UN BUEN AMANTE

CAPÍTULO 2

-Volveremos a vernos...- y sin darle la oportunidad a Jungkook de despedirse, Jimin desapareció de su vista.

Ingresó a su casa encontrándose con Taehyung en la cocina, su amigo al verle sintió el alivio de saber que no le paso nada malo, de inmediato se acercó a él abrazándolo con fuerza; Jungkook no sabía cómo explicar aquello que le había sucedido con Jimin, su cuerpo seguía sintiéndose excitado y a la vez sentía aquella linda sensación de que no llegaron a más aunque muy en el fondo quería estar con él.

-¿Qué pasó?- la voz de Taehyung se oía preocupada, la actitud de su amigo era extraña, Jungkook se separó de él sonriendo mientras intentaba explicar con palabras las cuales solo lograban confundir a Taehyung.

-Es increíble.- logro pronunciar aquello sin que sus mejillas se tornaran rojas por la vergüenza, la pequeña risa de Taehyung lo desconcertó, su amigo acaricio su mejilla mientras la apretaba consiguiendo que un pequeño puchero se formara en el rostro de Jungkook.

-Me sorprende que alguien tan mayor sea así de bueno.- Jungkook rodo los ojos ante la broma de su amigo.

-No es tan mayor, aun no sé su edad pero joder Tae es perfecto, casi lo hacemos sobre su Audi, sino fuese porque venían personas hubiera sido capaz de entregarme a él sin ningún tipo de remordimiento.- los ojos de su amigo se mantuvieron abierto por la sorpresa, no podía evitar estar feliz por Jungkook pero aún le asustaba aquel sujeto, ambos se quedaron hablando animada hasta la madrugada no solo de Jungkook sino también del castigo que recibió Taehyung de su novio el cual se encontraba plácidamente dormido en la cama de su Taehyung.

Cuando ambos terminaron de parlotear se dirigieron a sus respectivas habitaciones para por fin descansar, Jungkook se sentía agotado y extrañamente emocionado de que las últimas palabras de aquel desconocido se cumpliesen, no esperaba mucho de aquello pero sí quería volver a sentir aquella electricidad recorrer todo su ser; sus ojos se cerraron dejándose caer por el profundo sueño....

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-¡Jungkook! ¡Jungkook! Maldición Jungkook despierta.- el nombrado aún seguía bajo el profundo sueño, pero las insistencia de su amigo estaban consiguiendo por despertarle, al momento en que sus ojos se abrieron Taehyung lo tomó del brazo haciendo que se levantase, por arte de magia su cuerpo no se cayó al suelo, seguía sin entender cuál era la urgencia, su cuerpo sintió el frío calar sus huesos, no sabía qué hora eran, miró el reloj de la pared y ya eran las tres de la tarde, aún era temprano para levantarse; su ceño se iba a fruncir hasta que llegó a la puerta.

– ¿Usted es Jeon Jungkook?- asintió con su cabeza un tanto dudoso, el sujeto saco un papel el cual le hizo firmar, sin entender muy bien a que se debía aquello, sentía la necesidad de preguntar pero no pudo hacerlo, sus ojos se sorprendieron al ver un enorme ramo de rosas frente a él, no debía preguntar para saber de quien se trataba, no pudo ocultar la estúpida sonrisa que se formó en su rostro.

Le agradeció para luego entrar nuevamente a la casa, su amigo no dejaba de verle de manera pícara, se acercó al sofá junto con las rosas, comenzó a buscar entre los pétalos alguna tarjeta, sonrió al encontrar una, la cogió entre sus manos.

Estar cerca de ti ha sido la mejor experiencia de mi vida. Me gustaría verte nuevamente; y siempre consigo lo que quiero, precioso.

Atte: Park...

No pudo evitar chillar como idiota, su cuerpo era un revoltijo de emociones, los recuerdos de sus manos sobre él, sus labios devorándose de manera feroz, conseguían sonrojarle y excitarle de maneras insospechadas; su amigo no dejaba de mirarle, se acercó a él entregándole la tarjeta, pudo apreciar en primera fila como la boca de Taehyung se abría de sorpresa, y un grito se escapó de sus labios al girar la tarjeta encontrando un número de teléfono, sintió su cuerpo ansioso, el estómago de Jungkook se contrajo por la emoción y la ansiedad, sentía tantos deseos de llamarle pero no sabía que decir.