—Bueno... realmente le dije a Mike que ambas teníamos un atraso y ya conoces al bocón de mi novio, no puede retener información como esa con Steven.

Oigo que la puerta de la entrada se abre y luego el saludo de Mike. Eso pone en alerta a Elena quien me hace un gesto para que no divulgue su embarazo aún. 

Mike aparece en el cuarto con una actitud algo extraña; se ve ansioso o esperanzado, no sé bien como definirlo, sus ojos se posan en mí y rápidamente siento el confort del hogar y la alegría de sentirme amada. Su sola presencia me trasmite paz y me hace sonreír.

—¿Y bien? —dice mientras une sus manos y sus ojos se abren desmesuradamente a la expectativa. 

—Negativo, amor —le digo fingiendo pesadumbre. La verdad no quiero tener hijos aún, pero él se ve tan adorable al estarlo esperando. 

Su rostro se descompone y hace una mueca de tristeza. Camino hacia él para abrazarlo y él, a su vez me aprieta con fuerza como si hubiera pasado una desgracia. 

—Lo lamento, sé que estoy exagerando y todo... pero ya me había hecho ilusiones... 

Su cara del gato con botas es tan buena que hasta Elena se acerca para unirse al abrazo.

—Yo estoy embarazada —confiesa en cuanto se adentra en nuestros brazos. 

Mike se tensa con la noticia y se irgue para mirarla. Ella le regala una leve sonrisa y luego, de la nada, ambos empiezan a carcajear como si eso hubiera sido un chiste. No los sigo porque no entiendo de qué se trata, así que mi cara de desconocimiento aumenta su risa. 

—Lo que pasa —empieza Elena —, es que en la época que eramos archienemigas, yo dije que tú ibas a embarazarte de cualquier idiota luego de salir del colegio. Y mírame, acabo de terminar mi carrera y ya voy a ser madre... quizás madre soltera —la risa mengua y se vuelve melancólica. 

Intento tomarlo por el lado bueno, por lo menos he roto el camino de las chicas libertinas como era yo en ese tiempo.

  —Tengo el presentimiento que no vas a ser madre soltera —dice Mike desenfadado. 

Nos toma de la mano y nos dirige hacia el pasillo. Desde ahí podemos ver que Steven está en el primer piso cargando un cartel inmenso con la ayuda de otros dos chicos que no había visto nunca en la vida. En el cartel hecho a mano está escrito «Elena, me haces el hombre más feliz del mundo, ¿te casarías conmigo?».

Tengo que admitir que el gesto es hermoso, hasta mis rodillas temblaron un poco de la emoción y eso, que no iba dirigido a mí.

Elena baja como loca las escaleras para llegar hasta donde su novio y sin palabras, lo besa mientras mueve la cabeza afirmativamente. Luego del beso, Steven alza su puño al aire en señal de victoria. 

 —¡Dijo que sí! —grita Steven con felicidad y alza a Elena mientras juntos dan vueltas. 

La escena es tan bonita que estoy tentada a llorar. 

Es ahí cuando veo a Maira aparecer, luego a Linda y a Edward. Todo empieza a ponerse muy extraño porque todos me miran a mi. O eso creía, porque en verdad están viendo a Mike, quien está arrodillado en el suelo sosteniendo un anillo. En ese momento, el cartel de Steven cae al suelo y los chicos muestran otro que estaba escondido. Ahora ese dice mi nombre. 

Si mis rodillas fallaron con la propuesta de Steven, ahora con la de Mike estoy a punto de desmayarme. Suerte que no estoy embarazada. 

  —Bonita —empieza él y yo empiezo a hiperventilar —, hemos pasado por tantas cosas bellas como intensas, conociéndonos desde que eramos unos niños traviesos que no podían distinguir que era lo mejor para sus vidas. Poco a poco fuimos creciendo, fortaleciéndonos, convirtiéndonos en nuestras mejores versiones... Y todo eso fue posible porque tú estabas en mi vida. Fuiste y serás siempre mi pelirroja favorita, mi chica en apuros y la damisela que acude a mi rescate —eso hace reír al público mientras yo me limpio una incipiente lágrima que aparece en mi ojo izquierdo —. Te amo cada día más, de todas las maneras que puedo imaginar y sin embargo, a veces no me parece suficiente. Es por eso que hoy, estoy aquí frente a ti pidiéndote que seas mi esposa.  

Mi corazón palpita tan fuerte que creo que todos escuchan como retumba en las paredes de mi pecho. 

—Antonia Nieto, ¿te casarías conmigo? —pregunta extendiendo el anillo y regalándome una sonrisa tan deslumbrante que hace que olvide todo.

—Sí, claro que si —le digo aceptando el anillo y poniéndolo en mi dedo anular. Mike me atrapa las mejillas entre sus dedos y me besa con intensidad y amor.   

Cuando menos pienso, estoy en el aire sostenida por su enormes brazos. Me alza sin dejar de besarme y hace que muestre el anillo a mis amigos. Cuando se cansa, bajamos por las escaleras cogidos de la mano para saludar y recibir felicitaciones. La primera es Maira, quien se me echa encima como si yo fuera de plástico y empieza a sollozar de felicidad.

 —¡Sabía que esto iba a pasar! ¡Ustedes son tan lindos! —dice arrastrando las palabras.

—Si lo sabías, debiste haberme avisado... Esto me cogió desprevenida. 

—Mejor —replica mientras me abraza y al separarse, me ayuda a alisar la ropa. 

Linda y Edward, quienes ahora forman una de las parejas más estables que he conocido, se acercan para abrazarme, bueno Linda lo hace, Edward sigue tratándome con distancia. Supongo que hay cosas que nunca cambian.  

Lo que sí ha cambiado es su apariencia; gracias al intervención de Linda, Edward ha mejorado como viste, ha hecho ejercicio para ganar masa muscular y ahora su sonrisa es totalmente derecha por una ortodoncia. 

Mis padres aparecen desde su escondite, mi respiración falla al verlos pero cuando me muestran sus expresiones orgullosas y sus ojos no pueden contener sus lágrimas, me doy cuenta que están felices por nosotros. 

Eso me lleva a reflexionar sobre mi vida, sobre las decisiones buenas y malas que he tomado para llegar aquí. Hay varias que preferiría evitar o si tuviera la posibilidad de volver en el tiempo, decirle a mi yo del pasado que nunca las hiciera. Pero de lo que estoy absolutamente feliz de haber hecho, es conocer y ser la mejor amiga de Michael Rivera. Supongo que fue un camino duro, mucho se habrían dado por vencidos al ver tantos obstáculos, sin embargo, el amor floreció en la adversidad y salimos adelante. 

De eso se trata la vida al final, de vencer tus propias barreras. 

-----------

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-----------

Hola hola

Hoy estoy aún más sentimental. Este epílogo tomó muchas emociones que me pusieron algo sensible... Estoy feliz porque he terminado una obra pero triste porque Antonia y Mike no van a volver a contarnos sus aventuras.

¿Qué les pareció el epílogo?

para efectos prácticos no es un final, sino un comienzo de una vida unida. Espero que les haya quedado un mensaje positivo con esta obra (que es al final lo que queda)

Ya saben que uno no vuelve a ser el mismo luego que ha leído un libro.

Bueno, en otros temas... adicionen aquí que extras quieren. Si tienen alguna escena en mente que no describí porque estaba hablando con Antonia o Mike. O quieren un POV de otro personaje. 

Aprovechen que estoy botada... :D 

abrazos...

Luza. 




Mala alianzaWhere stories live. Discover now