Ya No Es Mi Vida (3° Libro Trilogía "Mi Vida") [DISPONIBLE EN DREAME]

Capítulo 2: Hogar Dulce Hogar

"La unión nos hace más fuertes, pero hay uniones que nos debilitan."

Narrado Nathan

Mi vida es como una montaña rusa, al principio parecía perfecta pero poco a poco se fue complicando, y no lo digo por mi familia. Lo digo por la adolescencia, soy consciente que es una etapa de cambios pero odio estar enfadado todo el día y que haiga personas que antes odiaba que ahora me llamen la atención, pero una cosa tengo clara, ninguno de los idiotas me caerá bien jamás. Son un grupo de idiotas y hasta mis primos están dentro, no les soporto y ninguno de mis hermanos lo hace. A pesar de esto, que no es lo más duro, es una mierda que todos te miren raro por tu edad o te juzguen, dios la gente debe entender que la persona es como es sea chico o cita, tenga noventa años o doce años, o lo que sea.

A mis casi 17 años, mis hermanos y yo nos habíamos ganado mala fama entre nuestros conocidos, y los que conocían a estos, aunque bueno estaba seguro que en toda la ciudad nos conocían; éramos tema de conversación entre muchas gente y no dolo un día, sino muchos días. No era ni es por la mala educación de nuestros padres, eran los mejores padres del mundo y entendíamos que para ellos era duro que nos denominarán como los diablos del barrio pero no nos gustaba la gente, solo éramos buenos con nuestros hermanos y padres; bueno no sé si mis hermanos lo entendían, yo lo hacía, entendía porque eran así y porque motivo hacían las cosas. Pero la causa de nuestro comportamiento era sencillamente porque no creíamos que la gente fuera merecedora de nuestros corazones.

Saque el cuaderno de anotaciones que compartía con mis hermanos y apunte este internado como el décimo colegio del que nos expulsaban, no era por atención pero el problema era que no nos gustaba ningún colegio y preferíamos estudiar en casa, nuestra madre estaba capacitada para ello.

—Yo opino que no nos dirán nada, mamá estará planeando un discurso en su cerebro pero nos verá  y se pondrá a llorar porque estamos  más crecidos y nos echaba de menos. Nathan vete pensando algo para que se ablande—dijo Aiden que iba sentado alado mío en el avión, no me miro, sencillamente lo digo mientras dibujaba uno de sus cómics. Habíamos cogido el vuelo dirección a LA tras ser expulsados del internado de Londres. ¿La razón? Meter el coche del director en su pequeña despacho pintado de rosa chicle.

—Yo creo que mama nos dará uno de sus discursos, en plan "Os quiero pero tenéis que entender que esas bromas ni los gemelos Weasley las harían" pero nada más, seguro nos deja  en casa hasta que encuentre otro internado—dijo mi hermana Jessica mientras se asomaba por el asiento de atrás, me resultaba raro que no estuviera cantando, siempre estaba cantando y en este viaje no lo hizo ni en un segundo.

—Yo creo que no nos hablara, papá seguro nos dice unas palabras dulces pero mamá no dirá nada y directamente nuestro castigo es ir al colegio con los Idiotas, papá seguro nos dirá algo gracioso evitando el tema—dijo mi hermana Emily desde el asiento de alado de Jessica y todos la miramos. Los idiotas era como llamábamos a los hijos de los amigos de nuestros padres, todos eran un grupo insoportable de niños ricos que se creían lo mejor, nosotros éramos ricos pero otra clase de ricos.

—Pues nos haremos con él colegio, como con todos y les destruiremos uno a uno—dijimos Jessica, Aiden y yo al mismo tiempo, Emily levanto la vista de su libro y se limitó a reír.

—Por favor, tomen asiento, vamos aterrizar en Los Ángeles en breves minutos—dijo una voz femenina por el altavoz y todos nos sentamos bien.

—Hogar dulce hogar—susurre mientras miraba por la ventana.