Capítulo cuarenta y dos: Como el principio (Parte I)

Comenzar desde el principio
                                    

Camino hasta el área donde se encuentra mi lavadora y secadora, la verdad es que no soy buena lavando. La verdad es que no soy buena en nada referente al hogar: no soy buena cocinando, no me gusta fregar, soy un desastre lavando la ropa y para limpiar puedo tardar años porque me distraigo. Así que me quedo viendo la pila de ropa.

- ¿No sabes lavar, Elise?

-Uhm...No sé muy bien cómo separar la ropa.

-Qué desastre eres, hazte a un lado-prácticamente me empuja con su hombro mientras comienza a separar mi ropa por color y a encender mi lavadora. Parece todo un experto.

-No vas a lavar mis bragas, eso sería raro.

-Bien, bragas se quedan sucias-rueda sus ojos.

Observo como se moviliza y sonrío, si vendieran a Rayan en una subasta, estoy segura de que recaudarían una cantidad impresionante. Cada vez me compadezco más de Breana, porque no sé cómo puede vivir sintiendo tanto por un tipo que parece un poco como insuperable.

- ¿Puedo tomarte una foto? -a pesar de que lo pregunto no espero que responda cuando ya estoy sacando mi celular y capturando la imagen-. Volveré a mis redes sociales con tu foto.

-Me sentiré halagado.

-Ajá, seguro consigo un montón de seguidores porque internet te ama.

Él ríe muy concentrado en su labor de hombre domestico del siglo XXI. Lo observo con la remota esperanza de algún modo lograr aprender algo.

- ¿Qué ha estado pasando contigo, Elise?

- ¿A qué te refieres?

-A que todos estamos muy intrigados sobre tu situación con el escritor.

Doy un respingo. La verdad es que he tratado fuertemente no pensar en la última vez que vi a Matthew, ni lo último que le escuché decirme: que me ama. Para este punto, yo no me entiendo.

Amo locamente a Matthew, me hizo feliz en los buenos momentos, lo veo y quiero correr a sus brazos, pero simplemente me detengo y pongo todo tipo de excusas para alejarlo. No me entiendo.

-No supimos manejar los malos momentos- me siento en el pequeño espacio al lado de la lavadora mientras Rayan activa el primer ciclo de lavado. Él se estira para obtener un vistazo de Summer y vuelve a darme su atención-. Ambos cometimos errores que no supimos manejar en el momento.

- ¿Y ahora?

-Y ahora siento que hay algo que me retiene a estar con él. Creo que tengo miedo de que volvamos y ante alguna adversidad volvamos a rendirnos. Tengo miedo de que volvamos a fallar. Tengo tantos buenos sentimientos por Matthew que me asusta que nuestros futuros errores me hagan transformarlos en negativo.

-Ya hay bastante fallas en tu argumento-se cruza de brazos y recuesta su espalda de la pared-. No puedes temer de un futuro que es incierto, uno que desconoces. Es como decir que temes salir más tarde de casa porque no sabes si un auto va a atropellarte, hay probabilidades de que eso suceda, son mínimas, pero igual saldrás de casa ¿Cierto?

-Sí...

-Entonces no puedes temer de algo que no sabes si pasará solo porque hay posibilidades de que ocurra-enarca una ceja como si me dijera "¿te das cuenta de que eres tonta?" -. Yo en su momento amé a Melissa. Fue mi novia de toda mi adolescencia, discutimos un montón y pasamos muchos malos ratos, pero no voy a negar que seguíamos juntos porque sabíamos que habían buenos momentos.

»Yo sabía, Elise, que amar no solo conlleva sonrisas y felicidad. Debe haber un equilibrio, y así como se está arriba en el tope de lo bueno, a veces solo nos toca sentir tristeza y atravesar lo malo. En esta vida no salimos intactos del dolor, pero nosotros decidimos cómo lidiar con ello. Si vas a vivir asustada de que amar conlleva a malos momentos, entonces resígnate a estar sola, o a estar con alguien que no te haga sentir demasiado, para de esa manera proteger tu corazón.

Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora