Capítulo 16

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Candelaria se levantó de la cama. Desnuda, se volvió a vestir. Echó una mirada a Ruggero, semi dormido. Y desnudo, también desnudo. Era hermoso. Pero su papel terminaba aquí, debía apartar la vista de él, seguir adelante, volver a Chile, con la gente que le pertenecía. Pero antes... confirmarle a López que Karol estaba muerta.

- Y todo por rechazarlo... - negó con la cabeza - ese hombre está fatal. - sonrió y se terminó de colocar el ceñido jersey negro. Los leggins negros. Las botas negras.

La chaqueta negra. Más vale que hoy pase desapercibida.

Terminó de cerrar la maleta. Ruggero se levantó.

- ¿Dónde vas?

- A hacer unos cuantos recados antes de irme.

Ruggero bufó.

- Que he hecho, dios mío... - se cogió del pelo. Recordando las palabras de Karol. Confío en ti. Confío en ti, confío en ti, confío en ti...

- Has hecho lo que deseabas. - Candelaria le guiñó un ojo.

- Pero no lo que sentía. Y yo estoy enamorado de Karol.

- Oh, me parece maravilloso, machote. Pero le acabas de poner unos cuernos...

- hizo una señal. - así de grandes. - se encendió un cigarro. - ahora si me permites...

Cogió el móvil que había colocado encima de uno de los muebles. Y se dirigió a la salida.

- Esto queda entre tú y yo, Ruggero. Te quiero... - dijo riéndose, y salió de esa casa.

- Hija de puta... - masculló Ruggero, se levantó de mala gana vistiéndose.

Y con la peor sensación que se podía sentir en el cuerpo.

Karol terminaba de recoger unos papeles del escritorio.

- Bueno... - dijo mirando el reloj. - aun tendré tiempo de cenar con Ruggero. - sonrió, viendo que habían pasado tres horas y eran las nueve menos cuarto de la noche.

Valentina se asomó por su despacho.

- Karol...

- ¿Si?

- Hay una chica... Camila, creo, quiere verte.

- Ah... - Karol quedó pensativa. Candelaria. - Dile que puede pasar... - sonrió. -¿Le habrá pasado algo a Ruggero? - dijo preocupada.

Candelaria apareció en su despacho.

- Hola, vida. - la saludó ella.

- Buenas noches. - sonrió Karol. - Dime... ¿ha pasado algo con Ruggero?

- Oh, sí, eso quería contarte... - se sacó el móvil... - es... una pequeña cosa que quería mostrarte...

El volumen al doce, al tope. Le dio al play. Y le enseñó el video a Karol. Ella quedó extrañada al principio. Las piernas le empezaron a temblar. Candelaria no dejó de formar una sonrisa en su cara. Mientras veía la expresión de Karol. Viendo a Ruggero. Viéndola a ella misma. Follando. Y gemidos, y jadeos, y deseos entre ellos dos.

Los ojos de Karol empezaron a humedecerse.

- No... - susurró. No sentía su cuerpo, pareció como si su alma hubiera volado lejos y la hubiera abandonado. Una sensación de ira y de pura depresión la abrumaron. - ¡No! - masculló, aun sintiendo en su cabeza a Ruggero disfrutando de Candelaria, haciéndoselo, mientras gemía su nombre.

Karol tiró el móvil contra la pared y se cubrió los ojos con las manos. Le ardían. De dolor, de pura ira, de todo en general.

- Es de apenas hace una hora. - sonrió Candelaria. - espero que disfrutes de tu luna de miel. - se rio y se dirigió hacia la puerta. - Por el móvil, no te preocupes, ya me compraré otro... total, la tarjeta de memoria es la misma. Así lo tendré de recuerdo.

Protégeme Amándome #2T |Hot/Ruggarol|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora