¿Crees que soy superficial?

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Llego la noche y yo estaba mas que aburrida. Bajo Alonso de las escaleras y me vio con una sonrisa.

-Quita esa cara hermanita, vamos a pasear.

- ¿A dónde?  - Pregunte.

-Escuche de un lugar por aquí.. una discoteca ¿Que tal si vamos allá?

Negué con la cabeza.

-¿Por qué? - Frunció el ceño.

-No me agrada ese lugar. - Respondí.

-Él está allá ¿verdad? - Lo mire.

-¿Lees la mente o que? 

Él soltó una carcajada.

-Solo la tuya.

Sonreí.

-Vamos no se atreverá a tocarte.

-De acuerdo.

Llegamos a la discoteca. Una chica se acerco a Alonso, empezaron a hablar y la chica se lo quería llevar, Alonso me vio.

-Ve con ella.

-¿Segura?

Asentí.

Se fueron y me quede sola en la barra. Estaba viendo a las personas bailar y rogaba no encontrarme con Abraham.

-¿Hoy traes guardaespaldas?

Me gire y lo vi. Él estaba sonriendo y tenía en la mano una copa. Sonreí al verlo, pero mi gesto cambio cuando lo vi mucho mas de cerca y note que estaba borracho.

Comencé a caminar hacia la salida, pero Abraham se puso enfrente de mi.

-¿A dónde tan rápido?

-Déjame en paz Abraham, vete con esas zorras que tanto deseas.

Lo esquive, al mismo tiempo que sentía como mis mejillas ardían. Me subí a un taxi y llegue en cuestión de minutos. Baje y vi a Jos en la entrada.

-¿Jos?

Me vio y sonrió.

-Pensé que no ibas a regresar.

Me acerque a él.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a dejarte esto. Me entrego una carpeta rosada.

-Ya lo termine.

Lo mire confundida.

-Ábrela.

La abrí y ahí estaba el dibujo mio donde me había retratado. Ahora en vez de blanco y negro se encontraba en color.

-¿Qué te parece?

-Es muy hermoso.

-Es para ti.

Lo mire. -No.

Me vio confundido

-No puedo aceptarlo, es mucho.

Se acerco a mi y me tomo de las manos.

-Tómalo es un regalo de un amigo, un amigo que te quiere mucho y te quiere ver feliz..

Me senté enfrente de él y le di una taza de café.

-Gracias. -Dijo tomando un pequeño sorbo de su café.

-¿Y te hizo algo?

Negué con la cabeza.

-Me fui antes de que me volviera a hablar. - Mire mi taza y recordé a Abraham tomando.

Mi vida eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora