Entramos de nuevo al lugar y nos sentamos en la barra.
-Algo de tomar.- Preguntó Abraham.
-Soda.- Asentí.
Soltó una carcajada, lo mire confundida.
-¿Qué?- Pregunté.
-Estás en una discoteca y quieres una soda?- Dijo volviéndose a reír.
-No me quiero emborrachar, y que abusen de mi estado.
-¿Crees que te haré algo ?-Me miró fijamente.
-Me encogí de hombros.
-Te he visto con tu novia a los besos. Y ahora estás conmigo..
-Ella no es mi novia.. Dijo Abraham.-
-¿Entonces? - Pregunté.
-Un pasatiempo. - Tomó un poco de su bebida.
En ese momento sentí un jalón y vi a Natalie, Abraham la vio de arriba abajo y volvió a ver su bebida.
-Me la prestas un minuto. Preguntó
-Solo un minuto respondió Abraham.-
Natalie me volvió a jalar y me llevo al fondo de la discoteca.
y me preguntó que me pasaba.
-¿De qué hablas? - Estaba confundida no lograba entender por que me había tomado de esa manera.
-¿Por qué estás con ese ?
A lo que respondí - Que tiene de malo.
-Ese chico es un mujeriego. Se mete con la primera que se le cruza. Y dudo que no quiera hacer lo mismo contigo.
-Se cuidarme sola, y no va hacer lo mismo conmigo.- Puse los ojos en blanco.
Suspiro.
-Solo cuídate.- Se fue y yo regresé a la barra. Él me miro y me dio un vaso.
-¿Qué es ? - Pregunté.
-Un poco de cerveza.- Respondió.
-Te dije que no tomo.
-Un trago no te hará nada, además aquí estoy yo. - Sonrió.
-Por eso. - Dije en un susurro.
-¿Cómo? - Había logrado oír lo que había dicho.
-No, nada.- Al final tome de mi bebida.
Él me miro mordiéndose el labio inferior y me tomó de la mano.
-¿ A dónde vamos ? No entendía lo que este chico estaba planeando.
No dijo nada y se dirigió a los baños de mujeres, entramos y cerró la puerta con llave.
-Sabes..- Dijo pegándome a la pared. -Eres muy hermosa, que tal si nos divertimos. -Dijo mordiéndome la oreja haciéndome soltar un leve gemido, en ese momento recordé lo que me había dicho Natalie. No iba a caer tan fácil, no iba a ser otra mas de sus conquistas.
En un momento cambiamos de lugar. Le puse las manos en su cabeza. Le empece a besar el cuello haciéndolo soltar un pequeño gemido, comenzó a bajar el cierre de mi vestido. Bajé mis manos a su cinturón y ahí me separe.
-Adios Abraham.- Abrí la puerta y salí de ahí con una sonrisa. Lo había dejado con las ganas.Me dirigí a mi casa y de ahí recuerdo haberme quedado dormida.
{A la mañana siguiente}
Estaba desayunado con mi familia. Estábamos todos callados hasta que Camila rompió el silencio.
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Mi vida eres tú
Teen FictionZarah, es una joven adinerada de 18 años. Su mundo se cae cuando su padrastro pierde todo en un mal negocio, dejándola a ella y a su familia en la ruina, por lo que deben mudarse a un pequeño apartamento. Allí aprende de lo que parecía ser su vida...