Atenas, Grecia

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 "¡Tengo otro, tengo otro!" Harry chilló, dando saltitos sobre la acera con cuidado de no tocar las grietas por la mala suerte, "¿puedo contarlo?"

Louis rodó los ojos con una sonrisa, él había estado demasiado hiperactivo desde que salieron de la última tienda, dónde Harry consiguió algo que no quiso mostrarle pero sin duda pensó que se trataría de alguna prenda con brillos.

"Está bien... Dímelo amor." Respondió sin mucho entusiasmo, pero al mismo tiempo sintiendo curiosidad. 

"¿Qué es lo que más desea una servilleta?"

Louis presionó la mandíbula, mirando el camino frente a él. "¿Qué cosa?"

"¡Ser billete!" Gritó con fuerza. Se carcajeó de risa, inclinándose hacia adelante para apoyar sus manos en las rodillas, tomando respiración después de haber perdido aire.

"Eres tan lindo y eso es un milagro, ¿sabes?" Dijo Louis pensativo, "si fueras comediante te morirías de hambre, pero por lo menos tu físico podría ayudarte un poquito."

Louis besó su mejilla antes de seguir caminando por el transcurrido bulevar con una sonrisa de oreja a oreja. 

Kolonaki. El corazón de la ciudad.

Llevaban más de hora y media caminando por el barrio más prestigioso y exclusivo de toda Atenas, con sus dedos entrelazados. Louis estaba feliz porque Harry lo estaba, él parecía un bebé emocionado con sus nuevo juguetes pero a diferencia de esto, él tenía nueva ropa y accesorio que eran cargadas a la cuenta de su novio.

Louis amaba complacer a Harry en todo lo que él quisiera, incluso si se trataba de cosas que él no podía controlar.

Después de unos minutos, Harry suspiró. "¿Puedo contarte otro chiste?"

♡

Louis se encontraba de pie en la entrada del centro cultural Onassis, moviendo sus manos desesperadamente sobre los pantalones de vestir. Había estado ahí de pie desde hacía aproximadamente media hora en espera de Harry, quién se había quedado en su habitación de hotel arreglándose para la obra de teatro griega que verían.

La principal razón por la cual Louis aceptara irse antes era que no soportaba el hecho de esperar que el rizado utilizara tanto tiempo para decidir de qué lado acomodar su cabello, pero ahora estaba ansioso y sólo moría por ver a su novio.

Una limusina se estacionó frente a la gran entrada, haciendo a Louis chillar, no sólo por el hecho de que esta estaba prácticamente hecha de brillos, sino porque Harry acababa de salir de esta.

Al principio el corazón de Louis dio una vuelta, su rostro lucía perfecto y todo él lo era. Las siguientes sensaciones espectaculares vinieron cuando la mirada escaneó el resto del cuerpo de su novio y lo que llevaba puesto.

Harry estaba usando una falda.

"¡Hola, Lou! Te ves muy bien." Sonrió el chico después de darle un sonoro beso en la mejilla.

Lucía una camiseta negra con el número quince en ella y el apellido Tomlinson arriba de este, pero definitivamente Louis ni siquiera podía concentrarse en esto debido a las perfectas piernas de Harry invitándolo a poner sus manos encima.

Sentía que explotaría en algún momento. Su novio era simplemente perfecto en todos los sentidos.

Harry se encontró hambriento a mitad de la obra a la cual ni siquiera estaba prestando atención, sólo por estar demasiado ocupado tratando de darle alguna señal a Louis que dijera más que 'quiero que me toques' en mil idiomas.

wanderslut | larryWhere stories live. Discover now