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bajé las escaleras para ver si había alguien, una vez que comprobé que no lo había seguí hablando por teléfono.

- creo que no hay nadie ¿podrás venir ahora?- le pregunté a mi hermano quién dudó al otro lado de la línea.

- ¿estás seguro que no hay nadie? ¿y en el estudio?

miré por la ventana de la cocina que daba al patio y negué con la cabeza, me di cuenta que no podía verme y entonces di el sí en voz alta.

- bien, ya estoy yendo para allá.

colgué y fui arriba para seguir con mi dibujo mientras lo esperaba. él vendrá a ayudarme en buscar más a fondo, por si encontramos nuevas cosas.

ayer no hice nada luego de haber llegado a casa, me dediqué a descansar.

escuché que llamaban a mi casa, deje mi lápiz color rojo y bajé casi corriendo hasta la entrada. lo recibí feliz.

- manos a la obra.- hablé y ambos fuimos a buscar en el armario del dormitorio de nuestros "padres".

había libros, papeles, y un álbum de fotos. lamentablemente no había ningún rastro de nosotros dos, ni de nuestro verdadero padre, no lo conocíamos pero buscabamos a un hombre sospechoso. cuando fuimos por primera vez a aquella casa abandonada, un sujeto se confundió conmigo como si fuera alguien más. yo sospecho que se habrán confundido con mi padre, ya que me dijo que me veía algo jóven.

nos hartamos y fuimos camino a mi habitación. él se situó en la silla del escritorio y yo en mi cama.

- ¡no puedo creer que no encontremos nada! lo que pasó ayer, lo que pasó en aquella casa. cada vez nos generan más preguntas sin respuestas.

- ya cálmate, algún día...- me detuve al escuchar un ruido en mi ventana, la cortina tapaba la figura que se veía afuera pero por deducción era michael.- mierda.- susurré y empujé a robert debajo de mi cama. al principio no parecía entender pero luego cuando la ventana se abrió, obedeció en lo que yo trataba de hacer.

antes de que michael me pudiera observar bien, robert quedó debajo de mi cama, en silencio.

- hola robert.- me saludó michael sonriente y quedé parado en frente suyo sin moverme. él cambió su mirada de feliz a una confundida.- ¿sucede algo?

- yo... sólo estaba ordenando mi habitación. ¿qué quieres?

- nada, sólo venía a visitarte, como siempre. ¿vine en mal momento?

- no...- no sabía que hacer ni que decir para sonar normal, estaba paralizado, casi nos ve.

- estas muy raro.- caminó alrededor mío, observándome de arriba a abajo. se detuvo en frente mío a unos centímetros de espacio, nuestras respiraciones se mezclaban lo cual me hacía poner más nervioso. desvié mi vista de sus ojos esmeralda a sus labios rosas.

rogaba interiormente a que me besara, no podía sacar mis pensamientos de allí, hasta que recordé que robert estaba debajo de mi cama. michael sólo se quedó allí, mirándome.

- tienes que irte, estoy esperando a mis amigos.- dije aún nervioso.

- no te creo, pero, está bien.- se despidió con un beso en la comisura de mi labios y se fue por la ventana. suspiré aliviado una vez que las cortinas se quedaron intactas.

- ¿te besó?- preguntó asombrado, saliendo debajo de la cama trastabillándose pero poniéndose estable al segundo.

- casi, no importa.

- mierda, si que estás enganchado.- me observó con su mirada pícara y me codeó jugando conmigo.

- que infantil eres.- lo empujé para que se detuviera. me senté en la cama y él se paró en frente mío aún con su sonrisa.

exchange lives · muke ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora