Capitulo 13: Empujoncitos.

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La pelirroja se miró el vestido y volvió a mirar a la princesa.

-A mí me gusta. Es original, tía Ana me ayudó a diseñarlo. -

-Por supuesto que lo hizo. - Murmuró recorriendo con la vista el resto del salón.

Dado que no podían organizar una fiesta de cumpleaños grande como acostumbraban, y tenían que reducirlas a reuniones con los más allegados y rodeados por una seguridad extra, Charlie pensaba que era el único cumpleaños de Nolan a la que estaba contenta de asistir. No le agradaban el bullicio y el desorden que acostumbraban a hacer tantos amigos de niño juntos.

No es como si ahora no hubiesen niños ruidosos, pero no eran todos los que una vez habían invitado.

Char vio como la sonrisa de su prima se ampliaba al mirar a alguien por encima de su hombro, pero no estaba tan intrigada por saber de quién se trataba como para ser tan bruta en girarse a mirar también.

-¿Te he dicho lo guapo que es tú nuevo guardaespaldas? Los míos son todos unos viejos aburridos. ¿Cómo es que tienes tanta suerte? -

-Maximillian es eficiente y muy bueno en su trabajo. Es lo único en lo que me he fijado. -Contestó con remilgo y desinterés.

-¡Y lo llamas por su nombre!-

-Es un bonito nombre. Además, es bueno que recuerde como se llama dado que pasa casi todo el día cumpliendo el papel de mi sombra. -

-Ah, pero él es mucho más guapo que tú sombra, Charlie. - Sonrió y apuntó con la cabeza hacia donde seguía mirando.

Max estaba caminando hacia ellas, luciendo impecable como siempre. Y esta vez, su traje no era negro, sino azul marino, el cual hacia resaltar más su cabello oscuro. Sí, quizá podía decirse que Maximillian tenía cierto atractivo, pero eso no tenía nada de relevante.

-Buenas noches, señor Nash. - Dijo Lexi cuando este estuvo cerca. -Luce más guapo que de costumbre si me permite decirlo. -

Charlie rodó los ojos al mismo tiempo que Max le respondía a la joven.

-Gracias, Señorita Hamilton. Usted luce encantadora. ¿Podemos hablar un segundo, Alteza? - Inquirió mirando a Charlie.

Ella se habría molestado, pero dado que si Lexi lo escuchaba llamarla por su nombre no la dejaría en paz por semanas, lo agradeció en silencio.

-Claro.- Accedió alejándose de Alexandra y dejándola suspirando. Para ser tan inteligente, era una tonta enamoradiza. -¿Qué ocurre?- Preguntó cuando estuvieron los suficientemente lejos.

-Dado nuestra reciente investigación e interés en la señorita McGregor, uno de mis colegas me ha informado que la misma acaba de llegar.-

-¿Qué?- Chilló causando que varias miradas se dirigiesen hacia ella. -Tiene que ser una broma, una horrible broma. ¿Cómo puede ser eso posible?-

-Yo solo quería avisarle, Alteza. - Respondió bajando la voz, como si eso pudiese compensar los gritos de la jovencita. -Me quedaré cerca, si no le molesta. Sé que no hemos conseguido nada sospechoso de ella, pero aún así, tenemos que descubrir que está tramando. -

Charlie sonrió.

-Es bueno tener un poco de apoyo para variar. Nadie me habría creído, si hubiese ocurrido antes ¿Sabes?-

Max sonrió en respuesta.

-Confío en sus instintos, Alteza. Es muy inteligente y perspicaz. Sería buena en mi trabajo. -

Char hizo una mueca. -No creo que eso diese mucho resultado. - Murmuró, aunque muy dentro de su corazón, deseó que al menos tuviese esa posibilidad. Ser una princesa podía tener muchas ventajas y demás cosas bonitas, pero la variedad de opciones en cuanto a lo que sería su vida en el futuro no era muy amplia. Ellos tenían reglas que seguir y de las que no podían escapar sin perjudicar a los que rodeaban también. -Oh, mira. Allá viene. - Señaló con la vista hacia la puerta del gran salón donde la fiesta estaba en marcha.

Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora