Octógora: El Lamento de las Almas Pérdidas

2. LA MUERTE DE UN REY

(La imagen es de Suré)

Yo no sabía que hacer en ese momento, parecía que lo habíamos perdido, si perder a un hermano puede ser doloroso no se diga que lo pierda dos veces, se veía perdido y triste sin saber qué hacer, luchaba por no llorar pero sabía que por dentro deseaba eso, lo conocía muy bien al igual que Farrell. 

Ella había ido con Ixtlilxóchitl a buscar a Nayeli que había desaparecido en medio de todo el problema que hubo con ese detestable y miserable dios, mientras tanto teníamos que volver a la Wey Techan, teníamos que ir para calmar a las personas, ahora él es el rey de este mundo, él nos manda, es el esperado Tlatoani que se ha esperado desde hace siglos. 

Yoltzin lloraba a mares aún, quién no lo haría en su lugar, era la madre del hijo del ex rey, sería una reina y aunque lo negaría en voz alta.. ella quería mucho a Dallas, le amó como nunca nadie le quiso ni le querrá. 

Ella se enamoró de ese chico a pesar de que se encontraba casada y yo sé que esconde algo, un secreto, todos lo tiene aquí no descansaré hasta saberlo. No descansaré hasta saber que es lo que esconden todos aquí. 

Ah decir verdad podía comprender el porqué del que había escogido Dallas a la Tlatoani, además del poder y el puesto que tiene, ella... aún mantiene su cuerpo, se vea realmente hermosa pero no puedo pensar en esas cosas, yo tengo a Scarlett, que me sigue esperando. 

¿Cómo puedo pensar eso de ella? ¿Cómo si quiera se me pueden cruzar esos pensamientos? 

El lugar parece tener cierto ... ambiente siniestro aún, las paredes que aún quedan en pie mantienen el polvo y la suciedad, la hermosa cúpula que alguna vez se alzó sobre la estatua destruida de la diosa lunar ha caído abajo, dejando una hermosa y no tan fuerte luz del sol. 

El día de los muertos aún no ha acabado, falta mucho para que termine y tenemos muchas cosas que hacer, Tawilmetzti da órdenes de traer a varios vasallos para preparar la transmisión del nuevo rey, pronto será su coronación, pensar que hace tan poco tiempo nos encontrábamos en una ciudad mundana, una ciudad humana, pensando en fiesta, pensando como simples humanos y ahora... ahora hemos vuelto y todo ha cambiado. 

Mi mejor amigo es el rey de este mundo, mi mejor amiga sigue con el corazón roto por el hermano del nuevo rey, hay destrucción, hay dolor pero más que todo  hay esperanzas en los hijos del noveno elemento. 

Hay aires de cambio, se espera que al menos haya una tregua entre los iluminados y los oscuros, que la paz vuelva a reinar en este mundo luego de siglos de separación, aunque no tengo idea de cómo lo hará él. Quizás le sirva de mucha ayuda el que ahora tenga de aliado y amigo ese estúpido.... ese oscuro... el príncipe de las tinieblas como es conocido popularmente en los alrededores de la legión de los caídos. 

Caminé un poco hacia las afueras de la estructura que se esta cayendo poco a poco, para poder tener una mejor vista de cómo se encontraba el valle, el desierto en qué se había convertido, dónde habíamos caminado para llegar hace unas horas... ahora es un valle de nuevo, el cauce de los ríos se están volviendo a llenar. Los árboles empiezan a crecer extremadamente rápido. Algunos animales han vuelto, todo está volviendo a ser como cuándo ellos llegaron. 

El sol sigue estando en lo más alto del cielo pero los  árboles tapan un poco para dar sombra a estás horas, el lugar se encuentra lleno de personas, han llegado desde la Wey Techan para ayudar a la transmisión del mensaje del nuevo gobernante, de nuestro nuevo gobernante. 

Quizás esto enoje a algunos de los gobernantes o nobles pues algunos cargos pueden cambiar, cuándo llegó Dallas al poder no cambió nada en los puestos de altos cargos, pues no le interesaba para nada, en cambio... Oliver no es así, habrán varios que querrán su muerte.