Duel || YOONMIN SEGUNDA TEMPORADA

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Otoño es la estación favorita de mucha gente, les trae recuerdos preciosos y siempre esperan por ese momento del año.

Los primeros días de vida de Hajime los árboles tenían colores muy bonitos, y él era un niño igual de lindo así que la gente siempre creyó que no era una coincidencia que naciera en esas épocas del año.

Hajime creció siendo un niño tranquilo y curioso, gustaba de mirar el cielo estrellado y siempre intentaba tocar la guitarra.

Sus primeros 14 años en Japón fueron la maravilla misma, claro, no vivía en fiestas y bares pero disfrutó mucho su juventud.

Tuve un amigo, Ryuu, a quién conocía desde que eran unos bebés, sus familias siempre habían sido amigas, incluso vivían prácticamente uno al lado del otro.

Ryuu era un chico inteligente, travieso y muy valiente. Hajime lo veía como un modelo, con admiración, siempre quiso ser como él en todo sentido. Salían a jugar e iban a muchos bosques en busca de aventuras, sus días eran hermosos y aún más cuando se quedaban viendo el atardecer bajo un árbol de Sakura.

Quién iba a pensar que un joven tan lleno de vida, sueños y esperanzas, acabaría con su vida a los 15 años.

Este fue el primer golpe fuerte que recibió Hajime en su vida.

Nadie sabía que pasaba por la cabeza de Ryuu, sus pensamientos o sus profundos temores. Ni siquiera Hajime, que era su mejor amigo, no tuvo al menos una idea del por qué o del cómo.

Horas antes habían ido al jardín botánico en el cual Ryuu siempre iba a ver a su novia, los tres eran muy amigos a pesar de claro, Hajime ser el que estaba sobrando ahí.

Misaki, quedó totalmente devastada después de que Ryuu se suicidara en su misma casa. No hubo un indicio, una carta, alguna actitud extraña, nada. Simplemente los dejó, de un momento a otro.

Hajime no podía superarlo, estuvo internado en una escuela para chicos con mal comportamiento a causa de la depresión. Tenía rabia y por sobre todo rencor porque Ryuu le había dejado, aunque luego comprendió que tenerlo era totalmente estúpido. Necesitaba salir, huir, dejar todo atrás. De todo lo que le estaba persiguiendo y no lo dejaba dormir por las noches, Ryuu inundaba su cabeza a cada instante.

Así fue que con 14 años decidió viajar a la ciudad de Tokyo. Llegó a parar a un hostal que era totalmente de hombres, no tenía dinero para un alquiler así que quedarse ahí para él estaba bien. El lugar por fuera se veía totalmente limpio, pero al entrar era otro mundo.

Papeles por todos lados, los baños tenían un fuerte olor a orina y muchos otros olores que prefería no recordar. Su habitación era compartida, Hiro, su compañero de cuarto, tenía un póster de una cascada, muchos de los otros chicos pensaban que él incluso se llegaba a masturbar por esa cosa; el chico era simpático si lo sabías llevar, pero Hajime no hizo nada para que la opinión de los otros cambiara, no era de su incumbencia.

El único problema de Hiro era que todas las mañanas hacía sus "ejercicios matutinos". Saltaba, hacía unos trotes y unas marchas mientras que ponía el himno nacional en la radio, todo a las seis de la mañana.

Hajime decidió soportarlo ya que Hiro lo soportaba a él, pero no daba a basto, al menos le daba risa verlo con su pantalón llegando hasta el cuello, eso se lo compensaba.

Luego de la muerte de Ryuu, Misaki y Hajime se volvieron totalmente cercanos, ella le mandaba cartas, o al menos hacía un intento ya que era bastante introvertida y le costaba escoger las palabras correctas. Era totalmente minuciosa con ese tema, si no encontraba las palabras correctas, no decía ni una palabra.