Ashton al lado de la rubia, con gafas que le hacen ver interesante, está evadiendo su alrededor sumergido en uno de los tantos libros que lee. Sin saber muy bien cómo, nota mi presencia y hace un gesto con la cabeza saludándome. Después, vuelve a meter la nariz entre las hojas.

Me dirijo a la cocina donde escucho las voces de Jace y Alexia hablando en susurros.

Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

Pero, ¿Que mas da? Ellos siempre están metidos donde no los llaman. Porque una vez lo haga yo, no morirá nadie.

Mi curiosidad despierta en cuanto puedo distinguir las palabras con claridad. Apoyo la espalda justo al lado del marco de la puerta sin que me vean y me quedo ahí.

-Hay que decírselo a Katy.

¿A mi?

-No, todavía no.

-Pero Jace, ya ha dado la orden, no tenemos tiempo.

-No, Alexia. -Dice el rubio con voz firme. -La quiero tanto como tú, pero no es el momento, aún no.

¿Que está pasando?¿Qué me tienen que decir?¿Que es eso de las órdenes?¿No es el momento para qué?

- ¡Katy!

Oh, mierda. Me han pillado fisgoneando.

-¡¿La pizza la quieres con piña?!

¿Pizza con piña? Iugh, no.

No sé porqué pero presiento que me esconden algo... Seré estúpida, por supuesto que me esconden algo.

-Jace, ¿Desde cuando me gusta la piña?

Me adentro en la cocina y me siento encima de la isla, situándome frente a ellos.

Noto que Alexia sonríe con esfuerzo sin mostrar sus dientes y Jace está tenso. Sé que saben que los escuché.

-De acuerdo.

Con el móvil en la oreja, ordena el pedido de pizzas familiares y deja claro antes de colgar un ''nada de piña, por favor'', y cuelga.

Intercalo la mirada entre los dos sujetos que me miran con nerviosismo. ¿Qué demonios les pasa?¿Desde cuando me ocultan cosas?

- ¿Podéis dejar el misterio y decirme que mierda está pasando?

El rubio me mira con desaprobación y exclama;- ¡Esa boca, Connor!

Pongo los ojos en blanco, la risa de la menor de las Thompson me incita a imitarla pero me contengo y me cruzo de brazos esperando respuestas.

-¿Has escuchado...?

No dejo que termine la oración cuando afirmo con la cabeza.

-No es lo que piensas. -Se apresura a decir Alexia.

Enarco una ceja en su dirección.

-¿Que se supone que tengo que pensar? Porque no entiendo nada. Un supuesto ángel se presenta en mi habitación y me habla como si me conociese de toda la vida. Un supuesto ángel que esta mas bueno que el chocolate, repleto de tatuajes extraños y que recalca que soy su Estrella. Vosotros,- Los señalo con los índices. -estáis hablando de mi pero no tengo idea de qué y presiento que estáis al tanto de lo que me ha ocurrido pero no queréis decirme nada al respecto.

Los dos se miran un segundo para luego fijar sus ojos en mi de nuevo.

He dicho mucha locura junta, ¿Cierto? Mejor me voy antes de que me pongan una camisa de fuerza, quizá me la ponga yo solita.

Suryan ©  || [Sin Editar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora