~64~

8.6K 477 92
                                    


He aquí otro one-shot mandado por @IndiPili UvU
Tus fics son vida ahr <3

Disfrutenlo :'D

***

Nota de la autora: Me disculpo por las lágrimas causadas chicos..

Lance corría hacia el leon de Keith como un desesperado. Y es que en verdad lo estaba.
Recordaba haber visto a su amigo librando una maniobra distractora para alejar el rayo de iones de los galra de él y de Pidge. Recordaba como, en su falta de velocidad, el rayo le habia dado de lleno.

Y aqui estaba, con Shiro y los otros dos paladines, corriendo tan rápido como podían para llegar a donde estaba su amigo. La princesa, habia activado el rayo de atraccion y absorbio al leon con su paladin. Pero este, no habia salido del robot. Ni siquiera habia dado una mínima señal de vida, lo que tenia a todos angustiados.
Para Lance, todo esto era extraño. No entendia de hecho por qué corria como loco hacia el león rojo, ni por qué sentia una opresión en el pecho cada vez que pensaba en lo que le podría haber pasado a Keith... Después de todo... eran rivales. Eran enemigos... ¿No?

Cuando llegaron, el leon no se abría. Estaba, derrumbado en el suelo ya de por si, inmóvil, impasible, como una esfinge esperando su contraseña. Pero los leones eran telepaticos, y parecía que el miedo de Lance se le salia por los poros, por lo que el león se abrio cuando este llego ante él. Corrio por la rampa que formaba la boca del leon hasta el asiento de su amigo. ¿amigo? ¿de verdad había dicho eso?
Moretones se repartían por su cara y un hilo de sangre bajaba desde el pelo, por su frente hacia su barbilla, y otro salia de su boca, como si se hubiera golpeado constantemente el los controles del animal robot.
-¿Keith?- fue lo único que salió de sus labios. -Keith, oye amigo esto no es gracioso... ¿Keith? Responde por favor...

La presión amenazaba con agujerear su pecho a cuchilladas nuevamente. Sentía las puntadas, sentía su corazón débil, se sentía un inmenso imbécil. Por hacerse el coquteador e intentar impresionar, ahora quizas Keith estuviera... estuviera... No.

No iba a pensar en eso. Debía tener esperanzas, debía levantar el ánimo. Y debía llevarse al azabache de allí.

Lo tomo en brazos al estilo princesa y salio corriendo con él, fuera del león. Pesaba menos de lo que había esperado. Incluso estaba bastante más liviano de lo que esperaba. Pero no había tiempo para dejarse llevar por estupideces. Salió de ahí y corrió con Keith en brazos hasta Shiro
-¡Shiro,rápido!- le dijo desesperado. -Hay que llevarlo a la camara de regeneración antes de que sea tarde... -Shiro se lo arrebató de sus brazos y una extraña sensación recorrió su cuerpo, mientras el mayor corria con el chico en brazos hacia las cápsulas. ¿Celos? ¿De Shiro? ¿En serio? Se preguntó escéptico. Sabia que es como su hermano, asi que no debía tener celos de eso.

En cuanto reaccionó, corrió detras de él hacia la sala, y lo encontró mirando fijamente la capsula, con cara de preocupación. Se acercó a él por detrás y le tomó el hombro.
-Se que estás preocupado. Te aseguro que va a mejorar pronto, Lance.
-Aun asi...
-¿Donde quedó tu rivalidad con Keith? - preguntó el mayor con curiosidad
-Ni siquiera yo lo se.
Shiro lo miró sonriendo. Le causaba algo de gracia la situación. Cuando el azabache estaba despierto, el cubano le hacía la vida imposible con sus coqueteos y peleas.
Ahora, con Keith herido, la preocupación se filtraba por los poros de Lance, y cualquiera que lo viera diría que son pareja. Pero quizás... Lance no sabe que Keith le gusta. Y Shiro no pensaba interferir con eso.

Se estiró y saludo al moreno. Le dijo que iba a descansar, y que él también debería. El cubano simplemente dijo que estaría un rato mas aqui y se iría. El mayor se retiró, y Lance se acercó a la cápsula del paladín rojo.
-¿Que me has hecho, Keith?- dijo mientras posaba una mano sobre el vidrio transparente de la capsula e intentaba contener un sollozo. -Por dios... ¿Que me has hecho? Te necesito...

Pasaron días y Keith no daba señales de mejorar o empeorar.

Solo... seguía igual. Lance rara vez no estaba en la sala de las capsulas criogénicas, el resto lo notaba y tenian curiosidad. Habian pasado de ser rivales duros, que lo único que hacían era discutir, a que la preocupación extrema de Lance les hiciera cuestionarse... ¿Era repulsión lo que sentían el uno por el otro o... era algo más?

Un día de aquellos, Lance volvía caminando hacia la sala para relevar a Shiro de la guardia que cuidaba al pelinegro. El mayor, se hallaba acostado en el piso, dormido profundamente, y le costó mucho despertarlo. Cuando el mayor se fue, el cubano se sentó en el suelo y notó que estaba tibio dónde Shiro estaba antes. Le causó algo de gracia y se retuvo de largar una carcajada.

Estaba cayendo profundamente en los brazos del morfeo, cuando una alarma aguda comenzó a sonar, taladrandole los oídos. Venia de las capsulas, de la cápsula de Keith.
Allura apareció en la puerta y corrio hacia alli, mientras un muy alarmado Koran revisaba los paneles. Keith estaba sufriendo un ataque cardiaco, y no sabían como detenerlo.

Lance, comenzó a llorar, y cayó desmayado ahogado en sus propias lágrimas, agobiado por la angustia. Cuando despertó, se hallaba en su habitación. Se paro y recorrió a pie todos los pasillos hasta el comedor, donde el resto de los paladines y los alteanos desayunaban.
-Lance, ¿Estás bien?
-Si... ¿Keith...?
-Esta estable, no te preocupes - le dijo Shiro, sabiendo lo que pasaba por la mente del moreno, ya que el paso por algo parecido en los últimos días, Lance solo asintió.

Un dia de esos, casi una semana mas tarde, la puerta del comedor fue  por un pelinegro tambaleante, que no tenía ni idea de como había hecho para cambiarse y llegar hasta allí. Lance, apenas lo reconoció, se levantó tumbando la silla, corrio hacia el y lo apretó en sus brazo. Parecia que le estaba quitando el aire, pero el sonrojo de la cara de Keith era por que los labios de su compañero estaban sobre los suyos.

Y era, por una vez en las últimas semanas, muy feliz.

Semanas mas , Pidge entraba tomando un batido a la sala común, y escupió la mitad del contenido en su boca cuando vio lo que nunca pensó ver: Lance se hallaba sentado sobre Keith, besandolo con pasión. Cuando vieron que alguien los observaba, el cubano se puso escarlata y el azabache se reía con ganas.
-¿Que es esto?
-Decidimos salir del closet- dijo Keith encogiendose de hombros. Eran felices el uno con el otro, y no necesitaban nada más.

Klance stuff Where stories live. Discover now