Un San Valentin Diferente- jb {ADAPTADA}

TRES

Justin estaba nervioso. No se consideraba una persona insegura, pero era la primera vez que hablaba con ella y quería causarle buena impresión... a pesar de sus amigos.
— Menudo coñazo de clase ¿eh? — Dijo intentando romper el hielo — la Alyssa estaba que trinaba. No sé a quien le pueden gustar las matrices.
— A mi me gustan — la voz de ella, sorprendentemente clara, lo sobresaltó — además, Alyssa hace su trabajo lo mejor que puede.
Justin quedó cortado. Había intentado sacar un tema... y criticar a los profesores siempre le había dado buenos resultados. Se sintió acorralado y le contestó abruptamente:
— Ya... Bueno, ¿a que hora quedamos?
— ¿Qué?
Esta vez la sorprendida fue ella, y Justin se dio cuenta de que no estaba enfocando las cosas de la mejor manera.
— Quiero decir... que... bueno ¿me darás esas clases?
Ella lo seguía mirando con incredulidad, y él se empezó a sentir incómodo. Seguramente pensara que era corto de mente o algo, pero la opción que Alyssa había propuesto le gustaba... y le había dado la excusa que necesitaba para hablar con ella.
— ¿De verdad quieres que te ayude? — ella lo miró curiosa.
— Si pudieras...
— Bueno... podría intentarlo.
— ¿Entonces...?
— Estoy libre a partir de las seis.
— Vale.
— ¿Nos vemos en el aula de estudio? — le gustó que ella tomara la iniciativa.
— De acuerdo — dijo sonriéndole.

_____ no correspondió a su sonrisa, y Justin se alejó. Sorprendido y contento al mismo tiempo. Le daba la sensación de que nunca había tenido una conversación tan formal... pero por lo menos había hablado con ella.

~
A las 5:30 de la tarde, ______ estaba más nerviosa de lo que recordaba haber estado en la vida. Sentada en la cafetería, con Jey al lado, le daba vueltas a la pajita de su refresco. La perspectiva de pasar un tiempo con Justin le encantaba, y sabía que tenía que dejar de estar a la defensiva. Era un trazo de su carácter que había desarrollado hacía, relativamente, poco tiempo. Antes era más abierta, pero ser el objeto de bromas preferido de la clase, había hecho que cambiara abruptamente su manera de ser.

— No me puedo creer que le vayas a dar clases a Bieber — la voz de Jaden, su mejor amigo desde que podía recordar, la sobresaltó — estarás en las nubes.
— Que va... más bien creo que voy a echar fuera toda la comida — _____ se sinceró, Jaden era de las pocas personas del instituto a las que apreciaba. Siempre estaba allí para apoyarla cuando hacía falta, aunque, a diferencia de _____, todo el mundo quería a Jay. Él iba un curso por encima y, cuando estaba a su lado, nadie se atrevía a decirle nada. Era de las cosas que más odiaba de la gente del instituto... cuando estaba sola nadie tenía problemas en atacarla, pero cuando Jaden se hallaba cerca ni se le acercaban. Eran unos auténticos hipócritas.

— ¿Sigues pillada? — le preguntó él.
______ había cometido el error de comentarle a Jaden que Justin le parecía interesante... y este la conocía demasiado bien como para saber que ella nunca decía las cosas por decir. La bromita "Bieber" había sido su tema preferido desde casi principio de curso, aunque parecía que últimamente se había olvidado. _____ resopló al darse cuenta de que probablemente Jaden fuera a volver a la carga.

— De verdad que no entiendo que es lo que te gusta de él.
— ¡Jaden! — _____ le riñó, mirando furtivamente hacia los lados — ¿quieres que se entere todo el mundo?
— Por esa reacción, me imagino que la respuesta a mi pregunta es un si — dijo él echándose a reír — pues no sé... creo que si tanto te gust...
— ¡¿QUIERES CALLARTE?!
— Está bien — bajó la voz — digo que si te gusta, deberías hacer algo.
_____ intentó echarle su mejor mirada escéptica.
— Ya... es verdad — imitó la manera de hablar de Sarah — ¡como soy tan cool, se va a enamorar perdidamente de mi!
— Venga _____, él no parece mal tío... aunque vaya con esos petardos.
—- No quiero hablar más del tema, Jay — _____ se levantó, haciendo que su silla rechinara contra el suelo.

La gente de las mesas más cercanas se giró, mirándolos.
Siempre que hablaba del tema se ponía igual. Sabía que era tonta por fijarse en él, pero desde luego que no era tan tonta como para tener la más mínima esperanza.