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Andy llegó esa noche a su casa y se encontró a su padre peleando con su mamá, suspiró porque no quería verlo pero tenía que hacerlo, no podía dejar a su madre sola.

Intentó no escuchar los gritos, al parecer estaban peleando por algún gasto de la cocina que su madre había hecho-¡Trescientos dólares!-gritó su padre-¿Quieres que no me moleste porque te gastaste trescientos dólares?-el castaño sacó su billetera del bolsillo, no tenía ese dinero pero iba a trabajar para eso y que su padre pudiese callarse la boca de una vez.

Caminó hasta la habitación de ellos, la puerta estaba abierta y podía observar a su mamá en la cama llorando, vio como su padre levantó la mano para lastimarla y fue ahí cuando entró para detenerlo -. Yo pagaré lo que mi madre gastó -dijo tomándolo del brazo, lo miró serio-, ¿realmente ibas a golpearla? A ver si adivino, ¿Dios te dijo que debías hacerlo porque te dio un hijo marica?-su padre se soltó de su agarre.

-Lo que yo haga con tu madre no es asunto tuyo.

-Resulta que sí lo es-se colocó frente a ella para defenderla -. Eres un imbécil, te crees mucho con tu Dios pero Dios ni siquiera es tuyo, él no es como lo reflejas, él es bueno y tú no.

-Escucha Andrés -le dijo-, tú no puedes venir y hablarme de esa forma. Soy tu padre -Andy se rió.

-Recuerdo haberte escuchado decir que yo no era tu hijo cuando estaba con Mike-comentó y tomó la mano de su madre para acariciarla-, yo pagaré lo que ella gastó. Dame una semana-pidió, su padre miró a la pelinegra unos minutos y asintió.

-Una semana solamente, no más -aclaró y tomó un bolso que se encontraba en la cama-, me iré al campamento. Vendré a verte cuando termine el plazo-salió de la habitación. Andy esperó en silencio hasta escuchar la puerta principal cerrarse y se acercó a su madre para abrazarla.

-Todo está bien, mami-besó su frente -, no llores por favor.

-No debes hacerte cargo de mis errores cariño, yo puedo pagarlo.

-Te ayudaré, puedo hacerlo -dijo y acarició su cabeza con cariño-. Iré a hacerte algo de comer, yo comí en casa de Mike.

Ella sonrió-. ¿Cómo te fue con su padre? ¿Te llevaste bien con él?-él asintió.

-Su familia es bonita y unida -dijo con nostalgia, su madre se levantó y acarició su espalda.

-Tu y yo somos unidos y somos una familia. Olvida a tu padre, tienes a muchas personas que te aman. Está este chico que te gusta -Andy sonrió.

-Me costó hablarle pero ya no quiero alejarme de él-suspiró-, me gusta ese chico. Me recuerda a cómo me sentía con Levi-comentó y negó-; mentira, me siento mejor a cómo me sentía con Levi.

Su mamá sonrió y ambos fueron hasta la cocina, Andy sacó un paquete de pastelitos precocinados y continuaron hablando mientras él los rellenaba. El trabajo, la universidad y el amor, fueron los tres temas que tocaron; cada cosa tenía un problema pero se podía resolver. Todo al final del día, podía resolverse.

Él era un chico [#EEUC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora