2 - Sueños Falsos

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 Los días posteriores al accidente no fueron fáciles

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Los días posteriores al accidente no fueron fáciles. Las cosas en la escuela se volverían muy extrañas. Todo cambió para siempre. Todo cambió en mi para siempre.

   Luego de caer inconsciente nos lograron sacar del fondo del barranco gracias a un intenso operativo de rescate . Nos llevaron de urgencia a la clínica más cerca. Solo llegamos dieciséis con vida. Nuestra profesora había muerto junto a más de la mitad de mi curso. Yo pase dos días en cuidado intensivos ya que mis costillas rotas habían dañado alguno de mis órganos. Mis hombros dislocados solo sumaron más castigo a mi cuerpo y días de recuperación. Di gracias a todos los dioses posibles cuando supe que Ana (mi mejor y eterna amiga) se recuperaba en la sala que se encontraba frente a la mía con solo heridas leves y alguno que otra hueso roto. Al lunes siguiente ya podía caminar, lo primero que hice fue a visitar a mi amiga, al vernos solo nos abrazamos y lloramos muchos minutos sin decir una palabra. Las enfermeras tenían la orden de dejarnos a solas. Luego las visitas eran más frecuentes, yo casi pasaba el día junto a Ana.

    Fue en una de las conversaciones con ella que me enteré de algunas cosas. La directora del Ellian College tuvo una rueda de prensa esa misma tarde del accidente, la que no termino nada de bien para ella. Un grupo de apoderados liderados por los padres de Victoria la intentaron agredir lanzando algunas sillas y la intentaron atrapar para desatar su rabia, pero logró evadirlos y ocultarse en su despacho. El informe devastó a los familiares de mis compañeras. A pesar de todo esto el colegio sólo postergó unas semanas el inicio del segundo semestre, la fecha de retorno era el 5 de septiembre. Pero no solo nosotros tuvimos sufrimos con el accidente, el bus de nuestra escuela hermana el "Saint College" que fue alcanzado por el nuestro, también cayó al barranco y este se llevo la peor parte ya que luego de caer sobre nosotras se deslizo unos metros hacia el rio, ahogando a la mayoría de los supervivientes malheridos. Su tragedia fue peor a la nuestra: Su maestra muerta y solo siete alumnos sobrevivieron, no podía pensar en otra cosa que no fuera aquel maldito accidente. El sentimiento al despertar, el beso de mi madre, debí quedarme en casa así ya no tendría esta imagen de mis compañeras muertas frente a mis ojos, aunque no compartiera con la mayoría cualquiera se quebraría al presenciar aquella masacre, sentía tanta impotencia en aquel momento, solo podía llorar.

   Junto al resto de mis compañeras empezamos a tener sesiones grupales con el psicólogo del hospital, luego nos entrevistan individualmente a cada una. Se intentaban asegurar de poder dimensionar las secuelas que tendríamos más adelante, pero esto solo me causaba un enorme malestar. Durante las sesiones individuales debía relatar paso a paso el doloroso incidente. Cuando llegaba a la parte de que el bus caía y abría los ojos para contemplar aquella horrorosa escena, una sensación de repulsión nacía en mi interior y empezaba a vomitar. Estas sesiones eran todos los días, una verdadera tortura, necesaria según los doctores pero no para mi, en mi interior solo quería que me dejaran tranquila.

   Luego de un par de sesiones y a medida que recordaba aquel incidente empece a tener sueños muy extraños. La mayor parte del tiempo se trataban de Victoria haciendo cualquier cosa, desde ella en un día de escuela hasta escenas de ella en su casa con sus padres. Todo esto lo podía soñar con tanto detalle, incluso más que mis sueños normales. No podía entender porque mi mente estaba tan obsesionada con ella, bueno, hasta aquella noche.

Pecados del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora