Holidays with you ➳ Im Changkyun

Capítulo 30

Chanhyuk frunció el ceño cuando vio a su hermano pequeño en la puerta de su propio dormitorio. El menor de los hermanos Im estaba en pijama, apoyado en la pared que había junto a la puerta, con la ropa que había llevado aquel día en la mano.

 - ¿Qué haces aquí?

 Parecía tan absorto en sus pensamientos que, al escuchar la voz de su hermano mayor, Changkyun pegó un saltito.

 - Estoy esperando a que Gaon acabe de ponerse el pijama.

 - ¿Hablas en serio? ¿Tienes que estar fuera mientras se cambia?

 - No quiero que se sienta incómoda.

 - ¿No lo habéis hecho todavía?

 - Llevamos solo tres semanas saliendo- respondió el menor, rascando su nuca.

 - Me hace gracia que seas así ahora- Chanhyuk se cruzó de brazos y sonrió-, ¿tengo que recordarte que eras el típico que lo hacía en la primera semana?

 - Con Gaon quiero que sea distinto- él mordió su labio inferior-, quiero que disfrutemos de cada momento juntos y creo que si vamos demasiado rápido, acabaremos mal. No quiero que acabemos, directamente...

 - Vaya, estás muy enamorado.

 Changkyun no pudo evitar sonreír y para esconder un poco este hecho miró hacia el suelo.

 - Puede ser- se encogió de hombros-. La verdad, también me da un poco de miedo de hacerlo con ella.

 - ¿Qué dices? ¿Por qué?

 - Es virgen- respondió, consiguiendo que el mayor de los hermanos elevara sus cejas, sorprendido con lo que el menor le había dicho-, tengo miedo de hacerle daño... Así que voy a respetar los "100 días".

 - ¿Qué es eso?

 Chanhyuk frunció el ceño, creyendo saber en qué consistía aquello pero viéndolo raro de su hermano.

 - Algunas personas en Corea siguen como una tradición en la que esperan cien días tras el primer beso y la primera vez teniendo sexo...

 - ¿Cuánto ha pasado?

 - Veintitrés días...

 - Los vas contando- se burló su hermano.

 - Sí, pero es que ese día tiene que ser especial.

 - Buena suerte.

 - Deja de burlarte de mí, anda...

 - Me voy a dormir- le avisó, revolviendo el cabello del menor-, gracias por decirme esto, dormiré como un bebé por saber que aún te quedan setenta y siete días para tener sexo con tu novia.

 - Buenas noches- decidió el menor, suspirando.

 - Lo serán.

 Cuando Chanhyuk se marchó suspiró. Probablemente no hubiera sido su mejor idea la de contarle a su hermano lo que pensaba hacer, pero ya no podía dar marcha atrás...

 Observó unos segundos la puerta y tocó dos veces con los nudillos.

 Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando Gaon abrió la puerta, ya con su pijama de Pororo, aquel que llevaba cuando se besaron por primera vez. No pudo evitar abrazarla. Probablemente dicho gesto había impresionado a la chica, puesto que en un principio no reaccionó ni le devolvió el abrazo, sin embargo, tras unos segundos, rodeó la cintura de él y se pegó aún más a su cuerpo.

 - Te quiero- le susurró Changkyun.

 - ¿A qué viene esto?

 El chico la observó con una ceja elevada cuando ella rompió el abrazo, mirándolo con los brazos cruzados.

 - ¿No puedo decirte de vez en cuando que te quiero?- Changkyun cerró la puerta del dormitorio y volvió a abrazarla, esta vez por la espalda y prácticamente obligándola a caminar hacia la cama.- Creo que no está mal que te lo recuerde verbalmente a veces. Y sería bonito que me lo recordaras tú a mí también...

 Gaon rio y se giró entre los brazos de él, volviendo a rodear la cintura de él con sus brazos y esta vez escondiendo su rostro en el pecho de él. 

 Ella dijo algo. Él la entendió pese a que su voz había sonado amortiguada por su propio cuerpo.

 - ¿Me has llamado idiota?- bromeó él, sonriendo cuando ella negó con la cabeza, aún sin mirarlo.- ¿Imbécil? ¿Me odias?

 - No he dicho eso- al fin decidió hablar ella, separándose del chico y mirando al suelo-. He dicho que te quiero.

 - ¿Cómo? No he escuchado bien.

 - Te quiero- volvió a susurrar ella.

 - Perdón, estoy sordo, no te he escuchado- bromeó él, sin poder evitar sonreír porque, realmente, sí lo estaba escuchando.

 Gaon levantó la mirada y lo observó como si estuviera cansada. Changkyun le dedicó una sonrisa antes de besar sus labios.

 - Yo te quiero más- le aseguró él.

 - Lo dudo.

 - No deberías dudarlo...

 - Sé cuánto te quiero, y ya que es demasiado, dudo que me quieras más.

 - ¿Qué tal si nos queremos en la misma cantidad?- le preguntó él sonriendo.