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me encontraba tirado en la cama de la habitación de michael, jugando con su mascota. le preguntó al de seguridad si era de alguien pero nadie preguntó por el perro, entonces se lo quedó. yo sabía que se lo quedaría.

él estaba sentado en la silla giratoria que tenía e iba de un lado a otro, haciendo girar las rueditas. estas chillaban pero no me molestaba, a el cachorro le llama la atención el ruido que emitía ésta, lo cual le provocaba ladrar un par de veces.

- ya deja de girar, lo asustas.

- bien,- se levantó y se sentó a mi lado. el perro caminaba encima mío y me mordía la mano. mierda si que tiene colmillos afilados.- ya, decide un nombre quieres.

- yo soy malo en esto. ponle uno tú.

- quiero que lo hagas tú.- agarró el perrito y lo dejo correr por la habitación. me senté y ambos lo miramos jugar.

- copo de nieve.

- ¿qué?- dirigió su vista en mí, confundido, y yo lo observé también.

- es blanco como un copo de nieve.

- es largo el nombre pero, está bien.

- igual lo llamaré copo o copito.- extendí mis manos y lo llamé, el perro vino corriendo y lo alcé.

- creo que tú me debes algo y te haz hecho el idiota.

- ¿qué?- cuestioné sin comprender.- ¿un beso? sabes que puedo dártelo sin problemas.

se acercó y me besó succionando suavemente mi labio inferior, amo que haga eso, se siente tan bien.

- no.- dijo al separarnos.- la comida.

- ¡oh cierto! pues vamos ahora.

me levanté decidido y dejé a copo en el suelo.

quería llevarlo pero lo verá la mamá de michael al bajar y los padres no se tienen que enterar que tiene un perro. no le permiten tener uno en la casa, insistió una vez pero no hubo caso. así que no le queda otra que esconderlo. lo saca afuera sólo cuando no hay nadie para que la mascota pueda hacer sus necesidades.

fuimos hacia mi casa y al entrar michael fue corriendo a la cocina. no había nadie y supuse que marta estaría por ahí, aún que no importa, cuando ella me ve siempre huye. estuvo todo el día de ayer así. por lo tanto no afectaría a mi trabajo en la cocina.

dejé a michael allí a que eligiera ingredientes para preparar lo que quiera. subí las escaleras hacia mi habitación tarareando una canción que vino repentinamente hacia mi mente. quería dejar cargando mi celular, tiene baja batería.

al entrar, me encontré con mi hermano tirado en el suelo, con una botella de licor del mueble de nuestro padre falso. reconocí la botella.

a nuestro padre falso lo llamaré señor x. porque no sabemos de donde provino ese hombre ni quién es en verdad.

- ¿qué... mierda haces aquí?- pregunté atónito, tratando de mantener la calma. el rubio estaba llorando y de vez en cuando tomaba un trago, se encontraba semi acostado entre la cama en el piso.

- ¡luke! ¡la cagué!- gritó y lloró aún más.

- cierra la boca que está michael abajo.- exclamé susurrando.

cerré la puerta y le quité la botella que ya casi estaba vacía.

- ¡hey! dame eso que terminaré con el último trago.

- no, lo haré yo.- tragué lo último que quedaba de aquella botella de vidrio lo cual era muy poco, resultó ser whisky. al consumir el alcohol sentí arder mi garganta, no estoy acostumbrado a tomarlo de golpe.

exchange lives · muke ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora