HyungSik pasó a estar más tiempo a su lado.

Le hablaba de su día a día, a sabiendas de que no le iba a entender, pero igualmente lo hacía. Se sentaba a su lado mientras le veía comer, le ayudaba a mover las articulaciones cuando intentaba ponerse en pie, y llegó un momento en el que se atrevió a acariciarle la cabeza, en señal de cariño y recompensándole por algo bien hecho. El animal fue guardando los colmillos, y reemplazando su agresividad. Aunque no se mostrase receptivo, tampoco se inmutaba cuando el humano le mostraba afecto. De hecho, al final llegó a gustarle cuando su tono de voz bajaba y se volvía más suave, cuando le rascaba el lomo mientras intentaba dormir, cuando jugaba con él -o lo intentaba- tirándole una pelota de tenis que se había encontrado entre las cajas olvidadas en el desván de la mudanza. Más que un lobo, parecía un gato en cuanto a personalidad, pero aunque no se lo demostrase, gracias a él sus lágrimas habían desaparecido, y solo deseaba que amaneciese para escucharle.

Cada vez más deprisa, fue poniéndose en pie. Las hemorragias habían parado hacía mucho tiempo, y de un momento a otro estuvo listo para volver a pisar el suelo del bosque.

HyungSik no pudo evitar entristecerse cuando le sacó de su casa, y le vio partir para meterse entre los árboles, y pensó en que quizá, ese sería otro acto de buena voluntad en su vida que se quedaría en su memoria.

Hasta que, al día siguiente, vio al cánido de pelaje gris sentado en su puerta, esperándole para que le alimentase como todas las mañanas, y que le contase lo que había hecho el día anterior aunque no entendiese lo que le decía.

Hasta que, al día siguiente, vio al cánido de pelaje gris sentado en su puerta, esperándole para que le alimentase como todas las mañanas, y que le contase lo que había hecho el día anterior aunque no entendiese lo que le decía

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—YoonGi. —Dijo un día, y el lobo se volvió a mirarle. —¿Quieres que te llame YoonGi? —Con su típica inexpresividad, conectó su salvaje mirada con la del humano, y en ese momento, supo que había recibido un nombre.

HyungSik había encontrado una razón para la que esforzarse en la vida. Y esa razón, era YoonGi.

Aunque el lobo no viviese dentro de su casa, y estuviese en libertad absoluta, le acompañaba en el bosque hasta el último rincón que visitase. A veces le ayudaba a cazar, incluso había encontrado una forma de acercarle los troncos que cortaba al coche para cargarlos en el remolque. Cuando hacía frío, se refugiaba bajo el techo de madera, al lado de la chimenea en el salón de su... ¿amigo? Porque HyungSik no era su dueño, ni tampoco su amo. No le obligaba a estar con él, sin embargo tampoco se echaba atrás a la hora de ayudarle. Se podría decir que sí, eran amigos. Amigos que, pese a la barrera de especies, estaban juntos en todo momento.

La vida le iba bien a los dos. Y semanas, meses y años pasaban en compañía.

Semanas y meses que se detuvieron en el momento en el que HyungSik tuvo que ir al hospital por un dolor muscular que le estaba siendo insoportable, que le hizo quedar ingresado en el mismo tiempo en el que le hicieron las radiografías, sin haberse podido despedir de YoonGi.

Y YoonGi le lloró a la luna todas las noches, porque se había vuelto a quedar solo.

Y Yoongi le pidió a la luna un mismo deseo cada vez que se alzaba sobre él y le bañaba con su luz plateada, esperando que le escuchase. Esperando poder ver a HyungSik una vez más, y poder agradecerle todo lo que había hecho por él.

Sin embargo, el hombre no se había olvidado de aquello por lo que quería regresar, y pensó, y pensó, hasta que halló la respuesta.

En cuanto recibió la visita de YiJeon y de su sobrino, SeokJin, suspiró de alegría.

Ya era todo un muchacho que había terminado sus estudios obligatorios, y que no quería ir a la universidad. Tampoco quería trabajar, ni hacer nada. Y eso a su tío le vino de maravilla para hacerle aprender que todo en la vida tiene que conseguirse a base de esfuerzo y sacrificio.

Hasta que un día se quedaron a solas, en la sala del hospital.

"SeokJin, hay algo muy importante que quiero decirte. Te quiero como si fueras mi hijo, y por eso necesito que me hagas un favor muy importante. Sé que te negarás, pero en mi hogar he dejado algo que no puede estar sin mí. Necesito que vayas, y te hagas cargo de él. Y por favor, no tengas miedo."

SeokJin no supo cómo reaccionar. En un principio se negó, pero de pensar en la manera en la que le había dicho aquello, hizo las maletas resignado para terminar una tarde abriendo la puerta de aquel paraíso perdido entre las hojas.

Y YoonGi recibió la respuesta de la Luna, advirtiéndole de que tendría que mantener su corazón fuerte para poder cumplir su objetivo.

Fue a la casa que consideraba su hogar, a dormir a los pies de la puerta.

Mas al día siguiente, olvidó por qué estaba allí.















Ey.

Dadle amor a esta historia por favor.

En un principio no la iba a hacer.

Así que 

es0.

Nos vemos en el siguiente capítulo.~

Nightfall - Yoonjin [PAUSADA]Where stories live. Discover now