No Hay Motivos Para Seguir (Klaine boyxboy)

CAPÍTULO 19: DUELE

CAPÍTULO 19: DUELE

Al día siguiente Rachel y Cooper notaron que Blaine estaba raro. Sin embargo, era el primer día de ensayo real con los Warblers, por lo que se fue sin hablar con ellos. Estuvo con sus nuevos compañeros de trabajo practicando las canciones y salieron a comer juntos. Sebastian comenzó a coquetear con el moreno en el restaurante, pero los demás notaron su incomodidad, por lo que frenaron al castaño. Cuando se levantaron para volver a los ensayos, Jeff lo detuvo para poder hablar a solas con él.

– No estás bien... ¿Tienes problemas? – quiso saber el rubio.

– Tengo un pasado dificil, me hicieron mucho daño. Me cuesta mucho confiar en la gente. – Explicó el ojimiel.

– Sebastian es... Un viva la vida, pero si consigues su amistad no te fallará. No volverá a intentar ligar contigo, me juego mi colección de CD's de Gaga a que Wes ya le está llamando la atención ahora mismo.

– No es sólo por los intentos de Seb... Si te soy sincero, han sido delicados...

– ¿Quieres hablar?

– Es algo largo de contar.

– ¡Chicos! Me llevo a Blaine de compras. Lo de la música está bien, pero también necesita encajar en la imagen del grupo. Creo que podemos ir los dos a ver tiendas mientras vosotros preparais los arreglos para las canciones. De esta manera, ya los tendreis preparados para el ensayo de mañana. – Les propuso Sterling a los demás, que accedieron. Los dos cambiaron de rumbo y se alejaron del resto. – ¿Ahora me lo contarás?

No sabía por qué, pero algo en ese chico le daba confianza. Tal vez fuera que le recordaba mucho a Kurt. Al final, acabó contándole todo lo ocurrido en su vida. Incluso lo pasado la noche anterior. El rubio no sabía qué decir. No se esperaba algo tan grave. Ni tampoco que los Warblers fueran una especie de salvavidas para ese joven.

– Llama a tu amigo. Tal vez si salimos los tres...

– No sé si pueda. Después de lo de anoche...

– Vamos, estás enamorado de él. Se te nota. Y por lo que me cuentas, él también lo está de ti... Confías en él y sabes que no te quiso hacer daño. Podemos terminar las compras juntos... Trabaja en Vogue, de moda sabe mucho.

– Bueno, creo que no es mala idea.

Blaine llamó al castaño y lo citó en el centro comercial en el que se encontraban. El ojiazul se sorprendió por la llamada, pero accedió de inmediato, por lo que se dirigió allí en cuanto salió de trabajar. Vio a su amigo riendo con un chico rubio y, por segunda vez en pocos días, volvió a ponerse celoso. Decidió acercarse dispuesto a enfrentarse a ese joven pero, cuando el moreno los presentó el desconocido se abrazó a él, demostrándole que era así con todos. Los tres siguieron con las compras y todo parecía que iría bien. Sin darse cuenta, Kurt y Blaine acabaron caminando de la mano, provocando la sonrisa de Jeff.

Sin embargo, la visita no fue todo lo buena que podía ser. Cuando mejor lo estaban pasando, el moreno se quedó mirando a una pareja que paseaba de la mano. Parecían muy enamorados.

– ¿Va todo bien, Blaine?

– Ese es Mark. Es mi ex. – Dijo apenas expresivo el ojimiel.

– Demuéstrale que se equivocó y que tú vales más que él... ¿Con cuál de los dos quieres fingir una relación? – Propuso Sterling.

– Si voy a tener que ponerme cariñoso, prefiero con Kurt... Tengo más confianza con él. – Comentó Anderson. El castaño entrelazó sus dedos con los de su amigo sujetando su mano con fuerza.

– Vamos. – Lo arrastró Hummel.

La pareja se encontró con el ex del más bajo por “casualidad” y el castaño se sintió feliz al comprobar que el antiguo novio del menor estaba celoso. Sin pensarlo, besó a Blaine apasionadamente. Sin embargo, esa vez el moreno no se tensó, no lo apartó. Ese beso terminó por la falta de aire y no por miedo. Algo que no pasó despercibido para los otros dos jóvenes que observaban la escena. Se marcharon dejando a los dos amigos solos y Jeff se juntó con ellos.

– Yo diría que se arrepiente. – Susurró el rubio.

– Me ha sorprendido. Pensé que sería más dificil sacarle esos celos. – Comentó el castaño.

– ¿Más dificil? Sólo te ha faltado follarme aquí mismo. – Exclamó el moreno.

– Perdona, pero sólo ha sido un beso. Si quisiera algo más lo notarías. – Protestó el ojiazul, pero al segundo de dejar salir esas palabras, se arrepintió. No eran las más adecuadas después de lo que había pasado

– Lo siento, tal vez no deberíamos hablar sobre eso. Creo que lo de ayer fue muy doloroso. Sé que debería confiar en tí, pero esta situación me supera. – Se disculpó el menor.

– ¿Tú lo sientes? Yo he sido el insensible que no ha tenido en cuenta tus sentimientos... – Aclaró el más alto.

– Vale, será mejor que dejeis esa incómoda conversación y nos centremos en las compras... ¿Conocéis algún lugar donde podamos comprar pajaritas? – Los interrumpió Jeff.

Los tres siguieron con las compras y cuando llegaron a casa, Kurt y Blaine cargaban con varias bolsas. Cooper notó que los dos volvían a su relación normal. No sabía lo que había pasado ni qué lo había solucionado. Por eso, cuando todos se fueron a dormir él entró a la habitación de su hermano.

– ¿Cómo estás? – Quiso saber el mayor.

– Bien, algo cansado. Ha sido un día duro.

– ¿Qué ha pasado entre Kurt y tú?

– Anoche, cuando os fuisteis a la cama, nos besamos. Al principio fue todo bien, me gustaba besarlo, se sentía bien, pero él metió una mano por debajo de mi camiseta y a mí me dio miedo. Me bloqueé. Se dio cuenta y me pidió perdon, pero yo huí y me encerré aquí. Estaba tan asustado y a la vez tan enfadado conmigo mismo.

– Os entiendo a los dos... Últimamente te comportas de una manera tan natural que es facil olvidarse que aun sufres las consecuencias de tu pasado... ¿Qué ha pasado para que todo vuelva a la normalidad?

– Jeff, un compañero de los Warblers. Él me convenció y me ayudó.

– Blaine... Estás enamorado de él. No puedo decirte que va a ser facil, porque las relaciones son complicadas, pero sí te puedo decir que no puedo imaginar a nadie mejor que Kurt para que abras tu corazón. No temas al amor.