¿Por qué lo haces?

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-¿Dónde esta tu habitación? - Él me vio.

-¿Para qué quieres saber?

No me hizo caso y subió las escaleras, se dirigió a la puerta de mi habitación y la abrió.

-¿Cómo sabes que es mi habitación?- Lo mire asombrada.

-Se llama intuición .- Me miro pícaro.

-Estas loco, no te puedes quedar aquí! - Dije alcanzando mi voz en casi un grito.

-Tarde. - Dijo acostándose en mi cama. -Ademas tu me dijiste que tu familia estaba de viaje ¿O no?

-Si pero..

-Ni una palabra mas. Aquí me quedo.

Lo mire con mala cara y agarre mi almohada.

-¿A dónde vas?

-A dormir en otra parte, lejos de ti.

Antes de que abriera la puerta vi como se sentaba en mi cama.

-¿Segura que dormirás sola con esta tormenta?

Mire hacia la ventana, la tormenta parecía no querer parar, de vez en cuando se sentían los truenos demasiado fuertes. 

-Solo no hagas nada malo. - Suspire y me acerque a él.

Sonrió.

Estábamos de espalda, yo viendo hacia la ventana y él ni idea.

-¿Te vas a dormir? - Se puso boca arriba.

-No tengo sueño. - Respondí

-A veces eres arrogante, ¿Lo sabias?

-¿Y tú, te crees perfecto?

Me vio y de repente me agarro de la cintura pegándome a él.

-No, pero soy perfecto para hacerte sentir en cielo. - Pego sus labios con los míos uniéndolos en un delicado beso. Me separe de él y estaba a punto de pegarle pero me contuve.

-¿Qué te pasa no te gusto? - Dijo con una sonrisa perversa.

-Duérmete. -Dije secamente. Me voltee y me quede dormida.

{A la mañana siguiente}

Abrí un poco los ojos pero los volví a cerrar, me cambie de lado haciendo que mi mano tocara una almohada. ¿Y Abraham? me levante del torso para arriba, volví a mirar la almohada y note una tarjeta que decía:

" Siento irme sin despedir, pero estabas muy dormida, gracias por la noche de besos."

                                                                                                                                                     Abraham.

Entre al baño, me arregle, baje a desayunar y después agarre mi bolso para ir a trabajar, todavía tenia que ayudar con la reparación a Jos. Cuando llegue  vi a Jos con los ojos cerrados. 

Me acerque a él y me senté a su lado sin que se diera cuenta. Escuchaba la melodía que cantaba con la guitarra , moviendo las cuerdas al ritmo de la melodía. Abrió los ojos y se puso rojo al verme ahí.

-N-no te escuche entrar.

-Lo se, oye  cantas hermoso.

-Gracias, pero solo es una melodía sencilla. - Se paro y coloco la guitarra a su lado.

-¿Y por qué no lo conviertes en una canción? - Dije acercándome hacia él. 

-No creo que pueda llegar a hacerlo. - Bajo su vista hacia el suelo.

Mi vida eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora