Prologo

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El primer día de cualquier nuevo estatus era aterrador, un pequeño omega de gatito de mejillas regordetes y linda sonrisa conocía muy bien aquel desagradable sentimiento, paseando nervioso de aquí para allá al igual que sus manitas por sus rubios cabellos, rizados pero bien peinado, se veía como un tonto allí perdido en las grandes instalaciones del campus universitario. No se atrevía a sacar el mapa porque eso gritaría, chico nuevo, poniendo un tablero de diana a su alrededor, donde él era el punto rojo al que tratarían de molestar los veteranos, su hermano se lo advirtió ya que asistía a la misma universidad hasta se tomó la molestia de darle un breve recorrido, no podía perderse.


-¡Jimin!- Su mejor amigo lo llamó a lo lejos, por consecuencia llamando irremediablemente toda la atención a su alrededor pero no le importo, estaba feliz de encontrarse con una cara conocida, aquel omega de oso, con su característico cabello, abundante y castaño, ojos grandes y sonrisa rara, era imposible conocer las verdaderas intenciones detrás de estas -Por la sagrada trucha, ¡Jimin!, no me creerás, tienes que verlo por ti mismo.


-Apenas es el primer día, ¿Qué hiciste?- Pregunto alarmado, Taehyung era bien conocido por tener planes disparatados que terminaban en problemas y que lo arrastraban el 99% de las veces.


-Ah por favor, no hice nada- Miro mal al gatito que solo le dedico una sonrisa burlona -Aún, porque déjame decirte que este año promete.


-Claro que promete- Pensó en las siete lecturas que ya tenía de tarea y solo de la materia de Introducción a la fisioterapia, pero no quería quejarse, porque había entrado a la carrera que tanto deseaba y le hacía mucha ilusión su primer semestre.


Taehyung lo miro fijamente, seguramente maquinando mil y un plan en su alocada cabeza -Tienes que ir a la cafetería del norte.


-¿Dónde están las facultades de Ingeniería?- No tenía ni la mínima idea de que tramaba ahora, seguramente pasarían mil años más juntos y jamás podría adivinar lo que pensaba aquel enorme oso.


-Sí, tienes que ir, allí huele mucho a bosque- El gatito alzó una elegante ceja, era obvio que por las abundantes zonas verdes oliera de ese modo y le gustaba, era su aroma favorito.


-Dah, es obvio, así llaman a la zona- Sonrió, totalmente alegre por tener la oportunidad de pasar sus días en aquellas instalaciones.


-Ay Jimin, solo veeee- Insistió el oso, lo cual no extraño a Jimin, era algo usual.


-No me quiero adentrar a las zonas boscosas, tengo miedo de perderme- Si ya estaba penando cuando tenía a la mano, letreros y señalización, no quería imaginarse rodeado de árboles, todos iguales.


-Oh, ¿Por qué el lobo te comerá?- Jimin carcajeó, cuando Tae comenzaba a decir cosas extrañas solo significaba que estaba desesperado porque hicieras lo que quería.


-Ya está bien, iré mientras el lobo no está- El oso rodó los ojos frustrado, que tan lento podía ser Jimin para captar una indirecta, aunque de cierto modo se alegraba que su amigo no pensara las 24 horas en aquel crush de su infancia, hace dos años que parecía haberlo superado y olvidado por completo. Por ello se replanteo si sería buena idea lo que había planeado, no, no podía arrepentirse, tarde o temprano iba a suceder y creía fervientemente que su pequeño gatito ya estaba grandecito, debía cerrar aquel ciclo, era lo mejor, estaba tomando una buena decisión.


-Tengo que ir a clases, ¿me prometes que iras?- Dijo de repente serio.


-Ah, enserio esos cambios de humor son algo patológico, háztelos revisar- Trato de seguir bromeando, pero el semblante de su mejor amigo había cambiado radicalmente -Si voy a ir, deja de verme así.

-Te estoy analizando, determinando si estás listo o no- Casi pudo jurar que de verdad estaba viendo a través de él, el pensamiento lo crispo un poco.


-¿Para qué?- Espera, si era alguna broma cruel, el oso lo era muy detrás de aquella sonrisilla, era un ser de bromas pesadas.


-Para ir ya al bosque, que estás perdiendo la luz solar, gato tonto- Regaño dramáticamente, ya exasperado porque quería que ya pasara, ¿Cuánto más se haría desear el minino?


-Que ya voy- Refunfuño por ser regañado.


-Bien- Emprendió la carrera hasta su facultad, iba tarde, pero no sin antes dedicarle una seña de "Te estoy vigilando" de advertencia antes de desaparecer.


Y Jimin no iba a ir, no le jugarían una jugarreta, era precavido, más listo que los abusadores pero su estúpido debilidad, aquel pecado de curiosidad que metía en problemas a todos los gatos. Él era débil y después de mucho hacerse del rogar, cedió ante la puya de la duda.


Sus pies lo movilizaron ansioso al lugar que específico Tae, la cafetería en medio del bosque. Miró alrededor, buscando algo que llamará su atención, algo inusual entre todos los estudiantes que estaba recostados en el césped, comiendo, charlando o durmiendo.


-Vaya decepción- Murmuro para sí mismo al no encontrar nada, tal vez había tardado y eso que dijo su amigo ya no estaba, una lástima.


Iba a sentarse y relajarse, cuando lo vio, aquella brillante cabellera castaña, aquel perfil que tan bien podía dibujar en su mente, que desde hace un tiempo atrás estaba grabado a fuego en sus parpados, porque se había entrenado para reconocerlo entre la multitud. Se burló de sí mismo, ya en el pasado sus ojos le habían jugado la misma cruel ilusión, no iba a caer, era imposible, no era él, solo alguien parecido, solo alguien que leía los mismos libros viejos de historia tan característicos en sus recuerdos más hermosos.


No supo cuánto tiempo pasó congelado en ese sitio, mirando casi sin pestañear la figura recostada en el árbol, leyendo tranquilamente, ajena de todo el ruido que había provocado en su interior.


-No puedo creerlo, no pienso pasar por la misma historia, gato acosador- Jimin se crispo, todos sus pelos en punta, aquella voz, ese apodo y todos los abrumadores recuerdos, llenaron sus ojos de lágrimas sin derramar.


-¿Yugyeom?- Solo ver al odioso lobo lo hizo reaccionar, de verdad había vuelto.


Continuara

C.A II "Amar y ser amado" [2]/Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora