S e i s

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Los sueños pueden significar, en mi opinión, dos cosas; pura imaginación de tu subconsciente o, por el contrario, ser la revelación de algo importante en tu vida. El caso es, ¿Cual de las dos opciones es la que me abarca?

Tengo razones de sobra para pensar que mis sueños con criaturas, lugares y situaciones de un mundo inimaginable, puedan tener relación con los últimos acontecimientos de mi vida. Sin embargo, esos sueños me atormentan desde mucho antes de conocer al tatuado y de saber que mis amigos en realidad son— por lo que dicen—un pequeño escuadrón de guerreros celestiales.

La voz de Suryan se ha grabado en mi cabeza y no deja de repetir siempre la misma frase; Haré que recuerdes quien eres.

Lo dijo con tal seguridad y firmeza... me habla como si me hubiese conocido en otra vida, me mira de tal manera que tengo que agachar la cabeza y mirar mis zapatos, su cercanía me estremece desde la punta de mis pies hasta la última hebra de mi pelo y odio su exasperante personalidad arrogante. Será idiota... pero ese idiota irradia un aura de paz que es indescriptible, una tranquilidad arrolladora te rodeaba sin tú siquiera pedirlo... una confianza a niveles extremos e inexplicables.

Quizá sea uno de sus tantos poderes angelicales, porque de otra manera no entendería cómo es que no me encuentro encerrada en un hospital para deficientes mentales.

Alexia y Viviane me han explicado muchas cosas estos días, como por ejemplo que puedo crear una explosión con solo un chistar de dedos. Eso si, con un entrenamiento adecuado.

Ashton me ha estado dando muchos libros con distintos tipos de mitologías e información sobre ángeles, sus funciones, propósitos, misiones y todo ese tipo de cosas. 

Ya hasta veo plumas en el café.

Jace me había dado más de un dolor de cabeza, desde el día en el que me enteré que eran Templarios ha estado muy distante conmigo. He intentado hablar con él, pedirle el porqué de su cambio de actitud conmigo, una explicación de su persistencia en ignorarme... pero no me daba ni la oportunidad de decirle buenos dias por la mañana.

No sé qué he hecho para que esté tan enojado.

—Vete a casa Tracy, yo terminaré lo que falta.

Le quito el paño de limpiar las mesas a mi nueva compañera y la obligo a irse. Ha sido su primer día, podía ver el cansancio en sus ojos y la obligación que le suponía el mover un solo brazo.

Shawn la ha machacado mucho, apenas sabía como poner en funcionamiento la cafetera y ha estado toda la tarde vigilándola y poniéndola a prueba todo el rato. Si no fuera porque he estado ayudándola, desde el principio ya la hubiese despedido.

—Gracias, Katherine— me da un abrazo y veo como coloca la correa del bolso en su hombro antes de cruzar la puerta de cristal. —. Te veo mañana.

Le sonrío y agito mi mano despidiéndome porque también estoy cansada, y estoy deseando de acabar de limpiar el local para poder irme a casa y disfrutar de un buen baño con agua caliente.

Suspiro mientras termino de guardar los productos de limpieza en su respectivo cuartichín, me quito el delantal y lo cuelgo en el perchero que hay en el almacén.

Salto en mi sitio y suelto un grito ahogado cuando alguien me abraza por la espalda.

Se supone que estaba sola.

—Lo siento amor, perdóname.

Empieza a darme pequeños besos en el hombro y sube hasta mi cuello.

Me retuerzo en sus brazos y consigo zafarme. Lo fulmino con la mirada y me doy la vuelta recogiendo mis cosas a mayor velocidad.

¡Eso es, Katy!

Suryan ©  || [Sin Editar] Where stories live. Discover now