Viena, Austria

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"¿Cuál fue la única cosa que te pedí que no hicieras?" Preguntó Louis con ambas manos en la cintura, mirando a Harry con el ceño fruncido.

"No lanzar brillos en el autobús." Repitió las palabras de su novio con la mirada baja.

"¿Y qué fue lo que hiciste?

Harry suspiró, haciendo de sus labios un puchero, mirando los pantalones rosa aterciopelados de su traje. "Lancé brillos en el autobús."

"¿Y ahora quién tiene que limpiar todo esto?" Preguntó algo molesto, pasando su dedo por encima de una repisa, quedando con su dedo lleno de brillantina fucsia.

"¿Tú?" Preguntó el rizado esperanzado, dándole a Louis una sonrisa de lado.

"¿Te crees muy gracioso?" Contraatacó, encarnado una ceja, "tú limpiaras todo y sólo cuando termines podrás hablarme. No quiero oír ni una sola palabra saliendo de tu preciosa boquita antes."

Harry frunció en ceño, mirando todo el desastre que había hecho. "¿No hay otra opción, Lou?"

"Podías simplemente haber seguido mis reglas, pequeño."

"¡Pero eran brillos!" Chilló, como si fuera la cosa más emocionante, "¿no podemos negociar algo más? Es que, los brillos me gustan mucho. Pedirme que no use brillos es como... ¡Es como pedirme que no esté enamorado de ti!"

Louis acarició su mejilla con suavidad, sonriendo cariñosamente. "Eres tan adorable. Quisiera hacerte pequeñito y meterte en mi bolsillo para llevarte conmigo todo el tiempo."

"Eso es lo que yo haría contigo." Sonrió el rizado, cruzándose de brazos.

"Por supuesto que sí", murmuró, acercándose para besar sus labios con sus manos sobre sus mejillas, "precioso. Me gustas tanto." Una mano corrió intencionalmente por lo largo de su espalda, hasta apretarle una nalga por encima de sus pantalones.

"Puedo sentir tus dedos muy cerca de mí", jadeó por lo bajo, removiéndose entre sus brazos, "esta tela es muy delgadita, Lou."

Besó sus labios lentamente, sonriendo sobre su boca porque era cierto. Una de las miles razones por las cuales ahora sentía una atracción por las nuevas prendas que Harry usaba era que casi podía sentirlo desnudo bajo sus brazos.

Louis depósito un beso en su frente después. "Diviértete aspirando brillitos." Estuvo a punto de sentarse en su cama antes de darse cuenta de que esta también estaba llena de la escarcha. Rodó los ojos, Harry había arruinado casi toda su habitación.

Antes de que Louis pudiera sentarse con Liam en la parte delantera del auto, Harry lo tomó por el brazo, halándolo levemente.

"Quiero que me folles ahí", pidió con ojos llenos de emoción y sus pupilas sorpresivamente dilatadas, "quiero llenarme de brillos contigo encima de mí."

Esa idea sonaba demasiado... Tentadora.

"Quiero ser cuidadoso contigo. No podemos tener sexo tantas veces seguidas, bebé. Apenas nos acostamos ayer", Harry chilló, estampando su pie contra el suelo, "¿estás haciéndome una rabieta?"

Se sentó con las piernas cruzadas al borde de la cama y miró fijamente la pared. Sabía que era un juego difícil y que al final terminaría en lágrimas, pero estaba seguro de lo que amaría.

No respondió, en lugar de eso, acomodó sus brazos cruzados sobre su pecho, decidiendo ignorar las palabras de su novio. Puso su mejor expresión facial, queriendo decir que estaba harto de que Louis fuera delicado con él, claramente.

Louis se arrodilló frente a él. "¿Realmente estás ignorándome?"

Harry tragó saliva, acomodando sus brazos mejor sobre su pecho. Louis perdió la paciencia con este acto, irguiéndose rápidamente. Podía soportar cualquier cosa de Harry, pero nunca el hecho de que ignorara sus palabras.

wanderslut | larryWhere stories live. Discover now