6. HERALDOS DE LA MUERTE

3 0 0
                                    


No le puedo fallar a Sochiyok, no puedo fallarle aunque sea una misión suicida, pienso mientras hago los preparativos para que la reunión de los gobernadores comience tal como se tiene previsto para tomar la fecha de coronación del nuevo rey y la búsqueda del alma del anterior. 

Pronto estos bastardos caerán, pronto una nueva alianza, nuevas legiones, realeza y dioses nos gobernarán. Está represión se acabará y nosotros ganaremos. Moví unos papeles y los llenaba con suficiente rapidez, todos se encontraban ya con sus asesores. 

Él no vendrá sino que lo hará su representante legal, es un suicidio su plan, aún no me creo nada de eso que nos va a ayudar, no entiendo como no presentarse a esta corte nos podrá ayudar a distraer la atención de nosotros y ponerla en manos de nuestra víctima. 

El salón se encuentra lleno ya de los gobernadores, tenientes, capitanes, coroneles y los sacerdotes principales de todo este reino unificado. Los grandes mercaderes y dueños de grandes fortunas también han venido como parte de la toma de decisión. 

En medio de toda aquella muchedumbre se encuentran los diez tronos de piedra dónde descansaban los gobernadores con sus asesores personales, frente a ellos se hallaban el gran trono de huesos en el que se encontraba sentado Oliver, vestido con un traje formal y una gran capa hecha de algodón y una pequeña corona que no era tan vistosa como las de los demás gobernadores. 

Tawilmetzi hizo su entrada entonces y pidió comenzar la reunión con el hechicero como representante del gobernador Sochiyok, entendía las razones y no deseaba hacer más retrasos para decisiones que ya habían sido tomadas hace tiempo, tenía que tomar sus cartas y solo quedaba rogarle a los dioses que todo saliese de acuerdo al plan. 

  — Yek Shiajsikan muchi, ini tonal tejemet tiishtemusket ne kolonasion ipal  ne Wey Tlatoani Axayacatl Atzin  wan ne temuailis ipal Wey Tlatoani Huitzilíhuitl Atzin— Habló Tawilmetzi ante toda la corte, creando un silencio sepulcral ante todos los presentes. 

(Bienvenidos sean todos, este día nosotros elegiremos la coronación del Gran Rey Oliver Schmidt y la búsqueda del Gran Rey Dallas Schmidt ) 

— Yo os pido la fecha de coronación para el festival de Tonatiuh, veintiuno de diciembre, una fecha simbólica y que no tendrá un gran coste para la nobleza y los mercaderes, la búsqueda del otro rey no nos interesa mucho y nadie de los representantes aquí presentes desea pagar esa pérdida de tiempo— Habla un señor de piel morena y revestido de joyas y ropas caras. 

Su apariencia da a entender que es el jefe de la nobleza comerciante presente en el lugar. 

— Los nobles de Ejekat, Tal y At apoyamos la fecha que han propuesto, nos parece buena idea que la coronación sea el día veintiuno de diciembre, habrá menos gastos por parte nuestra y los recursos para la travesía del alma de Lonan serán pagados de los tributos del estado, no serán quitados directamente ni les afectará mucho— Habla una mujer de apariencia joven, cabellos largos y negros como los de Tawilmetzi. 

Ojos rasgados y piel bronceada casi caramelizada, de gran porte y vestida con prendas de una tonalidad azul índigo y un símbolo extraño se encontraba en su pecho. 

— Los guerreros no nos parece  la fecha disputada, hemos encontrado enemigos que se hallan cerca de la frontera, necesitamos atacar pronto y estar a la defensiva y listos para un contraataque si planean hacer su fiesta barata y política hacedla lo antes posible— Habló otra mujer de aspecto macabro. 

Tenía una gran cicatriz que le mercaba la cara, cabellos negros y tez oscura también, se encontraba con uniforme que aspiraba al de un gran felino, lo parecía en verdad con su feroz mirada y sus ágiles movimientos. 

Octógora: El Lamento de las Almas PérdidasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon