CAPÍTULO 32

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Tenía una de esas sensaciónes desagradáblemente agradables como tener el estómago tan lleno que parece que vas a explotar. Había que admitirlo, Karen, la madre de Liam, era una de las mejores cocineras que había conocido en la vida. Es por eso por lo que llevé todo lo que sobró de la cena a casa, Karen me los metió en diferentes tupers, y yo me sentía la persona más afortunada del mundo con mi bolsa de comida entrando en casa. Metí la comida en el frigorífico y me dirigí a mi habitación para poder ponerme el pijama, pero nada más entrar vi una sombra sentada en mi cama.

- Tu puta madre Harry! Joder, ¿es que eres idiota? Casi me matas imbécil!- Vale, lo admito. Puede que me pasase un poco con los insultos, pero era de sangre caliente y me había dado un susto de muerte.

- Lo siento, no era mi intención.- Dijo levantándose y riendo, pero sin que la risa le llegase a los ojos.

- Oye, ¿estas bien?- Pregunté acariciándole los brazos.

- Si es solo que... bueno, ahora me tengo que ir, pensé que vendrías para cenar y te he esperado, pero se me ha hecho tarde.

- Lo siento Harry, no tenía planeado ir a casa de Liam, pero sabes que la comida casera me puede, no sé es una fuerza superior a mí, no lo controlo.- Dije en bromas y eso consiguió sacarle una pequeña sonrisa.

- ¿Mañana estás libre? Creo que tenemos cosas de las que hablar.

- Si, después de clase estoy libre, podemos ir a dar una vuelta y hablar un poco.

- Claro, genial.- Dijo dando un suave beso en la mejilla y desapareciendo. Vale, si en la historia de la humanidad ha habido algo más violento que eso, yó, no lo conozco. Anda Marel, haz un favor a la humanidad, cállate y date una ducha. Pues nada, ha hacerle caso a la inteligencia en persona! Me metí en la ducha a pesar de la hora que era, no era de las que se duchaban por la mañana, por muy mal que oliera, conseguía auto-convencerme de todo lo contrario para poder seguir durmiendo. Salí envuelta en una toalla, me puse el pijama y preparé todo para el día siguiente. era un poco tarde y estába cansada, pero con la visita inesperada de harry, sabía que no conseguiría dormirme facilmente así que me puse a hacer la mochila y elegir la ropa para el día siguiente. Saqué unos skinny jeans de tallo alto negros, camiseta de tirantes negra y corta, unos zapatos de tacón negros, jersey de lana beige y una chaqueta de cuaro. Cuando me dí por satisfecha al añadirle unos cuantos accesorios, me metí bajo las sábanas, mi lugar favorito. Los ojos se me cerraron al instante pero un vivración hizo que las abriera a los pocos segundos.

"Buenas noches preciosa! No hay nada que me gustase más que estar ahí contigo, porque sabes que te necesito, sabes que eres tú la que me hace fuerte." (Acordaos de que Zayn le escribió la canción Strong a Marel). Y como nó, la batalla volvía a empezar. Harry se había pasado la tarde esperándome y Zayn me mandaba un mensaje de buenas noches, ese mensaje de buenas noches. Por mucho que mi cabeza volviese a empezar a dar vueltas, estaba demasiado cansada, por lo que en pocos segundos ya estaba dormida.

(...)

¿La vida me odia? ¿es algo que he hecho? ¿tal vez es el karma? ¿por lo Zayn y Harry? ¿puede ser eso? Si os preguntáis a que viene eso, tiene una explicación simple, a última hora de los miércoles tenía filosofía, y el camino desde el aula hacia mi libertad, alias el aparcamiento, la hacía divagando. Cuando salí, lo ví, el karma, la vida, el universo o lo que fuese, me odiaban. Después de pasarme el día pensando en Zayn, en su mensaje de anoche y en la canción que escribió para mí, voy y me encuentro con Harry esperándome. Y con la simple palabra de jodida se resumía mi patética vida.

- Hola Harry, ¿que tal?- Dije dándole un abrazo amistoso, tampoco quería forzar las cosas.

- Hey Marel, todo genial, ¿y tu cabecita? ¿divagando como todos los miércoles a esta hora?

Only with youWhere stories live. Discover now