—Si, lo eh notado -lo fulminó con la mirada.

—Jajaja, eres un caso.

Lo ignoro y sigo tomando mi chocolate, miro la ventana y noto que la lluvia se hizo más fuerte.

—No podrás ir a casa con este clima -dice- más cuando es un huracán.

Hago una mueca y saco mi celular para enviar le un mensaje a mi madre que no llegaré por la tormenta.

—No quiero molestarte -bajo la voz- pero...

—No te preocupes, la habitación para huéspedes es toda tuya, ya te avía dicho Lili que no eres una molestia para mi -sonríe.

—Gracias.

Terminamos nuestro chocolate caliente y subimos a las habitaciones.

Caminamos por un gran pasillo que en vez en cuando me paraba al ver los cuadros de pintura colgando.

—Aquí es -abre la puerta.

Me quedó mirando el cuarto es bien hermoso, tiene una gran ventana que da a un bosque y una cama matrimonial, un armario grande y una mesa de escritorio.

—Que lindo cuarto -entro y miró cada detalle.

—Que bueno que te guste, mi cuarto es el tercero cualquier cosa no dudes en ir a preguntar me, ahí ropa en el armario para que te sientas más cómoda.

—Gracias.

Asiente y sale de la habitación cerrando la puerta tras el, me quede un rato parada en medio de la recamara y decido por cambiarme.

Había una piyama que consistía en una blusa de tirantes y un pantalón.
Me cabio y me voy a la cama, pienso en mi madre en como estará si bien o mal.

Mi celular vibra y lo tomó rápido, era un mensaje de ella.

Está bien hija, no te preocupes, la señora Miele no para de venir a ver cómo estoy, pero tú no te preocupes estoy de maravilla mi niña, descansa y salúdame a Luke.

Sueña lindo, mamá.

Sonrió y apagó mi celular para dejarlo en la mesita de noche, las sabanas estaban suaves y el colchón es bien cómodo, es casa de Luke después de todo.

Mirando la gran ventana me voy quedando bien dormida.

Todo estaba oscuro solo la luz de la luna iluminaba el lugar, la calle estaba de cierta.

Miraba las casa y podría notar que hace años que nadie vivía aquí, caminé tranquila mirando el lugar era como un pueblo fantasma, el olor a algo muerto me invadió y un miedo se hizo presente.

Hacía frío y sentía que alguien me estaba mirando, un ruido de un vidrio romperse se escucha no muy lejos camino a donde Provino ese sonido y veo una casa de dos pisos un carro viejo con los vidrios de la ventana rotas y sin llantas estaba en el estacionamiento.

Mi piel se puso de gallina al recordar la casa, era la casa donde vivía con mi madre y mi padre.

Un grito desgarrador se escucha a dentro y corrí a la puerta la abro lentamente, y un sillón maltrato y una televisión rota en la entrada.

Pasos en el segundo piso se escuchan y subo lentamente, cada paso que daba el miedo se apoderaba en mi.

Entró a la primera habitación y grito.

—¡No! ¡No, mamá!

Estaba tirada en el suelo con un gran charco de sangre, me pongo de rodillas alado de ella y la tomo en mis brazos.

El Idiota De Mi Jefe © [COMPLETA/EDITANDO]Where stories live. Discover now