Caminos de Sangre #WorldInfinity #PBMinds2016

Capitulo 6

5 años atrás.

No le basto con la discusión que habían tenido ya en su departamento sino que la siguió hasta el suyo para continuar.

Ella no lo miraba, hacia su mayor esfuerzo para no romperse delante de él, para no demostrar más debilidades de las que ya tenía.

-         ¡Ándate! – Le grito ella.

-         Ahora te haces la dolida. Esto nunca tendría que haber pasado. Solo me deje llevar como para que hagas una película de eso. No significas nada para mí. – Fue la respuesta de Kevin.

-         Ya lo dejaste en claro.

-         Que te quede claro, no estás a la altura de las mujeres con las que habitualmente salgo. Lo mejor que podrías hacer es dejarme en paz y hacer tu vida sin molestar a nadie.

No aguantaba más, las lágrimas comenzaron a caerle sobre la mejilla, una tras otra. Lo que decía le hacía mucho daño, tanto que creyó que su corazón se destruía en mil pedazos.

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Natalie no se estaba sintiendo bien. Desde que se había encontrado con Kevin sentía una presión muy fuerte en el pecho que parecía asfixiarla. No lograba dejar de pensar en él, tanto de buenas como de malas maneras. Lo había drogado cuando estaban en el bosque y en un acto de debilidad pero también de desesperación lo llevo a su casa. Sabía que era un error pero aun así lo hizo. Recordaba la conversación con Alex; él había logrado escapar de Marcos y la encontró a ella justo al cuerpo desmayado.

-         Ay Tali ¿Qué hiciste? – Fue lo primero que dijo.

-         Lo desmaye. – Se encogió de hombros. – Ahora ayúdame a llevarlo a mi casa.

-         ¡Que! Hoy seguramente es el día en te está fallando la cabeza. – Le dijo incrédulo.

-         Deja de gritarme. – Le recrimino. – ¿Vas a ayudarme o no?

Con un suspiro cansado asintió.

Ahora lo tenía en su pieza atado de las muñecas a los barrotes de la cama y los tobillos atados entre sí. Todavía seguía durmiendo debido al efecto de las drogas. Así dormido despertaba sentimientos que creía congelados. Sus rasgos duros y serios parecías calmados, tranquilos, hermosos. Por más que había intentado de todas formas quitárselo de la cabeza, reconocía que seguía sintiendo cosas por él además de ira y de dolor. Lo observo en silencio y se puso de pie para irse cuando lo escucho hablar.

-         Por más que creas que cambiaste en el fondo seguís siendo la misma de antes.

Se giro para verlo acostado, atado, en la misma posición en que lo había dejado. Sus ojos oscuros no abandonaban nunca los suyos. Una sonrisa se formo en sus labios mientras se sentaba en un sillón frente a la cama.

-         Veo que despertaste del sueño profundo.

-         Me drogaste. – Le acuso.

-         Si, lo hice. Si hubiera sabido que te iba a hacer dormir tanto tiempo te hubiera dado una dosis menor. – Le reconoció.

Se dio cuenta de las preguntas que surgían en la mente de él, también tenía las propias, por eso decidió ofrecerle una propuesta.

-¿Tenes demasiadas preguntas verdad? – Le pregunto burlonamente.

- Si. – Apenas fue su respuesta.