Prólogo.

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Cuando era pequeña recuerdo haber conocido la palabra... "amor" y no me refiero al concepto como tal, aunque es verdad que cada persona le da un concepto diferente, pero cuando eres niño, entender una palabra tan grande no es tan fácil.

Tenía una vaga idea de qué podría significar "enamorarse", dos personas, específicamente hombre y mujer, que se conocían y con el tiempo daba paso a un sentimiento más grande que podría llamarse amor, pero lo que nunca nadie me había mencionado, era que dos personas que comparten el mismo género, podrían enamorarse también.

Claramente, notar esto por mi propia cuenta me parecía raro, ya que, obviamente, no tenía ni la más remota idea de que eso podría ser posible y nadie nunca me había explicado de qué manera funcionaba o de qué manera podría entenderlo. Las etiquetas, el mundo, lo normal. La gente está tan enganchada a lo normal, que ver algo diferente puede despertar emociones distintas, como el odio, en algunos casos, pero yo no sabía cómo entenderlo o qué sentir. El mundo te dice que lo diferente está mal, y en algún punto, eso termina por afectar el criterio propio.

Ver a este tipo de personas con asco y cuidado, porque la gente cree que el hecho de que te agraden estas personas te vuelve igual y nadie quiere ser excluido. Todo mundo quiere ser "normal" y aceptado. Así que siempre traté de mantenerme al margen, sin hacer preguntas y pretender que entendía por qué enamorarse de alguien que no fuera el sexo opuesto estaba mal, pretender que sabía lo que significaba el amor.

Hasta que me tocó ser quien se enamorara, y no, no me refiero a que mi primer amor fue un chico, sino una chica...

...una chica que desde el primer instante, me cautivó.

Su Nombre Es Julie...Where stories live. Discover now