CAPÍTULO 13: NUNCA TE DIRÉ ADIOS

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CAPÍTULO 13: NUNCA TE DIRÉ ADIOS

Después de contarse sus vidas, la amistad entre Kurt y Blaine aumentó aun más. A parte de quererse, ahora se entendían. Ambos encontraron un motivo por el que seguir adelante con sus vidas. Ese motivo era el otro. No podían soportar la idea de que le pasara algo malo al otro. Comenzaron a luchar para ayudarse mutuamente. Eso era algo que no le pasa desapercibido a ninguno de sus psiquiatras, que veían con ilusión como ambos evolucionaban. El castaño hacía mucho tiempo que colaboraba, pero el moreno por fin se sinceró con Will.

A pesar de todos los avances, la recuperación del ojimiel era más lenta por lo que, dos semanas después, llegó el momento que todos temían. Ya no había motivos para que el ojiazul siguiera en el hospital, por lo que pronto saldría de allí. Eso les preocupaba porque no sabían como reaccionaría el menor.

En el despacho de Sylvester, Kurt se encontraba en terapia.

– Tengo una noticia que darte... Vuelves a casa. – Dijo Sue.

– ¡¿Qué?! – Gritó el castaño.

– Estás recuperado y ya no hay motivos para que sigas aquí...

El ojiazul estaba ilusionado hasta que se dio cuenta de algo...

– Blaine...

– Nosotros lo cuidaremos. No tienes que preocuparte por él.

– No puedo evitarlo, no estoy seguro de que pueda seguir solo...

– Nadie está seguro de que pueda conseguirlo, pero no podemos tenerte encerrado aquí por su recuperación. En parte es bueno, no deberíais depender tanto el uno del otro...

– Tengo miedo de perderlo.

– No lo perderás...

– ¿Y si vuelve a intentar suicidarse?

– Aquí no puede hacerlo...

Casi sin darse cuenta, llegó la hora de la sesión con Emma. Los tres se sentaron. Se notaba en la mirada de la mujer y en la de Hummel que algo pasaba.

– ¿Queréis contarme de una vez qué os preocupa? – Preguntó Blaine.

– Me dan el alta. Me voy después de la sesión. – Dijo el mayor. Su amigo palideció, no se imaginaba tener que quedarse solo allí.

– Blaine... No vas a estar solo. Will y yo seguiremos trabajando contigo. Jessica, Cooper y Kurt pasarán las tardes contigo... – Explicó la pelirroja.

– Y si quieres Rachel también, siente mucho cariño hacia ti... Más de una vez me ha comentado que podríamos vivir los tres juntos y así asegurarnos de que todos estamos bien... Incluso habló con Cooper sobre eso... Creo que están intentando encontrar un piso con cuatro habitaciones para cuando salgas... Por supuesto, si tu quieres... No estás solo. – Añadió el castaño.

– Aquí si estaré solo. – Murmuró el ojimiel con lágrimas en los ojos.

– Blaine. – Kurt se acercó a él y se agachó frente a la silla en la que estaba Anderson, sujetó su cara y la movió para que lo mirara directamente a los ojos. – Nunca te diré adiós. Eres mi amigo, alguien muy especial en mi vida. Estaré a tu lado, pase lo que pase...

– No estarás esta noche cuando vengan las pesadillas... – Dijo el menor.

– Hace mucho que no tienes pesadillas... – Comentó el más alto.

– Porque tú duermes conmigo. – Aclaró.

Kurt no pudo más y se abrazó a su amigo. Le dio un beso en la mejilla. Acarició su espalda. Realizó todas las muestras de cariño que en ese momento se imaginó. El resto de la sesión la pasaron hablando de la recuperación del menor. En ese momento era lo que les preocupaba.

La sesión acabó y el castaño agarró la mano de su amigo y los dos se dirigieron a la habitación. Entre los dos recogieron las cosas del más alto. Cuando acabaron, se fundieron en un abrazo. Necesitaban despedirse en la privacidad de la habitación porque allí se sentían más seguros y menos controlados. Los dos dejaron que las lágrimas salieran. Sabían que serían amigos por siempre, pero separarse les dolía mucho. Kurt no lo pudo evitar y, al terminar el abrazo, juntó sus labios con los del menor. El moreno no se separó, simplemente acompañó el gesto. Los dos pudieron saborear al otro, a pesar de que no utilizaron la lengua. Sus labios se movían buscando transmitir todo el cariño que sentían por el otro. No estuvieron mucho tiempo así. No fue un beso largo y pasional. Fue un beso puro y lleno de amor. Al separarse juntaron sus frentes y con sus miradas se dijeron todo lo que se querían decir... Sabían que estaban el uno para el otro y que hacía algo de tiempo que la linea que delimita la amistad y el amor se había borrado para ellos... Simplemente esperaban a salir de allí los dos para dejar fluir todos los sentimientos que había entre ellos.

Blaine acompañó a Kurt hasta la salida. Allí pudo ver a Rachel y Jessica que lo habían ido a buscar. Las dos saludaron al ojimiel con la mano ya que no podían acercarse a él. El castaño se abrazó una última vez al menor y se fue hacia la puerta. Cuando salió, en vez de abrazarse a sus amigas, estuvo despidiéndose del moreno con la mano hasta que perdieron el contacto visual. Fue entonces cuando se volvió hacia las chicas y recibió su consuelo.

– Pronto estará fuera también... Ya lo verás... – Dijo la rubia.

Comieron cerca del hospital porque volverían a entrar por la tarde para visitar a Blaine. Estuvieron todo el rato animando a los dos chicos, que parecía que habían perdido al otro para siempre. Volvieron a despedirse y el moreno se quedó solo. Esa noche la pasó en la habitación vacía del castaño. A las doce de la noche, los gritos por las pesadillas volvieron a inundar los pasillos del hospital.

No Hay Motivos Para Seguir (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora