19 | castigo

22.1K 2K 522
                                    

Tanto Dominic como Ivonne han regresado a la casa donde ella ha vivido junto a sus hijas todo este tiempo, planean realizar la mudanza hoy mismo, pero más que eso... hacerle saber a su rebelde hija las consecuencia de sus actos. Saben que está aquí.

– no debemos ser muy brusco con ella, Dominic, solo complicaríamos más las cosas.

Él no le dice nada y sólo se dedica a subir la escalera a paso despreocupado hasta la habitación de su hija donde toca y al no recibir respuesta inmediata, arranca el cerrojo de la puerta para después abrirla. La ve recostada en el sofá con un libro en sus manos y la mirada fija en ellos. Dominic atrae el libro hacia él con su poder y se lo entrega a su esposa.

– quémalo – le ordena haciendo que los ojos de la chica se abran con terror.

Ivonne lo toma y hace el fuego salir de sus manos hasta consumir el libro por completo, reduciéndolo a cenizas para luego sacudirse las manos.

La chica está incrédula – ¿por qué? – pregunta – ¿por qué descargan su odio con mis libros?

– no es odio, es que sé cuanto los amas, sólo por eso – responde con sencillez su padre mientras que Ivonne se acerca a su estantería repleta de toda clase de libros.

– ¡no, no, no! – grita intentando ir hacia su madre, pero Dominic la mantiene inmóvil – ¡por favor, no!

Ivonne toca una parte de la estantería y el fuego se expande rápidamente por todos los libros aunque lo mantiene controlado para que no queme nada más. La chica mira con horror el fuego, no sabe qué hacer y tampoco es que pueda hacer nada al respecto, después de todo está inmóvil. Todo dura apenas unos segundos antes de quedar reducidos a cenizas con las llamas ya apagadas.

Ivonne la mira – ¿cómo se siente perder algo que amas mucho, Indra? – le pregunta cruzándose de brazos – ¿verdad que duele mucho? Piensa en el dolor que sientes ahora y multiplícalo todas las veces que menospreciaste a tu hermana... Eso es justo lo que sintió Akira durante todos estos años.

– ¡cállate! – le grita cargada de ira – ¡siempre Akira, Akira, Akira! ¡me importa menos de una mierda lo que le suceda a esa infeliz! ¡no crean que voy a arrepentirme de lo que le he dicho, yo la odio y deseo que se muera justo ahora!

Después de eso se crea un breve silencio que es interrumpido por Dominic arrastrando una silla hasta donde ella está, se sienta en ella apoyando sus brazos en el respaldo y la mira con tranquilidad.

– ¿piensan golpearme ahora por lo que he dicho? – la rabia ha teñido su rostro casi tan rojo como su pelo – ¡háganlo, no me importa!

– yo te juro que no pretendía llegar hasta este punto, pero tú no me pones las cosas muy fáciles, Indra – le habla suavemente – juro por mi vida que te amo más que a mí mismo, eres parte esencial para mí y te bajaría una estrella si me lo pidieras. Tu madre es testigo de que soy muy tolerante y condescendiente porque siempre la apoyé y consentí en todo.

– ¿y eso a mí que me importa?

Dominic sonríe – sólo intento explicarte como soy realmente: muy paciente, pero contigo mi paciencia ha sobrepasado sus límites – suspira – quería cambiar tu forma como lo había hecho con todos los demás, de una manera sencilla, pero veo que eso era una pérdida de tiempo... Tendré que usar mi poder en ti.

Ha empezado a sustituir su rabia por temor. Arruga el ceño – ¿a qué te refieres?

– voy a presentarte a alguien muy especial, estarás con él un tiempo que puede durar hasta la eternidad o bien hasta que te des cuenta por ti misma de alguna manera para salir.

La Reina De Drácula Donde viven las historias. Descúbrelo ahora