- Capitulo Trece: El destino de la Aldea Mabe -

406 23 13
                                    

~ Anteriormente...

- Link: ¡Oye tú, no lo hagas! - El bokoblin se dirigía hacia Epona pasando el arma que tenía de mano en mano - Vamos Link, piensa, piensa, si no sales de aquí terminarás rostizado por el fuego y además... ¡Demonios!

Un sonido se hizo presente, como si un objeto punzante cortara el aire. Instantes después, el bokoblin que se dirigía hacia Epoca cayó secamente contra el suelo.

- Bokoblin: Eso es... ¿una flecha? - Dice al ver que la nuca de su "compañero" había sido penetrada por una flecha - Eso significa que... ¡Gha! *Una flecha se clavó en su frente*

- Bokoblins: ¡Nos están emboscando, a cubierto! - Dicen mientras trataban de esconderse del arquero misterioso -

- Link: - Observa como los bokoblins empezaban a caer uno a uno - Quien sea que esté disparando, su puntería es increíble. - Dice con cierto nerviosismo - Pero no es momento de pensar en eso, el fuego se está expandiendo y... ¡Aaah! - Otra flecha dio justo en la soga que estaba sosteniendo la trampa, por lo que, literalmente, Link cayó al suelo como un costal - ¡Aaaaah, me quemo! - Exclama al caer justo encima de la maleza que estaba incendiada -

Link salió lo más rápido que pudo del costal y comenzó a darse palmadas en donde se le había prendido fuego de manera desesperada hasta apagar las llamas. En eso, Epona se soltó de las sogas que la tenían sujeta alejándose del lugar.

- Link: Ah, ah... Eso estuvo... ~ ¡Fish, fish, fish! ~ ¡El arquero! - Comenta ocultándose pecho-tierra en la maleza alta y seca - Diosas, ese tipo no falla ningún disparo.

El rubio agudizó los sentidos lo más que pudo al ver que la mayoría de los enemigos que se encontraban en esa zona habían caído en manos de esa persona misteriosa. Se arrastró por el suelo hasta llegar al lugar en donde había sido capturado y, tomando una rama un tanto larga, sacó su espada de las llamas. Trató de tomarla con las manos pero le fue imposible puesto que el arma estaba extremadamente caliente.
Tras haberse conciliado todo el alboroto, Link se levantó lentamente para observar que había sucedido llevándose la sorpresa de que no quedaba ningún bokoblin con vida.

- Link: Increíble, ese tipo acabó con... *Rueda hacia un lado al escuchar que "algo" tocó el suelo*

- ???: Al parecer necesitabas ayuda, caballerito.

- Link: Un momento... ¡¿Revali?! - Menciona confundido mientras se reincorporaba -

~

- Revali: El mismo e increíble Revali presente. - Comenta alabándose a sí mismo mientras giraba el arco y lo colocaba en su espalda -

- Link: Mejor dicho, ¿tú qué haces aquí?

- Revali: Oh discúlpeme por salvarlo de ser el aperitivo de esos bokoblins, mi señor.

- Link: No, ¿me refiero a cómo me encontraste?

- Revali: Podrías haber dicho eso en primeras. - Dijo acercándose a su compañero - Bueno. Como recordarás, me hospedo en el Rancho del Pantano, al este de la Aldea Mabe la cual parecía que se estaba quemando. Entonces decidí ir a ver que sucedía en ese lugar y me llevo la sorpresa de que un grupo de Bokoblins sabotearon los suministros de la aldea. Una vez consciente de ello salí en busca de esos tipos y me topé contigo. - Relata el orni -

- Link: ¿Y cómo lograste seguirle el paso a los bokoblin con esta oscuridad?

- Revali: ¿Puedes dejar de hacer preguntas? - Dice en un tono molesto - Además, no debes subestimar la vista de los ornis.

The Legend of Zelda: Breath of the CalamityWhere stories live. Discover now